Primera cita: Romance y... ¿fracaso?

1K 44 33
                                    

Esa cálida mañana, en el edificio en donde compartían dormitorio las valkirias y los 13 antiguos Einherjer, se encontraban tomando el té Hyök, Anne y Jack en la habitación del ex asesino.

El Ragnarok había concluido hace varios meses con un sorprendente resultado en el que los humanos lograron coronarse victoriosos por encima de los dioses, obteniendo así mil años más de vida para la humanidad. Sin embargo, lo que nadie se imagino fue que además, a los ganadores se les concedió un deseo y tras una corta deliberación, los sobrevivientes solicitaron que todos los participantes caídos, tanto humanos como dioses y valquirias, volvieran a la vida; aunque claro, está decisión trajo mucha felicidad y polémica en ambos bandos.

Aun así, el día en que los antiguos participantes fueron revividos, cada uno de ellos fueron recibidos por sus antiguos contrincantes, ya que, aunque no todos lo admitieran abiertamente, en todos los casos se habían desarrollado distintos tipos de vínculos con sus respectivos adversarios. En ese sentido, todos los recuentros tuvieron diferentes tipos de reacciones, como fue el caso de Sasaki y Poseidón, donde todo fue tan frio que el rubio solo le dirigió una mirada de odio al espadachín antes de irse a su palacio, mientras que Thor y Lu Bu, se saludaron como dos viejos amigos que no se veían en mucho tiempo.

No obstante, el reencuentro más llamativo lo tuvieron los participantes de la cuarta ronda del Ragnarok, ya que en cuanto el semidios volvió a la vida, corrió a abrazar al peliplateado, lo que tomó por sorpresa a todos los presentes, incluido el Londinense. No obstante, el asesino le permitió el contacto ya que él también le había tomado mucho cariño a aquel "dear god" durante su enfrentamiento y, además, ese era el entusiasmo y modales propios de todos los griegos... ¿cierto?

En fin, después de que los ganadores obtuvieron su premio, los dioses pensaron que lo mejor era tratar de mejorar la relación entre ambas razas; por lo que decidieron que todos los humanos participantes en el Ragnarok se quedarían a vivir en el paraíso, además de que construyeron una conexión al inframundo humano, lo que permitió que los Einherjer recibieran o fueran a visitar a sus seres queridos con relativa facilidad.

Asimismo, también se firmó un tratado de paz entre ambas razas, quedando totalmente prohibida la agresión entre humanos y dioses, aunque claro, todavía ocurría algún que otro incidente de parte de los necios que insistían en que el pacto de no agresión era algo innecesario, pero eran sucesos tan aislados que se podría decir que desde que se creó aquel pacto, ambas razas habían comenzado a vivir en completa paz y armonía.

Ya habían pasado poco más de seis meses desde que se había iniciado ese periodo de estabilidad y Jack debía admitir que disfrutaba mucho de aquella calma y tranquilidad, aunque claro, al principio lo atormentó la falta de sangre, sin embargo, le ayudó mucho la presencia de Hércules para superar ese problema, ya que se hicieron muy cercanos y solo fue gracias a la calma y paciencia del pelinaranja que ahora básicamente se había desintoxicado y podía disfrutar de su nueva "vida".

El peliplateado pasaba sus días tranquilamente tomando té, leyendo y charlando con sus nuevos "hermanos", con su amiga valquiria, con la señorita Anne y muchas veces, también con Hércules. Por ello, sus amigas no habían visto al ex asesino tan cabizbajo desde que había superado su periodo de desintoxicación y por ello, ahora no podían evitar preocuparse por lo que sea que lo estuviera molestando, ya que llevaba diez minutos suspirando y mirando de vez en cuando a un florero con 12 alcatraces que ahora se encontraba decorando su pequeña sala.

Definitivamente ninguna de las dos tenía idea aún de porque el peliplateado les había pedido que fueran a tomar el té a su casa pero cada vez estaban más impacientes por saberlo - ¡Ya suéltalo Jack!- grito exasperada Hyök -Tú nos citaste porque dijiste que querías consultarnos algo importante pero ahora no dejas de suspirar y no nos dices nada ¿Qué fue lo que paso? ¡Solo dilo y ya! - concluyó la valquiria para después volver a sentarse y tomarse el contenido de su tasa de un solo trago.

Entre flores y placeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora