Capítulo 4

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—Dame tu opinión acerca de este lugar— Yoon Gu no podía creerse el hecho de haber sido arrastrado por su jefe hasta ahí ¿Era en serio? ¿Un huerto?

Una mujer sonriente que usaba un sombrero les saludo a la distancia y Heesung caminó entre las macetas más coloridas. Saludando a las plantas en voz alta.

Por dios, que vergüenza. Pensó él que no podía dejar de mirar lo bien cuidado que estaba todo, no les tomó mucho tiempo llegar hasta ahí por lo que deducía que no estaban tan lejos de la editorial.

—¿Qué tiene usted que ver con este lugar señor?

—Heesung— fue corregido y el llamativo hombre se le acercó con una sonrisa que se le afiguraba coquetería—. Fue una de las condiciones para esta cita.

—¿Qué tiene usted que ver con este lugar Heesung?

—Mejor, pero sigue sonando a que soy un viejo— su jefe suspiró decepcionado y tomó una maceta para ponerla cerca de él—. Mira esta, es la que tiene el olor más lindo de todas.

—Es linda— mintió sin mucho interés en las florecillas, eso del amor por la naturaleza no era algo que fuera con su personalidad y, a decir verdad, había tantos olores que deseaba irse lo antes posible, él ni siquiera usaba perfume porque el olor le hacía estornudar y ahí lo tenían aspirando el polen de esas pequeñas y coloridas flores.

—Voy a contarte porque eres alguien de mi confianza Yoon Gu— Heesung se agachó para dejar la maceta y le guío por un pasillo caminando a paso lento—. Es un huerto que hice con ayuda de quien alguna vez fue mi niñera, es mi lugar más personal porque es mío. Lo hice con el dinero que he ahorrado en secreto modelando con mi boca para campañas de pastas de dientes.

—¿Qué? — le sonaba a una historia ridícula.

—Quizá no suene tan impresionante, pero es importante para mí.

—¿Tanto le gustan las flores?

—Sí. Mi abuelo que en paz descanse cuidaba del jardín de mi abuela cuando ella murió. Ella murió muy joven, tenía apenas 52 años y su jardín quedó en manos de mi abuelo que solía llevarme ahí para darme catedra de las distintas especies. Te diré algo increíble, nunca he percibido una feromona que huela mejor que las flores y vaya que he percibido muchas feromonas.

Yoon Gu no podía dejar de poner mala cara, este hombre estaba loco y contaba historias raras, sonreía cuando se acercaba a las flores y se disculpaba con las hojas que pisaba pese a que estaban tiradas en el suelo y sería inevitable hacerlo.

Le guio hasta el sitio más asombroso y plagado de naturaleza, los árboles frutales y los rosales eran protagonistas de todo aquello. Esto sí que le sorprendió, habría que dedicarle mucho tiempo a todo eso para obtener semejante imagen. Terminó bajo un árbol de duraznos mirando sus frutos y sonriendo por lo increíblemente sanos que se veían.

—Esto es increí... ¡¿Qué hace?!

—Te saco una foto. Nunca vi esa expresión en tu rostro, es muy linda.

—Tiene que borrarla, no es justo.

—Deja de estar tan molesto. Deberías relajarte— sin darle mucha importancia al problema, su jefe guardó el teléfono y le llevó por el camino de rosales dando explicaciones que no pidió, aun así y que no le interesaba, lo observó en todo momento.

De entre todos los olores que se entremezclaban, creyó percibir uno que lo devolvía a aquella noche en el auto. En su mente se activaron los recuerdos del toque de esas manos y el cosquilleo en su interior mientras era embestido por un alfa. Pensó en esas uñas que ahora se paseaban por los pétalos de los rosales encajándose en su piel y tuvo que sacudir la cabeza para apartar todas esas imágenes de él. No las necesitaba y quería borrarlas.

Antes de que intentes escapar (Jinx) - Heesung x Yoon GuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora