El Omega del Alfa [2ho]

Capítulo 5

Pov. San

- Alfa Jeong- dijo respetuosamente el guardia dejando entrar al alfa. Por instinto solo quise huir y esconderme, no se tenía que ver el rostro del alfa para saber que se encontraba enojado.

- Yunnie- la voz de Jongho sonó en un pequeño susurro, que estoy seguro, nadie más que el alfa podría haber escuchado de no ser porque yo me encontraba cerca de él.

Miré de entre Jeong a Jongho temeroso por la reacción del alfa, más sin embargo, Jongho no parecía preocuparse en lo más mínimo, aun si el aura que rodeaba a Jeong decía "PELIGRO", sus ojos solo podían brillar al verlo.

- J-Jongho...- la voz sorprendida de una omega pelirubia, llamó la atención de todos mientras era retenida por un guardia.

Un corto gruñido se escuchó por parte de el alfa, disgustado de escuchar la chillona voz, miró a la omega y ésta agachó el rostro, eso había sido una advertencia.

- ¿Q-qué... Qué hacen ellas... aquí?- preguntó algo entrecortado y tratando de refugiándose detrás de cualquier cosa, sus ojitos mostraron lo temeroso que se encontraba.

Mis instintos eran ir y apoyar al omega quien parecía más frágil que la porcelana, y eso que ni siquiera era un alfa, sin embargo el ambiente del lugar era cada vez más intenso con el alfa manteniendo una posición neutra.

- Se encuentran aquí para poder hablar sobre lo que hicieron- un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar su voz impregnada de un enojo muy bien disimulado, me puse en alerta y las omegas temblaron visiblemente también afectadas. Vi a Jongho, me di cuenta que no parecía temeroso por escuchar al alfa enojado.

Y por la manera que había dicho la palabra "hablar" se demostraban sus segundas intenciones, conociendo a Jeong sabía lo que pasaría, algo muy malo debieron hacer esas omegas, lo que no entendía era porque la necesidad de disfrazarlo.

-...N-no es n-necesario...- dijo Jongho con cautela y el alfa le pidió con una señal que se acercara.

Con un ligero asentimiento de cabeza, Jongho comenzó a caminar donde se encontraba el alfa lentamente, al pisar se lograba apreciar una mueca de dolor. Las omegas, que aun eran apresadas por los guardias, dieron un gemido de temor en cuanto Jongho paso cerca de ellas mirándolas.

Yo seguía encerrado y parecía que no existía en este momento, lo cual era conveniente para mi en este momento, yo no quería ser el receptor de la ira que el alfa Jeong se estaba guardando.

Haciendo una pequeña mueca de incomodidad y temor, Jongho se acercó al fin, un guardia movió el banquillo más cerca del alfa y le pidió a Jongho sentarse, Jeong no se movió en ningún momento y mantuvo su vista en cualquier mínimo movimiento de las omegas.

- ¿Fueron ellas?- preguntó sin rodeos a Jongho, las omegas cabizbajas seguían temblando, ambas comenzaban a soltar feromonas de temor, pero no le importó a Jeong.

La pelirubia comenzó a llorariquear en cuanto el alfa ordenó que levantaran el rostro. Jongho las miraba sin saber que hacer, parecía asustado de ellas.

- T-tu... E-esto es una broma... ¡No puedes hacernos esto!- gruñó la omega con pecas- Youngmi, no seas estúpida, ¡es una broma!.

Jongho se sobresaltó cuando la omega pecosa comenzó a forcejear con el guardia mientras le gritaba un sin fin de cosas, el guardia que le había entregado el banquillo a Jongho se posicionó frente a él cubriendo su cuerpo protegiéndolo.

Jeong sacó un gruñido lo bastante potente para que las omegas se callaran y se quedaran en donde estaban, que incluso logró efecto en mí.

- Y-Yunnie...- le dijo con cautela mirando a verlo, el gruñido también lo había afectado de alguna manera, pues seguía siendo un omega.

- Jongho, no lo vuelvo a repetir, ¿fueron ellas?- preguntó el alfa. Mantenía una postura calmada, pero en definitiva su voz no era para nada tranquila y pacífica.

Pov. Yunho

En verdad me estaba conteniendo. Con solo pensar que esas omegas tocaron a Jongho, mi alfa se vuelve loco de rabia, quiero desgarrarles la garganta y de una buena vez terminar esto.

-...En verdad no me gusta estar aquí...- dijo en un pequeño susurro incómodo que solo yo capté.

Miré sus grandes ojos temerosos, por un momento creí que Jongho tenía miedo de mí, pues sus ojos me veían con cautela, sin embargo noté que en verdad era que se encontraba incómodo, obligué a mi alfa calmarse por unos instantes hasta que Jongho se vaya. Respiré profundamente y solté el aire en un suspiro rendido.

- Está bien, puedes pedirle a alguno de los chicos que te lleven al parque, mientras hablo con ellas- le dije lo más calmado posible que puedo estar con esta situación, ahora mismo el omega de Jongho se encuentraba en alerta, cualquier cosa lo alteraría, y por ello no lo obligaría a estar frente a ellas un segundo más, no valía la pena, su reacción fue todo lo que necesité para comprobar que efectivamente fueron ellas.

Las omegas se paralizaron en cuanto dije eso, sus cuerpos empezaron a emanar olor a miedo y los guardias les dieron miradas de pena.

-...Esta bien, iré con Mingi- dijo dudando, yo solo podía ver sus ojos, los cuales seguían un poco hinchados por el llanto.

Asentí y le acaricié el cuello para tranquilizarlo un poco, me dio una leve sonrisa, se levantó con ayuda de un beta, su tobillo le debía doler demasiado. Dando una última mirada, salió cuidadosamente de este lugar.

Saqué mi móvil y llamé a Mingi.

- Lleva a Jongho a cualquier parte que él desee, pero mantenlo lejos, también no lo dejes correr o caminar mucho, su tobillo parece haber empeorado, ahora mismo tengo un asunto que tratar- dicho eso colgué y dirigí mi vista al par de omegas frente a mí.

Toda la calidez que pude haber mostrado frente a ellas abandonó mi cuerpo, tan pronto las miré, ellas palidecieron y sus cuerpos inconscientemente comenzaron a temblar más.

- ¿E-en verdad tu... T-tu eres su al-alfa... O...?- preguntó temerosa la pelirubia.

- ¡T-tienes que estar bromeando!- me gruñó la pecosa- Jongho no posee tu marca, ¡es imposible que sea tu omega!- su cuerpo seguía temblando, pero no se contuvo para enfrentarme, admito que admiré esa parte de ella, por desgracia se había metido con el omega y alfa equivocados.

- Lo que Jongho y yo seamos es lo ultimo de lo que se deberían preocupar ahora- dije con voz firme.

Troné mis dedos y los guardias captaron mi señal, aun cuando soltaban feromonas de miedo tratando de desviar mi objetivo, mis guardias las sacaron para dirigirlas al sótano.

Miré como en una de las celdas se encontraba San, en cuanto mi vista lo captó su cuerpo se tensó.

- Si tu prima planea acercarse a Jongho con malos motivos terminará peor que ellas- advertí.

San asintió temeroso y yo salí de ahí, estaba seguro que haría desaparecer de la faz a ese par con mis propias manos.