Capítulo 29

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Ya habían pasado dos días desde el encuentro con Hye, San quería ir y decirle a Yunho o alguno de los alfas sobre lo que había descubierto, pero sabía que no debía, Hongjoong había sido muy claro cuando le dio sus razones para mantener el secreto, sin embargo, si Yunho descubría que algo así ocurría a sus espaldas, decapitaría a todos sin dudar, bueno, al menos lo decapitaría a él en primer lugar.

- ¿Te encuentras bien San?- pregunto la inocente voz de Jongho mirándolo algo preocupado.

- S-si, si, solo hay algo que me ha estado rondando por la mente y me molesta un poco, es todo- dijo el beta tratando que restarle importancia, a lo que Jongho asintió, no muy conforme.

- San...- dijo con un pequeño tono de reproche, pero calló inmediatamente. Por lo que volvió su vista a un pequeño libro que tenía consigo.

Jongho no era tonto, su intuicion muy pocas veces se equivocaba, sabía lo que preocupaba a San, más porque el contrario no era para nada dimulado, así que no le fue difícil darse cuenta de las pequeñas miradas de fastidio que le lanzaba a la omega, la cual se encontraba unas mesas más adelante.

Se encontraban de nuevo en la cafetería, y San no podía dejar de pensar en cómo nunca había notado la presencia de esa odiosa omega, era obvio que destacaba demasiado, siempre hacía comentarios ofensivos a diestra y siniestra, además, la "reina de las humillaciones públicas", tenía una con una risa realmente escandalosa y nasal que molestaba a cualquiera que tuviera oídos.

La vió levantarse seguida de su séquito y dirigirse a la puerta de las cafetería para después desaparecer.

- No gruñas así, asustarás a alguien- comentó Jongho aún con su vista fija en las páginas.

San se avergonzó un poco, no se había dado cuenta de cuando había comenzado a gruñir y agachó un poco la mirada, sin embargo no se podía volver a quedar con alguna duda, esta vez no sería así, por lo que aprovecharía que se encontraban solo ellos dos para resolver todas sus dudas.

- No entiendo porque no le dices nada a Yunho- dijo San como algo casual y así no sonar tan entrometido, Jongho le miró algo interrogante y prosiguió- Me refiero a que si solo le dijeras lo que sucede podrían buscar alguna solución, además... ¿No te da un poco de miedo ocultarle esto?- El omega suspiró y se recargó en la mesa.

- No es algo que realmente me importe mucho, además, si le llegase a contar algo a Yunho, crearía algún escándalo y no quiero eso.

- ¿Pero no te preocupa aunque sea un poco que se enoje y suceda algo?- preguntó una vez San y Jongho solo sonrió un poco.

- Creo que no deberías tenerle tanto miedo Sannie, él no es tan malo como lo pintan- dijo tranquilo y San se preguntó si él realmente conocía a la bestia con la que vivía-. Si es cierto que cuando se enoja suele perder un poco el control, es por eso que muchos le tienen miedo, pero no quiere decir que toda su vida se la pase enojado, ¿sabes? No es como si fuera a asesinar gente todos los días- dijo en tono de broma el omega y San se tensó.

- T-tienes razón... ¡No he visto nunca que haya matado a nadie!- dijo algo fuerte seguido de una risa nerviosa, recordando la imagen de la omega y probablemente de su prima.

Jongho por otra parte dejó de sonreír y su mirada se perdió, el beta al darse cuenta de esto se quedó en completo silencio y con una gran duda en su cabeza, hasta que Jongho habló.

- Yo sí- fue lo que respondió y San se le fue el color completamente de la cara, quedando igual a una hoja de papel.

- ¿¡Qué?!, ¿Q-que fue lo que pasó?- preguntó San asombrado.

- Cuando recién comencé a vivir con Yunho, él no podía estar conmigo todo el día como ahora, sin embargo, se las arregló para que una beta pudiese cuidarme cuando el no podía, así que viví con ella en la mansion durante las primeras dos semanas. Ella me golpeaba y maltrataba, decía que yo era un inútil y que jamás debía haber nacido, etcétera. Un día Yunho llegó junto a Mingi y Hongjoong, ellos se encontraron una escena que enfureció al lobo de Yunho, él había prometido que cuidaría mi sonrisa, que no dejaría que nada me hiciera llorar, por eso, su autocontrol se esfumó. Su lobo no dudó y se abalanzó contra la beta, así sin ninguna piedad y frente a mí, él le arrancó la cabeza con sólo sus dos manos y sus afiliados dientes. Eso fue realmente aterrador y temí que me quisiera hacer algo durante todo un mes, él se arrepentía y rogaba porque le hablará, que jugaramos juntos como antes, dijo que jamás podría hacerme daño, que él me protegía, y yo simplemente le creí. Él jamás me golpeó e intentaba controlar su enojo frente a mí. Con el paso del tiempo me acostumbré y confíe en él ciegamente. Sé que él no es un santo y es capaz de hacer cualquier cosa, pero estoy seguro que jamás hará nada para hacerme daño- contestó Jongho con simpleza una ligera sonrisa.

Era demasiada informacion para su mente, y por el momento tenía dos preguntas, primero... Jongho había visto como Yunho había asesinado a alguien ¿y no tenía miedo por su vida?, segundo... ¿Hongjoong y Yeosang sabían algo de eso?. Antes de poder indagar más, Hongjoong y Yeosang se acercaron.

- Ya volvimos, toma- dijo Yeosang dejando una bandeja con la comida de la cafetería- te trajimos tu almuerzo, hoy la cocinera preparó tu favorito, así que disfruta- sonrió al ver los ojitos brillantes del menor.

- Gracias- le dijo para seguido poder disfrutar de su comida, pues tenía que comer para poder soportar las siguientes tres horas de clase.

- Tambien trajimos el tuyo San, puedes comer con libertad- le dijo Hongjoong y se sentó junto a él. San asintió y se dispuso a comer igual que los omegas. San solo pensaba que se había metido en una situación realmente peligrosa.

El Omega del Alfa [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora