CONDENADOS (LawLu/Zosan + 18)

1. LUFFY

Caminaba esposado por los fríos pasillos de acceso a lo que sería su nuevo hogar durante los próximos seis años.
Tras la muerte de su hermano Ace su vida había perdido todo sentido. Pasó de ser un chico alegre a estar completamente hundido y alejado del mundo.
Esto fue así hasta que conoció a Nami, una chica pelirroja que era puro fuego, le sacó de su profunda depresión y pasó de una vida encerrado en sí mismo a estar completamente desbocado. No le importaba en absoluto morir y cuanto mayor era el riesgo más se lanzaba a ello.

Por ese motivo cuando su novia le propuso atracar un banco le pareció una forma divertida de pasar la mañana.
Al fin y al cabo necesitaban dinero para el alquiler y para drogas así que por qué no hacerlo.
Ya nada tenía sentido y esa chispa que le ofrecía su querida Nami era lo único que le hacía sentirse vivo y querer despertarse al día siguiente.

Tras un rato de papeleo, entregar efectos personales y un exhaustivo cacheo le dieron el uniforme de la prisión para que se cambiara. Al terminar le hicieron esperar en una sala junto al resto de nuevos reclusos que serían trasladados con a él de las oficinas de la penitenciaria al interior de la enorme prisión. No tenía muy claro que hora sería pero imaginaba que de madrugada, por la pequeña ventana del fondo el sol aún no amenazaba siquiera con despuntar.

Se sentía completamente vacío y sus ojos picaban por las enormes ganas de llorar que tenía pero no podía permitirse hacerlo delante de nadie, debía evitar que le vieran como alguien débil.
Jamás había entrado en prisión pero aunque solo fuese instinto de supervivencia y lo poco que sabía por las películas, que le vieran como alguien frágil no era nunca una buena idea. No quería acabar siendo vapuleado por el resto de presos.

- ¡Silver Foxy y Monkey D Luffy! ¡Al módulo tres conmigo!

La voz del funcionario lo sacó de su ensimismamiento y se levantó junto al otro recluso para seguir al guardia.
Les guiaron por un eterno pasillo y cruzaron varias puertas metálicas mientras las cámaras de vigilancia seguían sus movimientos hasta llegar a la última que rezaba en grandes letras MÓDULO 3.

Al pasar el funcionario les quitó las esposas a ambos.

- Este es Bon Clay, os enseñará el lugar, las normas y vuestras celdas, todos tuyos - dijo entregándole una carpeta

- Gracias Helmeppo, estás muy guapo esta mañana te sienta bien madrugar - le respondió con una sonrisa mientras el guardia hacía rodar sus ojos y se marchaba

Luffy estudió al preso mientras leía la carpeta, era un hombre alto y delgado con un peinado tazón y pelo negro. Se le hizo extraño ver que llevaba maquillaje en las pestañas, mejillas y labios.

- Bueno chicos seguidme, yo soy Clay el encargado de asignar a la carne fresca. Cualquier duda o movida venís a mí.
Bienvenidos al módulo tres de Impel Down - dijo abriendo los brazos para mostrarles el enorme espacio que se veía desde donde estaban.

Luffy se acercó a la barandilla y pudo observar varias plantas dos más arriba y otras dos debajo de ellos en las que estaban las celdas situadas unas al lado de otras.

- Cómo veis este módulo consta de cinco plantas, abajo está la cafetería y la cocina y por esa puerta que veis al fondo se sale al patio.
En esta segunda planta está la enfermería, la capilla y unas cuantas aulas de talleres y oficios. Ya os asignarán uno, suelen tardar una semana o dos en función de dónde haga falta gente y vuestros delitos. Evitan meter pirómanos en cocina o a peña con delitos de sangre donde haya herramientas.

Clay comenzó a caminar y los dos nuevos presos le siguieron de cerca.

- Tercera y cuarta planta son celdas y hay baños en cada una de ellas así como en la de abajo del todo entre el patio y la cocina pero allí no hay duchas, solo en los de las plantas superiores. En la quinta y última planta están los despachos de los funcionarios así que nada se os pierde allí.
Este es un módulo pequeño, solo somos unos 100 presos y el ambiente es bastante bueno ¿os han explicado como va el tema de los módulos? - preguntó deteniendo su marcha