En Busca del Perdón

CAPÍTULO IV: ¡Equipo Planetario!

VENUS

Marte y yo descansábamos en la órbita de Tierra, lo cual era extraño, Sol debió haberse dado cuenta hace mucho, pero no nos gritó ni nos lanzó una llamarada solar.

Aprovechamos esto para recuperar fuerzas, teniendo en cuenta que Tierra nos curó un poco, quién sabe como, solo sabíamos que ya no nos sentíamos tan mal. En todo ese tiempo Tierra no nos dirigía la palabra, solo vigilaba los alrededores, se acercaba a mirar nuestras heridas y hablaba seriamente con Luna, de quién sabe qué.

Era algo raro e incómodo, Tierra era tan extrovertido y parlanchín, pero ahora parecía tan reservado, tímido y aburrido, algo que jamás en mis miles de millones años me podría haber imaginado. De cierta forma extrañaba a la Tierra de antes.

—Chicos—Nos llamó Luna acercándose a nosotros.

—¿Qué pasa?—La voz de Marte sonaba tan adormilada, creo que fue quien recibió más daño de los dos.

—Necesitamos hablar—Ese tono me preocupaba, Luna se alejó y se dirigió donde estaba Tierra.

Otro detalle que pude notar es que Tierra miraba mucho hacia el Sol, y aunque no es nada extraño, Tierra jamás lo miraba por tanto tiempo, él tenía un miedo constante a que se convirtiera en un gigante rojo y lastimara a sus terribolas.

Marte y yo nos dirigimos hacia ellos y nos hicimos al lado de Luna, no queríamos que las cosas entre nosotros se volvieran más tensas.

—¿Qué pasa?—Pregunte con mi tono molesto, aunque realmente no lo estaba.

—Debemos idear un plan—Soltó Luna fríamente—Eso que vieron en el cinturón de asteroides no es nada—¡¿Qué?!—Planean reclutar a las lunas de Neptuno y Urano, si es que ya no lo hicieron.

Marte y yo éramos los perplejos en esta situación, porque Tierra parecía no inmutarse en lo absoluto, tenía un semblante sereno, aunque ahora que lo pienso, tiene unas grandes ojeras y sus ojos parecen un poco rojos.

—Fobos y Deimos están con ellos.

Marte casi hizo un chillido de asombro y decepción al escuchar que sus lunas estaban contra ellos, contra él.

—¿E-estás seguro?—Pregunto buscando algún tipo de confusión en Luna, pero basto solo una mirada para saber que no mentía.

—¿Quién es el líder?—Por fin hablo Tierra.

Era realmente estúpida su pregunta, era obvio que era Ganimedes, pero para mí era mejor que dijera estupideces a no escucharlo hablar.

—Es Titán—¡¿Como, el fan y acosador de Tierra?! Aunque con la forma en que lo trato era obvio que no se quedaría sin hacer algo al respecto—Pero Ganimedes y Europa lo están utilizando. Sobre todo Europa, ella está controlando a Ganimedes, así que prácticamente Europa es el cerebro que opera a todos.

Nos quedamos en un rotundo silencio, ¿cómo podríamos parar esto sin que nadie saliera herido? Aunque con lo que acabamos de vivir, es obvio que la violencia, por el momento, es la única respuesta.

—Y sí...—Tierra rompió el silencio mirando a cualquier lado menos a nosotros, parecía realmente tímido, ¿qué pasaba con él?—¿Y si hablo con ellos? Tal vez pueda resolver esto de manera pacífica, después de todo van detrás de mí. Yo soy su objetivo.

Este idiota.

—¿Te escuchas?—Lo miré realmente molesto—Tú mismo lo dijiste, eres su objetivo, ya demostraron que no quieren la paz, quieren darnos una lección a todos los planetas, aunque el error haya sido tuyo, todos vamos a pagarlo.

Vale, mala elección de palabras.

Vi como sus ojos se enrojecían más y simplemente bajaba la mirada, quise decirle algo, lo que sea, pero no salió nada. Marte me miro con desaprobación y Luna parecía querer lanzarme un asteroide.

—Tierra—Marte lo llamo suavemente en busca de no afectar más el estado raro en el que estaba Tierra—Es... Tierno de tu parte que quieras entablar una solución pacifica, pero ellos están realmente molestos como para querer escuchar a alguien.

—Y como dije, Europa es prácticamente la líder y no quiere escuchar a nadie, ni siquiera a las lunas—Luna también se esforzó por hacer entender a la Tierra—Debemos encontrar otro modo.

—¿Y si me entrego?—¡Este idiota! Los tres lo miramos enojados e incrédulos—Ellos... Solo quieren su venganza por lo que dije de ellas, si me entrego y dejo que hagan lo que sea que quieran hacer, tal vez nos dejen en paz, solo debo convencerlos...

—¡¿ERES ESTÚPIDO?!—Grite acercándome amenazantemente a él, pude notar la molestia en Luna y Marte al dirigirme así a él, pero los ignore—¡SI VAS CON ELLOS, SOLO TE VAN A DESTRUIR! ¡DEJA DE BUSCAR EXCUSAS PARA ESCAPAR DE TUS ERRORES!

Solo dejé de gritar cuando vi las lágrimas que se acumulaban en los ojos de Tierra, inevitablemente solté un sonido ahogado debido al asombro.

—Tierra... Y-yo—No pude decir nada más porque Tierra se alejó y detrás de el Luna.

Marte y yo nos quedamos estáticos viendo como a lo lejos Luna parecía consolar a Tierra, mientras este simplemente volvía hacer lo mismo, mirar hacia el Sol.

—Amigo, entiendo tu punto. Estás preocupado por Tierra, yo también lo estoy, pero él... Está extraño, parece muy inestable y sumado a la Revolución Lunar, no creo que sea buena idea tratarlo así. 

Mire como las lágrimas de Tierra flotaban en el espacio y sumado al regaño de Marte, me estoy sintiendo realmente culpable. No era mi intención hacerlo llorar, pero nada de lo que él dijo iba a permitirlo, prefería que esas estúpidas lunas destruyeran mi corteza a permitir que siquiera intentaran tocar a Tierra. Primero muerto a que eso pase.

—Busquemos una manera, pero ya sabes. Tratémoslo bien.

Yo solo asentí.

Luna y Tierra estaban regresando, pero Tierra parecía mucho más decaído que hace rato y Luna mucho más furioso.

—Tierra propuso un plan—Dios, en cualquier momento Luna con su mirada va a perforarme.

—Em...—Me miraba con duda y miedo, esta situación me estaba partiendo el núcleo, no quiero que sienta que lo voy a insultar o tratar mal, solo... sobre reaccione, pero yo me preocupo por él—Creo que debemos hacer lo mismo que ellos están haciendo si queremos que nos escuchen—Marte y yo lo miramos sin entender—Es decir, hagamos un equipo... ¿Planetario?—No pude evitar reírme, esto hizo que los demás soltaran una pequeña risa.

Tierra giró hacia otro lado avergonzado y algo triste, miro hacia nosotros y le dijimos con la mirada que siguiera diciendo su plan.

—Marte y Venus podrían ir con Júpiter y Saturno, tratar de convencerlos de que se unan y que ellos vayan a decirles a Neptuno y Urano—Marte y yo asentimos—Luna, tú podrías tratar de ir con Titán, puedo notar que te ha tomado cariño, si logras convencerlo de que esto es una mala idea, él podría hacer que algunas lunas se retiren de este conflicto, al menos las lunas de Saturno—Luna le sonrió mostrando que estaba de acuerdo—Yo... Hablaré con alguien que nos puede ayudar—Lo miramos un poco dudosos, ¿y si se entregaba a las lunas?—Estaré bien—Por fin sonrió, no pude evitar sonreír también.

Él se dio la vuelta, pero se detuvo abruptamente.

—Solo si quieren, no quiero que piensen que los estoy obligando, podemos pensar en otra cosa—Nos miró temeroso, como si fuésemos a odiarlo y pensar mal de él.

—Lo haremos Tierra, no te preocupes—Marte le sonrió de manera cómplice, como lo hacían antes.

Él asintió y finalmente se fue.

—Manos a la obra.