Llénase la casa con el ruido de campanas. El padrino entrega una monedita de oro a su ahijado que está de visita para que la deposite en el cepo de las limosnas; feliz manada de nietos va de arriba abajo sin dejar un residuo de tranquilidad, van por la casa husmeando y jugando y no aceptan ni encargos ni regaños. Al viejo le ha dado por confesarse al fin sobre los fieles que dejó chingar durante el callismo o al menos prefirió no evitar que los chingaran; dos de los niños suben sigilosamente hasta una habitación, uno de ellos abre el arcón que ahí se encontraba y llama al otro, con pasmo ven su contenido detenidamente, con cautela lo cierran y deciden irse, se cuelan hasta el cuarto de despensa y se roban unas coca-colas. El padrino estando de vuelta en la casa le entrega a su ahijado, quien ya se despedía, un gran rosario con pesadas cuentas de plata y también una pluma dorada; él solo los usará el día en que se case y luego quedarán perdidos, mas igualmente los dejará en herencia.
ESTÁS LEYENDO
Relatos de un amigo
Short StoryHago una compilacion de distintos escritos, cuyo autor es un escritor amateur pero bastante entusiasta; un viejo amigo compañero de aventuras y cuya mente es peculiar.