Entre flores y placeres

Séptima cita: Convivencia

Ante los implacables ataques de Hércules, Jack no pudo más que terminar cediendo y decidió quedarse al lado del pelinaranja, sobre todo porque el dios lo acorraló entre su cuerpo y la cama hasta que no lo hizo...

-¡Ya! ¡Stop! jejejeje ¡Please! jajajaja- se quejaba el albino tratando de defenderse del más alto quien no dejaba de hacerle cosquillas, sobre todo porque descubrió que era especialmente sensible en las costillas.

-No, no pienso soltarte hasta que no digas que vas a pasar todo el día conmigo, corazón- respondió el griego con una amplia sonrisa sin detener su ataque.

-¡Yes! ¡Yes! ¡Me quedo! ¡Pero ya suélteme Sir!- dijo el inglés logrando al fin separar las manos del ojiazul de su cuerpo.

Aquellas palabras de inmediato alegraron mucho a Hércules, por lo que sonrió ampliamente al tiempo que se recostaba al lado de su amante, atrapándolo entre sus brazos, mientras lo miraba a los ojos -perfecto, entonces ¿ya quieres desayunar o prefieres que antes hagamos un poco de "ejercicio matutino"? -preguntó el griego guiñándole un ojo a su amante de forma traviesa logrando así que el peliplateado se sonrojara un poco antes de contestar.

-Sir... ¿No le parece que es demasiado temprano para ser tan descarado? -cuestionó Jack algo ofendido - de haber sabido que se comportaría así en cuanto tuviéramos intimidad, lo habría aplazado mucho más...- exclamó el londinense con una sonrisa y un claro tono de burla.

-Que malo... si dices eso, suena como que no te gustó lo que sucedió... pero en cambio, yo recuerdo que ayer... -dijo el pelinaranja mientras se acercaba al oído del otro para susurrarle de forma sensual -no parabas de ronronear, gatito... - comenzando después a lamer y morder su oreja y quijada.

-Perhabs...- respondió el albino al tiempo que disfrutaba de las caricias del más alto -pero espero que no me haya pedido que me quedara, solo para retenerme en su cama todo el día, Sir- esto último lo comentó de forma altiva (casi a modo de reproche), mientras levantaba una ceja.

-Mmmm pues eso suena muy tentador...- respondió el pelinaranja, acercando su rostro al cuello del humano, al tiempo que seguía con sus atenciones, provocando así que este comenzara a sentir suaves escalofríos recorrerle todo el cuerpo -pero, no soy tan malo... -expresó con una sonrisa encantadora y apartándose un poco para poder mirar a Jack a los ojos -Te propongo algo: yo te liberó si me das un beso de buenos días, ¿te parece?- dijo el ojiazul captando toda la atención del otro.

-¿Sure? ¿just a kiss?- cuestionó el londinense de forma inocente, y luego de ver que el otro asintió obedientemente, le dio un beso chiquito (un piquito), apenas uniendo sus labios un segundo para después alejar su rostro, dejando bastante sorprendido al griego -Good morning, Sir- expresó el albino con una sonrisa triunfadora.

-¡Maloooo! ¡Eso no cuenta, corazón!- dijo el dios ofendido a modo de berrinche, lo cual hizo reír abiertamente al inglés.

-jejejeje ok ok corrijo...- respondió el peliplateado con una gran sonrisa para luego abrazar al dios por el cuello, acercándose después para besarlo de manera lenta y sensual, lo que de inmediato Hércules correspondió del mismo modo, por lo que el contacto rápidamente se profundizó, comenzando los dos a enredar sus lenguas de forma lasciva...

Tras un par de minutos haciendo lo mismo, la pareja finalmente se separó estando unidos todavía por un rastro de saliva -¿Mejor?- preguntó Jack con algo de gracia pero sin soltar el cuello del griego, ante lo cual este solo pudo asentir embobado porque realmente le encantaba cuando el londinense tomaba la iniciativa de ser cariñoso con él.

-Si...- respondió el más alto para luego acercarse y comenzar a repartir suaves besos por todo el rostro de su amante -Pero ahora... no podré liberarte en un rato, mi vida- explicó con un tono excitado mientras metía una de sus manos entre las sábanas de la cama para acariciar con deseo una de las piernas del albino.