Parecía que los extraterrestres eran infinitos. Los androides no terminaban de aparecer y ya se estaban agotando un poco. Partes metálicas volaban por aquí y por allá, sangre morada y algunos restos de tentáculos y materia cerebral estaban esparcidos por todo el tejado. Salieron otros diez robots hacia la cornisa, las tortugas y las humanas sostenían sus armas, siendo las mexicanas las únicas que jadeaban.
—Mierda... —resopló Aria entre dientes, con el cuerpo encorvado hacia delante y apoyándose en sus rodillas, jalando enormes bocanadas de aire intentando recuperar el oxígeno perdido.
—Díganme que ya son los últimos...
Pidió en tono suplicante la de mayor estatura sosteniendo su arma con ambas manos, las cuales temblaban por el esfuerzo. El de antifaz azul iba a contestar, pero otros pasos más pesados se hicieron presentes detrás de los robots, alzándose con aire tenebroso tres figuras bastante familiares para todos.
—Ay, no... —murmuraron el líder y la pelinegra.
—Debieron hacerle caso a Karai cuando les dijo que se fueran —habló el perro famélico y negro de ojos amarillos, pasando la lengua por su hocico. La mencionada apretó los puños molesta, sosteniendo su arma con mayor firmeza.
—Así nunca vamos a ganar... —dijo Lexi al aire, sintiendo sus piernas flaquear un poco.
—¿Qué hacemos, Leo? —cuestionó la pelirroja dirigiéndole la mirada. Él se quedó pensando un momento antes de afirmar el agarre en sus katanas, tomando una decisión para completar la misión lo antes posible y hacer una retirada pronta.
—Alex, tú y Donnie vayan por lo que necesitan —ordenó en un susurro. Los mencionados compartieron una mirada rápida, sonrieron y asintieron.
—¿Y por dónde van a entrar? —preguntó la de cabello corto— La única entrada está detrás de ellos.
—Les abriremos paso —respondió el de banda roja apretando el mango de sus sais, preparándose para pelear.
—Esta noche cenaremos sopa de tortuga, y tal vez... probaremos la carne humana —rugió el tigre, sacando sus pistolas de plasma y hielo.
No esperaron mucho más para lanzarse a la batalla. Karai y Leonardo se enfrentaron contra el felino; Donnie y Mikey fueron a por el canino; Rapha por Cara de Pez y las últimas jovencitas contra los robots restantes. Una vez los extraterrestres fueron destrozados, Aria corrió hacia el perro, haciendo una voltereta en el aire y aterrizando agraciadamente justo en su hocico, haciéndolo caer de cara hacia delante por el repentino desbalance.
—¡Ya vete, Donnie! —le gritó ella, poniéndose del lado del pecoso.
El de orbes carmín asintió y guardó su bo, encontrándose con la de cabello morado para correr hacia la entrada del edificio. Lograron ingresar sin ningún otro contratiempo, topándose con pasillos monótonos que vieron las latinas cuando las secuestraron a esta dimensión.
—Carajo, todo se ve igual. ¿A dónde debemos ir? —cuestionó la chica viendo hacia ambos lados del pasillo. Donatello pensó brevemente.
—Por acá, vamos.
Tomó la mano ajena y comenzaron a correr a la derecha, causándole un leve sonrojo a Alex. En su trayecto tuvieron que esconderse algunas veces para evitar ser detectados por los Kraang que corrían en la dirección por la que llegaron, así que suponían que iban por buen camino. Eventualmente llegaron a una bodega que tenía muchas partes y repuestos de tecnología alienígena.
A ambos les brillaron los ojos al ver semejante botín, tomando todo lo que Donnie y la cangurera de Alex pudieron aguantar. Una vez cargados hasta el tope, pero no tanto como para no poder pelear en caso de ser necesario, el chico decidió hacer algo gracioso para hacer reír a la contraria.
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Come Back Home || TMNT Fanfic
Fanfiction¿Alguna vez se han preguntado si los viajes interdimensionales existen? ¿Si es verdad que existen más realidades además de la nuestra? Este fue el caso de dos mejores amigas, estudiantes universitarias, quienes experimentaron un viaje a otra realida...