Capítulo 3

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Pov. San

Me encontraba en un gran problema, solo que no sabía cual con exactitud.

¿Cómo termine aquí?, estaba en el estudio de uno de los alfas más poderosos, y cabe destacar, el más peligroso de todos.

Maldecía a mi tía por convencerme de venir a vivir con ella, simplemente hace unos minutos me encontraba camino a casa cuando de la nada, unos betas grandes y fornidos me tomaron en brazos y metieron a un auto sin decir nada. Al llegar aquí me dieron como simple explicación que el alfa Lee quería verme.

No niego que ya hace tiempo me había llamado la atención el conocerlo en persona, y ahora ansiaba mi encuentro con él, solo lo había visto por medio de revistas o la televisión, quería descubrir si era mucho más guapo en persona o solo lo hacían parecer jodidamente caliente. Y no me culpen por eso, las malditas hormonas son las culpables.

Por lo menos de una cosa estaba seguro en todo esto, y es que no había hecho nada malo en lo que a mi concierne, sin embargo, dudaba que se me diese la palabra para defenderme de cualquier acusación que pudiera tener en mi contra.

- Choi San- se escuchó como se abrían las puertas y la potente voz de Jeong resonó en la sala. Por mi parte mi cuerpo se estremeció al escucharla.

- Alfa Jeong- dije haciendo una reverencia y ladeando un poco el cuello en señal de sumisión, cualquier cosa que suceda, sabía que si le faltaba al respeto él no dudaría en arrancarme la garganta, no por nada poseía la reputación que tenía, inclusive el aura que le rodeaba me decía "peligro" en letras grandes y mayúsculas.

- ¿Sabe por qué se encuentra aquí, Choi?- dijo sentándose en una silla del otro lado de su escritorio y posicionando su codos sobre el, entrelazando sus dedos y mirándome fijamente.

Yo negué ligeramente, y eso al parecer lo molestó un poco, o al menos eso fue lo que sus facciones me demostraron, yo me encontraba temblando, jamás me había gustado tratar con este tipo de personas. Pero lo peor del asunto es que era cierto lo que decían de él, eran tan apuesto que me asustaba el hecho de que mis pantalones ahora estuvieran más apretados.

- Cuando yo haga una pregunta quiero que contesten con palabras, Choi- informó y continuó hablando un poco más relajado- Un omega te acusó de haber sido escuchado hablando sobre algo muy importante para mi.

Rápidamente busco en mis recuerdos, sin embargo no logro encontrar algo que tenga que ver con él.

- P-per- no me dejó hablar, pues su voz se alzó un poco más firme.

- No he terminado de hablar todavía- dijo, y yo cerré la boca de inmediato.- Quiero saber sobre todo lo que sabe de la beta llamada Yuri, y todo lo que le ha comentado sobre su plan de molestar a un pequeño omega, cabe destacar que sé con exactitud que se trata de su prima, por lo que cualquier intento de desvincularla con usted es rotundamente imposible- dijo recargándose en el respaldo de su silla esperando mi respuesta.

Mentalmente me golpeé, todo el asunto se trataba de Yuri, al menos pude respirar un poco, mi prima me había comentado sobre querer encajar en un grupo de omegas que hay en su nuevo instituto, y el como un omega era un estorbo para pertenecer al grupo, por lo que me pidió un consejo, pero todo lo que le pude decir es que simplemente lo ignorara.

Abrí mi boca para preguntar que tenía que ver todo esto con él, pero antes de poder decir algo la puerta se abrió de golpe y un pequeño cuerpo se asomó por ella.

- ¡Yunnie!- Se escuchó un pequeño grito, mire al pequeño cuerpo que corría hacía el alfa y me tensé, miré como el alfa estaba enojado, probablemente por la interrupción, el pobre niño no tenía la culpa, después de todo no parecía ser de aquí, detrás de él venía un alfa alto.

El Omega del Alfa [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora