Pov Mina:
Mi mente, las ideas, los pensamientos, su recuerdo, su imagen, me estaban torturando.
Mi cabeza era un caos, yo por completo lo era.
No podía diferenciar lo bueno de lo malo porque de pronto estaba haciendo corto circuito al preguntarme cómo algo que se sentía tan increíble podría estar tan mal. Casi cualquier persona de este pueblo o del mundo diría que todo lo que estaba pasando era antinatural, pero ¿Qué era lo que estaba sintiendo en realidad? ¿Qué era lo que sentía ella?.
Lo mío, no podía definirlo aunque pareciera la descripción del sentimiento más poderoso existente. Lo de ella, lo desconocía aunque quería imaginar que era lo mismo y totalmente correspondido.
¿Me estaba alejando de Dios? No es como si ella fuera satanás haciéndome perder la cordura pero en realidad si lo hacía. No podía pero si quería sentir todo lo que traía su presencia, aún cuando engañara al mundo. De todas maneras no podía engañar a mi Señor porque Él ya lo sabía todo, incluso mi destino.
Debía aclarar las cosas y si seguía escapando era algo difícil.
Entonces me levanté de mi cama y salí en pijama y sin mi hábito. Me convencí que eso no era algún tipo de señal porque en realidad yo no pensaba abandonar mi vida religiosa ni renunciar a los votos ni compromisos con la iglesia, pero seguía en dirección a la habitación de esa chica que ponía mi mundo al revés.
Cuando estaba por llegar me sentí un tanto extrañada al ver a unos metros de distancia a la joven Kim Dahyun en pijama fuera de la habitación de la señorita Son. Me escondí para entender qué pasaba, Dahyun tocó la puerta y en segundos Chaeyoung salió vestida con ropa informal y con una mochila. Comenzaron a caminar con cautela por el pasillo y obviamente las seguí sigilosamente desde cerca.
Finalmente llegaron al patio cercano al gimnasio, cruzaron un par de palabras, se dieron un abrazo y la señorita Son comenzó a subir por la reja.Si trataba de escapar definitivamente no lo permitiría.
Terminé de acercarme y la detuve, ella ni siquiera me miró y estuvimos todo el camino de regreso envueltas en un incómodo silencio. A pesar de todo, no quería que ninguna de las dos tuviera problemas con alguien más por lo que terminamos en mi habitación.
—¿Se puede saber qué sucede? — Intenté sonar severa pero mi voz salió suave. Ningúna hablaba, la señorita Kim permanecía con un notable nervioso y la señorita Son seguía sin levantar la mirada, no parecía avergonzada más bien desanimada — no quiero que lleguen a tener problemas pero si no solucionan esto conmigo me veré obligada a informarle la situación a la madre superiora
—Dahyun no tiene la culpa de nada, estaba tratando de detenerme porque iba a escaparme. Así que si alguien debe tener problemas soy yo
Sabía que no decía toda la verdad, menos si no era capaz de mirarme a la cara aún, pero lo acepté, quería resolver el dilema solo con ella.
—Bien... Señorita Kim, puede retirarse, pero mañana hablaré mejor con usted
—Gra-gracias hermana Myoui y... Por favor no sea tan dura con Chaeyoung
Fué todo lo que dijo antes de prácticamente salir corriendo de la habitación, dejándonos así, completamente solas en un silencio peor que el de antes.
—Señorita Son. Me gustaría saber la verdad
—Ya se la dije, estaba escapando y lo hubiera logrado si no fuera porque usted me detuvo
Recordé cuando ella me habló de libertad ¿A esto se refería?. Decidí ser sutil con mis palabras para evitar que pudiera alterarse.
—¿Por qué desea eso?... ¿No se siente cómoda?
—No
—¿Puedo saber por qué no?
—Porque no... — al parecer tenía una lucha interna, no obstante terminó diciendo todo —No me gusta este lugar. Odio las misas, odio las reglas, odio la religión, odio la falsa esperanza, odio las buenas acciones con dobles intenciones, odio que digan que Dios es amor cuando ese estúpido sentimiento ni siquiera habita en nadie de este mugroso pueblo... Simplemente odio todo
Era una declaración sumamente fuerte pero ella no hablaba por hablar. Si se sentía así, yo quería darle una razón para que se diera cuenta que no todo estaba perdido.
