CAPÍTULO II: El Primer Encuentro

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Marte y Venus estaban tirados junto a un montón de asteroides, estaban realmente heridos por el repentino bombardeo por parte de las Lunas de Saturno y Júpiter, frente a ellos estaban Ganimedes y Europa, Una parecía más arrepentido que el otro.

—¿Están seguros de que este es el camino que quieren tomar para defender a un mimado y egocéntrico planeta?—Les pregunto Ganimedes a los dos planetas que solo lo miraban desafiantes.

—No hay duda en mi mente—Marte se torció un poco debido al dolor en su corteza—No me importa si ya no somos amigos, protegeré a la Tierra y a sus terribolas—Ambas lunas parecían disgustadas por ese comentario.

—Sí... Lo que dijo—Venus ni siquiera era capaz de hablar debido a las constantes explosiones en su corteza por el impacto de los asteroides.

—Chicos... Por favor—Ganimedes parecía realmente preocupado, no quería hacerles daño a Venus y Marte.

—Si no se detienen, nosotros tampoco—Marte agarro un asteroide amenazando al ejército de lunas frente a ellos.

Ganimedes miro de reojo a Europa buscando su opinión, pero tan pronto vio la mirada furiosa de esta sobre los planetas, tomo un semblante serio.

—Acaben con ellos—Ordeno comenzando a irse junto a Europa.

Ambos planetas estaban preparándose para la siguiente oleada de bombardeos de asteroides.

Pero justo cuando las lunas estaban por lanzar sus asteroides, una voz los detuvo.

—¿Qué creen que están haciendo?—Todos, incluidos Ganimedes y Europa, se giraron hacia donde provenía la voz, era Tierra.

—Vaya, vaya, pero miren quién tenemos aquí—Europa comenzó a dirigirse hacia el planeta lleno de vida, quien solo la miraba con un semblante serio—El planeta más egocéntrico y narcisista de todo el sistema solar.

Ganimedes fue detrás de ella, con un asteroide junto a él, listo para lanzárselo en cualquier momento a Tierra.

—Dije, ¿qué creen que están haciendo?—Tierra miraba de manera seria a todos, Venus y Marte lo miraban sorprendidos, nunca habían visto esa faceta de Tierra.

—¡Tierra, huye de aquí!—Le grito Marte ganándose la mirada preocupada del planeta—¡Están detrás de ti, quieren destruirte y dañar a tus terribolas!

—¡Nosotros lo distraeremos!—Venus trato de recomponerse, pero se sentía tan débil que solo pudo temblar.

Una mirada de Ganimedes fue suficiente para que las lunas comenzaran a rodear a los tres planetas para que estos no huyeran a ninguna parte, esto solo alarmo a Venus y Marte que estaban preocupados por Tierra, pero este no parecía importarle en lo absoluto.

—Dejen ir a Venus y a Marte—Miro a Ganimedes y Europa—Y dejaré que hagan lo que quieran conmigo—Los otros dos lo miraron entre preocupados y molestos.

—¡¿Eres idiota?!—Venus fue el primero en regañarlo—¡No te vamos a dejar aquí con estos locos!

—¡No lastimen a tierra, por favor!

—Es lo que merezco—Dijo casi en un susurro, pero ellos lo lograron escuchar, no podían creer que eso saliera de la boca de Tierra.

—Aunque es tentadora la oferta—Ganimedes se acercó cada vez más a Tierra—Todos los planetas merecen un merecido por despreciarnos como lunas. Ignoren a Venus y Marte por el momento, ataquen a ese narcisista.

Tierra entrecerró sus ojos viendo como todas las lunas alzaban sus asteroides listos para atacarlo.

—¡Ataquen!—Todos lanzaron los asteroides hacia tierra.

—¡No!—Gritaron Venus y Marte creyendo que esos asteroides destruirían a Tierra, pero de un momento a otro este ya no estaba allí.

—¿No han oído que jamás deben darle la espalda al enemigo?—Ganimedes y Europa giraron encontrándose de frente a Tierra, quien les lanzo un par de asteroides, lastimándolos.

—¡Mierda!—Grito de dolor Europa—¡¿Qué esperan ¡Ataquen! 

Las lunas de nuevo bombardearon a Tierra con asteroides, pero este simplemente los evadía, parecía un experto porque ni uno solo logro rozar su corteza.

—Necesitan más que asteroides para que puedan hacerme algo.

—¡¿Realmente crees que a alguien le importas?!—Le grito Europa—¡Lo único que has hecho es lastimar a los demás, solo por tener vida, por ser un planeta!—Le lanzo un asteroide qué logro evadir, pero que lastimo a Marte—¡¿Ves?! ¡Lo único que haces es lastimar a tus amigos, no mereces estar VIVO!

Esas palabras parecieron hacer eco en Tierra, porque se detuvo mientras bajaba la mirada. Los otros dos planetas lo miraban angustiado, ¿qué le ocurría? ¡Debía evadir los asteroides! 

Ganimedes aprovecho la debilidad de Tierra y le lanzo varios asteroides, pero este ni se inmutaba en evadirlos, cada vez estaban más cerca...

—¡Tierra, muévete!—Grito con gran angustia, Venus tratando de moverse hacia el planeta con vida.


En Busca del PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora