Capítulo 9

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Santa Fe, 2017

Catalina no había contestado ninguno de mis mensajes y llamadas, deje de insistir cuando llegamos la casa de Toro. Ni bien entramos él se quitó la camisa y la tiro al cesto de ropa sucia. Victorio era más de usar camisetas de futbol, tenía muchas porque su abuela se las regalaba por su cumpleaños y como ella nunca se acordó de la fecha exacta, le dio más de una en un año.

—¿Vas a salir hoy con Lucas? —me pregunto Victorio, después de mirar su celular.

—Sí, ¿Cómo lo sabes?

—Luciani me lo dijo recién por mensaje y me dio el número de Lucas para que te lo pase.

Cierto que organizamos todo, pero solo le dije a Lucas la dirección de mi casa y no se me ocurrió en ningún momento pedirle el número.

—¿Y qué van a hacer ustedes esta noche? —me dio una mirada picara.

—No seas malpensado.

—Era joda, igual Luciani me conto que era medio mujeriego.

—¿Mujeriego?

—Siempre que se lo ve anda con una diferente.

—Bueno, está soltero y puede salir con quien quiera.

—Me exprese mal. No es que sea mujeriego, pero cambia de novia rápido.

—¿Esta de novio ahora?

—No, termino con la última ayer. Solo salieron por tres días, es re poco, pero Luciani me dijo que le duran poco las relaciones y eso me sorprende porque parece buen pibe.

—A mí me pareció un pibe y no creo que sea malo.

—Nunca dije que fuera malo. Creo que dije más cosas buenas de él que otra cosa.

—Aunque lo niegues creo que te gusta Lucas, ¿Lo dejarías a Luciani si tuvieras oportunidad con él?

—No, Lucas me parece lindo, pero hasta ahí. Además, creo que con Luciani tengo un futuro.

—Estás re enamorado para pensar eso.

—¿Y vos?

—Soy feliz con Catalina.

¿Era feliz con ella? ¿Por qué me preguntaba eso? Era obvio que sí.

—Dudaste —me acuso Victorio.

—No dude nada.

—¡Hermano! —exclamo Emilia, la hermana de Victorio, emocionada. Ella se acercó a abrazarlo —Te extrañe mucho.

—¿Qué haces acá, Mimi? —le pregunto Victorio, sorprendido, pero feliz de ver a su hermana menor. Los padres de ellos estaban separados. Mientras Toro vivía con su papa, su hermana vivía con la madre.

—Me voy a quedar un tiempo con ustedes porque mamá quiere estar a solas con su prometido.

Lo que Mimi dijo no pareció gustarle a su hermano. Toro se llevaba mal con su mamá porque era ultra religiosa y nunca lo acepto como era, en cambio su papá sí y por eso se quedó con él.

—¿Se va casar? —le pregunto Victorio.

Emilia asintió.

—Estas invitado y papá también.

Victorio la miro sorprendido.

—No creo que en serio me quiera ahí.

—Hola Iván —Mimi me abrazo. Ella era muy cariñosa. —Perdón por no saludarte antes.

—Hola Mimi. Ese nuevo corte te queda bien.

Ella sonrió, y se agarró un mechón de su pelo ahora corto hasta los hombros y teñido de rubio.

Margaritas entre Hortensias ; Iván Buhajeruk, SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora