Capítulo Seis: Bulma.

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Capítulo Seis

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Capítulo Seis.

" Bulma. "

El suave ruido de la lluvia era interrumpido por su caminar, lento, frío y doloroso, arrastraba sus pies mientras el agua la estaba mojando por primera vez después de su muerte, en otra ocasión estaría demasiado alegre de poder sentir en su rostro la lluvia, pero ahora solo podía sentir y no de una manera que le alegrará, no, al contrario, estaba siendo asfixiada por un insoportable mar de emociones mientras caminaba en el pasto húmedo, su respiración casi fallaba a cada paso que daba, no se explicaba las punzadas en su pecho, cuando de pronto a unos metros reconoció hacía donde había llegado. La neblina se despejó levemente enseñando rápidamente las lápidas que cubrían el lugar dándole un aspecto casi tenebroso, pero ese no era el caso para la peliazul, no... Ella jamás había venido a ese lugar estando muerta o eso en realidad creyó. Cómo si todo fuera una ilusión comenzó a desvanecerse, desapareciendo ante sus ojos y armando otro escenario en ese mismo instante, ahora era de día, aunque estuviera nublado la luz atravesaba las nubes. Algo desconcertada retrocedió un paso, hasta que su vista se fijo en las personas que estaban a unos metros, todos estaban vestidos de negro y rodeaban algo que no logro divisar. Sintió la ropa húmeda pegarse a su piel, su cabello también en su piel pero no le intereso, se acercó a un paso un poco más rápido y gracias a eso, fue consciente de lo que sucedía, conocía a todos los presentes, pero eso no fue lo que la sorprendió, ellos estaban llorando, en su rostro la mueca del dolor se marco. Su corazón casi latió nuevamente, ahogando un respiro de sorpresa al notar que esto era un funeral, todos estaban viendo el ataúd mientras un sarcedote hablaba... No pudo escucharlo en realidad, vio a todos los presentes, reconoció a sus amigos, tenían la cabeza agachada, vio a Milk llorar en el hombro de Goku, su amigo Krillin estaba serio pero la lágrima en su mejilla era visible, ahí estaban sus maestros, conocidos y vecinos, dio tantas vueltas para ver a todos que sintió marearse, hasta que sus ojos chocaron con dos personas que la hicieron temblar, — Mamá... Papá... — sus padres estaban abrazados, querían consolarse a si mismos, pero era imposible, vio la tristeza en los ojos de su padre, aquel hombre que siempre tenía una sonrisa estaba roto, tan roto como jamás imagino verlo.

Sus rodillas fallaron, todos estaban sufriendo en ese lugar y no entendía el porque, era demasiado doloroso volver a verlos luego de tanto tiempo, pero la estaba matando ver en ese estado a todos, ¿a caso era un castigo? Algo se apretujo en su pecho, casi le faltaba la respiración, su mano se posó en ese dolor y no pudo contener las lágrimas que amenazaron con salir. Iba a romperse a llorar también por el hecho de ser completamente invisible para todos y sentir en parte que ese dolor era por su culpa, pero algo la detuvo en ese momento, un gritó casi agudo; — ¡No! ¡detengan esta maldita cosa! — reconoció esa voz en ese instante, casi como un resorte se levantó y pudo divisar a un pequeño de cabello en flama correr hacia el ataud, su corazón se sacudió con violencia, sabia quien era...

— Vegeta... — murmuró para si misma, siendo testigo de como estaba corriendo hacia donde ella estaba, por un instante pensó que podría abrazarla, pero eso solo fue un pensamiento fugaz que murió al segundo que él la atraveso como una línea de humo, aferrándose al ataud que por un momento ella ignoro cuando recién llegó...

Midnight. || V.B ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora