Desde el momento en que la conoció, Tom supo que Maca era especial, y estaba decidido a hacer todo lo posible para demostrarle su amor y dedicación.
Sin embargo, antes de planificar su gran sorpresa en la Torre Eiffel, Tom sabía que tenía que obtener la aprobación de las personas más importantes en la vida de Maca: sus abuelas. Estas dos mujeres cariñosas habían cuidado de Maca desde que era una niña, brindándole amor, apoyo y sabiduría a lo largo de los años. Tom entendió la importancia de ganarse su confianza y respeto antes de proceder con su plan romántico.
Con determinación, Tom se dirigió a la modesta casa donde vivían las abuelas de Maca. Llamó a la puerta con un ligero nerviosismo, consciente de la importancia de la ocasión. Cuando las abuelas abrieron la puerta y lo recibieron con amabilidad, Tom se sintió aliviado y esperanzado.
Con humildad y sinceridad, Tom explicó sus sentimientos por Maca y su deseo de llevarla a la Torre Eiffel para una cita romántica. Les aseguró que su intención era hacer feliz a su nieta y demostrarle su amor de la manera más especial posible. Las abuelas escucharon atentamente las palabras de Tom, observando su expresión y captando la sinceridad en su voz.
Después de un breve momento de reflexión, una de las abuelas sonrió con ternura y extendió su mano para colocarla sobre el hombro de Tomd
— Es evidente que tienes buenos sentimientos hacia ella, y eso nos tranquiliza— La otra abuela asintió con aprobación, agregando
—Pero debes prometernos algo, Tom. Debes prometernos que cuidarás de Maca con todo tu corazón y que siempre la tratarás con el respeto y la bondad que se merece.—Tom asintió con fervor, sintiendo una oleada de gratitud y alivio.
—Lo prometo— dijo con determinación. —Cuidaré de Maca y la amaré con todo lo que soy.—
Las abuelas sonrieron con satisfacción, sintiendo en el corazón la sinceridad de las palabras de Tom.
Con el permiso otorgado y las bendiciones de las abuelas, Tom se dispuso a planificar la sorpresa perfecta para Maca. Con la ayuda de algunos amigos locales, organizó una velada mágica en la Torre Eiffel, completa con una cena íntima y una vista espectacular de la ciudad de París iluminada por la noche.
Cuando llegó el momento de revelar su sorpresa, Tom llevó a Maca a la base de la Torre Eiffel, donde la esperaba una mesa elegantemente decorada con velas y flores. Maca se quedó sin aliento ante la belleza del escenario, y sus ojos se llenaron de asombro y gratitud al darse cuenta del esfuerzo que Tom había puesto en hacerla sentir especial.
Durante la cena, Tom y Maca compartieron risas, conversaciones profundas y miradas cargadas de amor. Bajo el cielo estrellado de París, se sintieron más unidos que nunca, fortaleciendo su vínculo y creando recuerdos que atesorarían para siempre.
Después de la cena, Tom llevó a Maca a la plataforma de observación de la Torre Eiffel, donde contemplaron juntos las impresionantes vistas de la ciudad. Con los brazos alrededor el uno del otro, se prometieron amor eterno y una vida llena de aventuras juntos aún cuando no estaban juntos.
Mientras observaban las luces parpadeantes de París extendiéndose ante ellos, Tom supo que su decisión de pedir permiso a las abuelas de Maca había sido la correcta. Su gesto de respeto y consideración no solo había asegurado su bendición, sino que también había fortalecido su relación con Maca y había creado un momento inolvidable que ambos recordarían con cariño en los años venideros.
Con el corazón lleno de amor y gratitud, Tom y Maca se abrazaron con fuerza, sabiendo que su amor estaba destinado a perdurar mucho más allá de esa noche mágica en la Torre Eiffel. Y mientras se alejaban de la icónica estructura, tomados de la mano, sabían que su futuro juntos sería tan brillante como las luces de la ciudad que los rodeaban.
Ellos no lo sabían, las abuelas si, pero el futuro les estaba sonriendo, más al actor aún sabiendo que su antigua historia de amor estaba rota, Maca sin querer lo estaba ayudando a seguir adelante y no había duda de que aún cuando supiera la verdad la chica estaría aún más dispuesta.
Después de disfrutar de una cena encantadora en la base de la Torre Eiffel, Tom sacó su cámara y le pidió a Maca que posara para algunas fotos. Con la Torre Eiffel brillando majestuosamente de fondo, cada instantánea capturaba la belleza y la magia de ese momento especial entre ellos.
Maca, radiante y feliz, se dejó llevar por la emoción del momento, sonriendo dulcemente para la cámara mientras Tom capturaba su belleza con cada clic. Cada fotografía era un testimonio del amor que compartían y de la conexión única que los unía.
Entre risas y miradas cómplices, Tom y Maca exploraron diferentes ángulos y poses, creando recuerdos que perdurarían mucho más allá de esa noche mágica en la Torre Eiffel. Con cada imagen, se fortalecía su vínculo y se afianzaba su amor mutuo.
Después de una sesión de fotos llena de diversión y romance, Tom guardó su cámara con una sonrisa de satisfacción. Sabía que esas fotos serían tesoros preciosos, recuerdos tangibles de su amor y de la hermosa noche que habían compartido juntos.
Maca se acercó a él y le dio un tierno beso en la mejilla, expresando su gratitud por haber capturado esos momentos tan especiales. Juntos, continuaron su aventura bajo las luces parpadeantes de la Torre Eiffel, con el corazón lleno de amor y la certeza de que su historia juntos estaba solo comenzando.
