La muerte, el fin de una vida, de una historia, el fin de lo que existe, pero también, el inicio de algo
Una joven de diecisiete años, amantes de las carreras de fomula uno pero con una terrible enfermedad, pues aquel mal que en sus sangre habitaba...
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Todo el mundo se había detenido, en menos de veinticuatro horas la noticia de que Checo Pérez había sido asesinado le dio la vuelta al mundo, las autoridades habían logrado atrapar a un chico a las afueras del autodromo hermanos Rodriguez, aquel chico de sudadera oscura y comportamiento extraño fue arrestado y tras sacarle aquella arma blanca con la cual cometió el delito fue arrestado y condenado a algunos años en prisión
La pequeña reencarnada tenía la vista perdida mientras el neerlandés limpiaba sus manos tratando de limpiar cualquier rastro de sangre, el mayor podía ver como aquellas lágrimas seguía escurriendo por aquellas mejillas sin consuelo alguno
-Zoe... -Dijo el neerlandés llamando la atención de la menor, la cual volteo a verlo
-Todo va a estar bien, si? -Dijo a lo que pudo ver como la menor tragaba gordo antes de asentir con la cabeza
-No te voy a dejar sola... -Dijo el mayor a lo que la menor solo volvió a asentir
Le menor solo se hizo hacia adelante y abrió al mayor, aferrándose de su cuello mientras dejaba que aquellas lágrimas volvieran a salir, al igual que varios sollozos
El funeral del tapatío fue algo devastador, primero fue la familia, algo privado, en donde podías encontrar a los más sercanos
La menor estaba hasta el fondo de aquella multitud y en la puerta de aquel lugar pudo ver a una chica, una joven de cabellos castaños oscuro y ojos del mismo tono, llevaba una chamarra roja con capucha y un pantalón de mezclilla junto a una botas, la menor se lequedo viendo por un tiempo antes de hacercarse a ella
-Paso muy poco desde la última vez que te vi... -Murmuró la reencarnada viendo a la mas alta
-Lo lamento... se que lo querías... y se que aun no era su momento... tenia una larga vida por delante... -Murmuró la chica sin ver a la menor
-Entonces porque... porque lo hiciste...? -Murmuró mientras su voz se quebraba
-Sabes bien que yo no decido estas cosas... solo obedezco a mi señora... -Murmuró con tristeza
-Porque viniste? -Pregunto molesta mientras secaba sus lágrimas
-Solo quería verte... aun recuerdo aquella calidez con la que una ves me recibiste... esa sonrisa llena de cariño que me dedicaste... eres una de las pocas que no me trato mal.. -Murmuró la joven por lo bajo
-Mejor vete... no me siento bien... y tu no tienes la culpa, al fin y al cabo solo recibes órdenes... -Murmuró la menor molesta
-Yo veré que pase sin problemas... lo prometo... aunque a decir verdad... se niega de dejarte... -Volvió a hablar la mas alta antes de que la menor cerrara los ojos
Cuando la pequeña los volvió a abrir aquella chica ya no estaba, cosa que hizo que la menor soltara un suspiro pesado mientras aquellas lágrimas volvían a caer
