Tower

Playa

Tower

Mi confinamiento era voluntario, no me sentí con ganas de pisar la calle fuera de mi residencia, mamá se estaba ocupando muy bien de todos los tramites lo que me ayudaba a descansar totalmente de todo lo que había pasado. Había planeado ir a visitar a mamá, pero al saber que Bianca me había vendido por un simple capricho decidí romper toda comunicación con ellos.

-¿Durmió bien mi señor? - pregunto Hiro

-Tuve un sueño muy raro - me levante - Pero sigue siendo el mismo, solo veo a Becca en sueños - conteste

-Lo a comentado mucho mi señor, puede bajar ya, el desayuno esta servido - aviso y salió

Sabía que la relación que habia tenido Hiro con ese mocoso de Josue lo estaba afectando, no era el único, tenía tantas ganas de ver a Becca.

- Buenos días mi Señor - saludaban las mucamas

-Buenos días Teresa y Sabrina - lo más tranquilo posible

-Tenemos muchas reuniones ahora jefe - entro Hiro con su Ipad - tiene reunión con su madre y los ministros, su jefe de fabrica en Holanda le urge contactarlo, las plantaciones en España necesitan ser verificadas y algunos de sus orfanatos en Italia quieren que asista a sus festivales - termino de leer la lista

-Deja que me tome el café y trabajo - me queje

-Mi señor - me llamo Sabrina

-Tengo mucho que hacer, por favor díganme sus peticiones antes de que me encierre en mi oficina - rogué tragándome mi café

-Disculpe que le quitemos su tiempo libre, pero queríamos pedirle que si nos puede dar la tarde y noche libre - pidió Sabrina

-Dejaremos la limpieza y la comida hecha - afirmó Teresa

-si terminan antes del mediodía pueden retirarse - acepte

-Muchas gracias mi señor - y se fueron

-¿Quiere trabajar o dormir? - pregunto

-Trabajar, si me dejas que piense haré locuras - me levante y fuimos a mi oficina

Becca

El viaje a Escocia me había dejado totalmente molida, pero el que iba peor era Josue.

-Vamos a las residencias - ordene

-Otro maldito viaje - se quejo Josue

-Te aguantas animal - le dije

El solo me miró con molestia, el viaje fue a la primera playa del norte donde la residencia era custodiada por muchos guardias.

-¿Que se les ofrece? - pregunto uno de los guardias

-Becca Edevane, amiga de la familia - me presente mostrándole mi documentos

-Esta residencia está en reparación señorita, puede retirarse - aviso

-Muchas gracias - y salimos de ahí

-¡Es la otra residencia! - grifo Josue de Alivio

Llegamos al pueblo para tomar un descanso y comer algo, lo que me hizo sentir culpable ya que mis hombre si tenían hambre.

-Pidan lo que quiera para llevar y comer acá - les dije a los 8 pelones que venían conmigo

-¡Muchas gracias patrona! - gritaron y entraron al restaurante

Luego de algunas horas de comer y saciarse regresamos al camino, todos iban más animados que de costumbre.

-Gracias - susurro Josue