—Señorita Son ¿Puede mirarme?
—No
—Por favor, necesito volver a ver la sinceridad en sus ojos
—No quiero hacerlo, fuí lo suficientemente sincera
—Míreme
—Si no lo hago no llegaremos a ningún lado ¿Verdad?
—Probablemente no
—Entonces prefiero pasar la noche evitando su mirada
No lo aguanté, me arriesgué acercándome a ella poniendo una de mis manos bajo su barbilla y levantando su cabeza con suavidad. No fué suficiente porque en un acto de rebeldía cerró los ojos y sin pensarlo, subí mi mano hasta que mis dedos se deslizaron por su rostro para darle una sutil caricia. Supe al fin qué tan suave podían ser sus cálidas mejillas que de un momento a otro se volvieron carmesí.
—Mírame... Por favor mírame Chaeyoung
Sus ojos se abrieron con lentitud y pude ver nuevamente ese mar chocolate.
Por alguna razón parecía impresionada, sus ojos empezaron a vagar por todo mi rostro y con inseguridad su mano subió a mi cabello, enredo sus dedos en un mechón y la escuché decir algo que alteró mi ser por completo.
—Si pudiera navegar por la suavidad de cada fibra del manto que cubre su cabeza me sentiría tan dichosa como hace segundos que lo ví por primera vez... Usted es extremadamente hermosa Myoui Mina
Mi mente se pintó de blanco...
Mi mente se llenó de ella...
La otra mano que tenía libre fué a posarse sobre su otra mejilla y mis ojos recorrieron también su rostro permitiendome así, detallarlo sin pudor.
Sabía que no existía la perfección, que solo Dios era digno de ser llamado perfecto, pero buscaba una palabra para definir a la persona frente a mí y contra todo, solo pude pensar en lo perfecta que ella era.
Otra vez me encontraba apreciando sus labios sin moverme sin poder ignorar la lluvia de preguntas que surgían en mi cabeza y que eran referentes a ellos, pero había una predominante.
¿Cuál sería la sensación de un primer beso con ella?
No sé si tuvimos el mismo anhelo pero nos acercamos tanto que mi nariz estaba tocando la punta de la suya y mientras nuestras respiraciones se mezclaban, simplemente cerré los ojos y no me importó nada más.
Sus benditos labios se posaron sobre los míos y sentí al instante la calidez de la que eran dueños. Aunque solo era un ligero toque, una tierna presión, pronto nació una danza singular, su suavidad se hizo parte de mí y terminé de enloquecer.
Que experiencia tan celestial...
¿Podría existir algo mejor?
¿Podría arrepentirme ahora?
¿Podría negar que sentía algo sumamente profundo e intenso por ella?
Lo que estaba pasando era totalmente desconocido para mí y no creía que hubiera comparación porque el nombre Son Chaeyoung podría repetirse pero solo había una persona como ella en el mundo y en mi mundo, por eso podía regañarme internamente a mi misma y decir "que insensatez" aún cuando seguía hundida y perdida en un vaivén constante... No se detenía y yo ya estaba a pasos de la muerte, solo por la caricia de sus labios sobre los míos.
Podría parecer una exageración, una hermosa metáfora y tal vez lo era pero en ese momento podía afirmarlo. Era la mejor y más maravillosa muerte a la que podría entregarle mi último aliento y si tenía que morir una vez o 2 o 3 o tantas veces que llegara a perder la cuenta, necesitaba que fuera junto a ella.
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Libertad Divina - Michaeng
Fanfic~ Libre con ella, prisionera de ella ~ En la década de los 50's no era fácil vivir en Gidomaeul, un pequeño pueblo en donde la vida de sus habitantes giraba en torno al cristianismo. La joven Son Chaeyoung lo sabía muy bien, había estado toda su vid...