CONDENADOS (LawLu/Zosan + 18)

4. ZORO

Levantaba pesas en el patio concentrado hasta que la cara de Luffy se puso frente a la suya, mirándole desde arriba.

- ¿Querías algo? - preguntó al ver que el moreno le observaba sin atreverse a decir nada

- Quiero respuestas

- No soy el puto oráculo pero dispara - dijo dejando la barra y sentándose para observar al muchacho

- Es sobre sexo

- ¿No prefieres hablar de eso con cejillas o con Ussop?

- Ussop no puede ayudarme y Sanji me ha dicho que debería hablar contigo. Que tu me ayudarías mejor que él

- Qué quieres saber

- Pues como se hace básicamente

- ¿Es que no sabes nada?

- No, nunca lo he hecho

Zoro abrió grande los ojos sorprendido y se cagó en el cocinero por mandarle semejante regalito.

- ¿No tenías una novia fuera? ¿Cómo es posible que nunca lo hayas hecho?

- Es que Nami es genial pero yo no tenía ganas nunca porque estaba triste por lo de Ace y tampoco la veía como para hacer esas cosas. Ella decía que no le importaba

- Si que eres raro Luffy ¿Y quieres estrenarte aquí en prisión?

- Por qué no. Tengo novio desde hace ya tres meses

- Me sorprende que Law haya aguantado tanto si te soy sincero

- Han sido tres meses, yo llevo 20 años, no es para tanto

- No es lo mismo... bueno da igual pero se me sigue haciendo raro que no sepas nada de nada

- Venga Zoroooo ayúdame

- Tsk pues yo que se que decirte... deberías ir a la enfermería y hablar con el médico para que te informe él

- Ussop me dijo lo mismo pero Sanji me desanimo. Dijo que me asustarían con cosas clínicas e insistió en que viniese a hablar contigo

- Yo lo mato a ese cocinero de mierda - dijo entre dientes - Está bien pues... es fácil e intuitivo ¿Quieres ir arriba o abajo?

- No sabía que había que subirse a ningún lado

- Me refiero a que si quieres que te la metan o meterla

- ¿Meter el qué?

Comenzaba a desesperarse con la inocencia del moreno así que respiró hondo antes de seguir la conversación.

- El rabo

- ¿Dónde hay que meterlo?

- En el culo ajeno

- ¿Por donde cagas?

- Sí Luffy y no hables tan alto que empiezo a sufrir de vergüenza ajena

- ¿Y eso es divertido?

- Bastante

- Está bien, gracias Zoro ya soy un experto

- Yo no diría tanto...

- ¿Hay algo más que deba saber?

Reflexionó un instante y decidió librarse en ese mismo instante de la incómoda conversación.

- No, tienes razón eres un experto en la materia. Deberías ir a decírselo a Law

- Prefiero sorprenderle. Esta noche hemos quedado en cuanto apaguen las luces junto a los baños de la tercera planta