𝐤𝐢𝐬𝐬 & 𝐦𝐞𝐥𝐭 𝐚𝐰𝐚𝐲 »yumark« [Traducción]

08

«THE BOY WITH THE DRAGON TATTOS (PART 1)»

( Estoy editando este capitulo desde mi teléfono, alguna falla me lo dicen )

°°°°°°°°[ 유마크 ]°°°°°°°°

Yuta se encontró corriendo por los callejones de Shinjuku en la oscuridad de la noche de mediados de invierno. Corrió a través de un laberinto de edificios y sinuosas calles laterales mientras el cielo retumbaba y una fuerte lluvia rebotaba en los adoquines. Una tormenta ahogó el sol, oscureciendo el mundo que lo rodeaba. Las gotas de lluvia golpeaban su piel como martillos.

-¡No dejes escapar a ese sinvergüenza!- Escuchó al hombre gritar. -¡Cuántas veces os he dicho, tontos, que lo encadenéis con metal y no con cuerdas!

-Por favor Dios, déjame vivir-. gritó en voz alta, lanzándose hacia adelante con mayor abandono.

Su ropa y su cabello, empapados de sudor, se pegaban a su piel. El sudor rodaba por su piel en gotas espesas y saladas. Podía sentir su corazón latiendo dentro de su pecho. Su piel se sentía como si se estuviera quemando. Yuta se sumergió en el callejón más pequeño, uno en el que apenas cabían niños de su edad. Pero no importó. Yuta era pequeño. Y siempre fue más pequeño que los niños de su edad.

-¡Mierda! ¡Bastardo astuto! -Escuchó de nuevo. Avanzando poco a poco hacia la oscuridad desconocida, Yuta podía oírlos jadear por el esfuerzo desde trescientos metros detrás.

Él logró salir de ellos. Después de meses y meses de estar encadenado por estos hombres psicóticos, finalmente escapó.

Yuta era joven, no entendía muchas cosas, como no sabía qué era el "Comercio Global" ni la "Trata de Personas", sin embargo, sí recordaba muchas cosas. Uno de los que recordó vívidamente fue el día en que se despojó de sus amorosos padres. Tenía cuatro años y su padre le dijo que se escondiera en la habitación con su madre porque "un invitado muy especial" vendría de visita. Al principio, Yuta no podía entender por qué su papá y su mamá tenían tanto miedo de estos invitados porque a él le agradaban todos los tíos y tías que visitaban su casa de vez en cuando.

-¡ Por ​​favor! ¡Dame un día más! ¡Te juro que tendré suficiente dinero!

Yuta se escondió detrás de la puerta de su habitación, observando a su padre de rodillas, inclinándose implacablemente ante el hombre grande y aterrador que flotaba encima de él, con arañas y otras criaturas feas arrastrándose por su piel. El agarre de la puerta se hizo más fuerte mientras su otra mano se apretaba en un pequeño puño, con el ceño fruncido.

-¡Un día más, un día más! ¿Eso es todo lo que sabías decir? ¡No somos una puta caridad!-El hombre bramó, levantó su pie izquierdo y lo estrelló contra los dedos de su padre, provocando un grito animal de su parte. Yuta saltó de miedo y casi cae de trasero. Entonces, sintió que su madre lo alejaba y lo llevaba de regreso al dormitorio en el que se escondían. -Yuta, ven aquí- Ella susurró. Observó su rostro y sus expresiones y descubrió que su rostro, que alguna vez fue amable y gentil, estaba retorcido por la tristeza y el miedo.

-Mamá, ¿por qué lloras?- Preguntó mientras usaba uno de sus dedos para secar una de las lágrimas que escapaban de sus ojos.

Ella lo abrazó fuerte mientras sollozaba en su pequeño hombro, y en ese momento los brazos se apretaron un poco más y él respiró más lentamente, su cuerpo se fundió con el de su madre mientras cada músculo perdía su tensión en el aire primaveral. Esta era la vida, la vida real.