Be my wolf~yaoi

Capítulo siete. (Go with him)

No se sentía, era una sensación cosquillante pero finalmente despertó en enfermería.

"Gracias a Dios, despertaste" Habló la enfermera entre suspiros.

"¿Q-qué me pasó?"

"Te desmayaste por una probable anemia, tranquilo llamaré a tus padres para hablar"

"No! No por favor, no lo haga"

"Cielo, es necesario para que te sientas mejor"

"Yo hablaré con ellos, se lo prometo pero no los llame"

La enfermera lo pensó demasiado pero término cediendo eso calmó a David que se quedó a descansar dos horas más allí teniendo un deja vu y uno doloroso además de su debilidad en su cuerpo, el estrujamiento de su corazón era peor así que se dedicó a derramar lágrimas ahí mismo hasta ya no poder más.

Regresó a su hogar o si es que así lo podía llamar, su cabeza daba vueltas, no quería comer ni dormir así que se quedó tirado en su cama hasta que pudo conciliar el sueño.

Despertó a las dos de la madrugada, de nuevo esos pensamiento que le quitaban salud.

Se levantó con una idea en mente que tal vez lo romperían. Tomó el celular de su madre y marcó el número correspondiente.

¿Hola?

Y colgó, llorar se había vuelto algo cotidiano y esta vez no sería la diferencia.

Llegó a la escuela sintiéndose peor que nunca, su celo se había retrasado mucho por su mala salud, ya no soltaba feromonas y ahora olía neutral simplemente horrible.

Sintió un repentino jalón, alguien lo llevaba al baño pero ya nada le importaba a ese punto.

"David..." Esa voz despertó su interior apagado de nuevo, alzando la mirada llena de brillo en ella.

"Armando..." Su voz temblaba al igual que su cuerpo.

"¿Por qué me evitas? Dímelo"

"¿De qué hablas? Tú me estas evitando, T-tú me dejaste esa noche, m-me dejaste Armando" Ya no podía ocultarlo, sus lágrimas caían sin fin quemando nuevamente las esquinas de sus ojillos.

"Yo..."

"¿Por qué? ¿Acaso no te gustaba? ¿Acaso no me amabas? ¿Por qué nunca contestaste mis mensajes?"

"Cariño dejame..."

"¿N-no fui bueno contigo?"

David terminó de rodillas en el suelo, sollozando desconsoladamente. Armando lo imitó quedando cerca.

"No hiciste nada mi cielo, pensé que me estabas evitando"

"¿Cómo?"

"Yo...rompí mi teléfono cuando...bueno estábamos haciendo eso y puse una notita para cuando despertarás pero nunca la leíste, fui yo quién te llevé a la enfermería el día que te desmayaste, se que tienes anemia, se que me llamaste esa madrugada por qué escuché tus sollozos"

"P-pero..."

"He estado tratando de llamarte pero nunca contestaste, he tratado de hablarte pero te ibas por alguna razón"

"Y-yo pensé, pensé que ya no me q-querías" David cubrió su rostro, se sentía mal por no poner atención.

"No es tu culpa, debí ser directo en la escuela. Perdoname, perdoname tanto corazón"

Armando lo tomó en sus brazos acunandolo y acariciando su espalda suavemente.

"Te amo, y no sabes cuanto" volvió a hablar Armando.

"Yo también te amo"

"¿Seguro?"

"Seguro"

Tomó la barbilla de David y besó sus labios, estaban agrietados y llenos de lágrimas pero no imporyaba, los besaría mil veces para que dejaran de estar secos y rotos él sanaría los labios de David tantas veces se lo pidiera.

Besó una y otra vez saboreando sus labios que con rapidez se volvían más suaves y lisos por la saliva de ambos, esta vez notó que David estaba tomando iniciativa hundiendo sus dedos en su cuello, sus dedos fríos le causaban escalofríos pero aún así no lo David. o.

Estando a tan corta distancia se volvían un desastre, nunca se imaginaron que necesitarán tanto de ese afecto en ese sentido.

Puso a David en la pared aprisionándolo por completo besando su cuello y pecho que ahora estaba descubierto.

"¿M-me extrañaste?" preguntó con su voz entrecortada por la excitación.

"Lo hice, cada noche rezaba para poder acercarme de nuevo a ti amor" dijo.

Lo atrajo de nuevo sintiendo las feromonas que tanto extrañaba envolviéndolo de pies a cabeza marcándose pertenencia de David que aunque el olor se vaya siempre será de él hasta la muerte sin importar que ni quienes.