Setback

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Los primeros rayos del sol apenas empezaban a surcar el cielo cuando Félix fue despertado por Han para ayudarlo a prepararse rápidamente

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Los primeros rayos del sol apenas empezaban a surcar el cielo cuando Félix fue despertado por Han para ayudarlo a prepararse rápidamente. Al parecer había sido convocado para una audiencia. Aun sin entender del todo lo que sucedía, Félix se aseó y se colocó las prendas que Han había escogido para él. Decidió que desayunaría después de la audiencia con más calma y en compañía de algunos guardias fue escoltado hasta la sala del trono.

Al llegar se encontró con que Changbin y sus padres ya le esperaban, cada uno ocupando su respectivo trono. A lo lejos divisó también a Kim Seungmin, acompañado de su familia y a otros miembros de la corte.

Su cerebro seguía adormilado por lo que no entendía el motivo detrás del llamado y la presencia de tantas personas. Por inercia, su mirada se detuvo brevemente sobre el trono que hasta ayer le había pertenecido y que ahora sería ocupado por Kim Seungmin en un futuro cercano sin lugar a dudas.

Quiso odiarlos, pero no tenía fuerzas para ello.

No era especialmente rencoroso y era un creyente de la libertad individual. Se desconocería así mismo por completo si llegara a convertirse en la personificación de las cadenas que obstaculizaran el camino a la felicidad de cualquier otra persona. Y a pesar de su cobardía y traición, esto también incluía a Changbin.

Además, tal y como su padre le había dicho en referencia a su padre; siempre era mejor caminar en soledad, que hacerlo de la mano de alguien que no era capaz de apreciar su valor como persona.

Su exesposo se puso de pie, dando así inicio a aquella reunión de la que no tenía ni idea. Era la primera vez que se veían desde que su divorcio fue solicitado y completado y por la conflictiva que se dibujaba en su rostro, Félix sabía que no recibiría buenas noticias.

—Félix, gracias por estar aquí. —lo conocía tan bien que, al verle tragar con dificultad, supo que nada de lo escucharía a continuación haría su situación más fácil. — Te hemos pedido que te presentes a la sala del trono para informarte que a primeras horas de este día recibimos la petición de un miembro de la realeza para reclamar tu mano en matrimonio.

— Mi mano en... ¡¿Qué?! — por segundo día consecutivo, Félix sintió que su mundo entero se reducía a pedazos.

De repente, agradecía el no haber desayunado. Su estómago dio un giro en sí mismo y estaba a punto de devolver lo que no había consumido.

¡¿Alguien le había reclamado?!

Justo antes de dormir, Félix estuvo convencido de que nadie lo haría y se permitió armar un plan que lo llevaría al otro lado del continente para empezar una nueva vida. Si lo pensaba, era completamente lógico. Había sido un plebeyo y no tenía nada útil que ofrecer. A ojos de la nobleza, lo único que había logrado era convertirse en rey consorte del Reino del Este por algunos años e incluso eso, había terminado en fracaso.

Había hecho un buen trabajo en sus deberes reales o por lo menos eso solían decirle los que no le tachaban de un simple bastardo con demasiada suerte. No había luchado en contra del divorcio. Ni siquiera había reclamado una explicación. Se mantuvo calmado y hasta cierto punto, sumiso. No representaba una amenaza, entonces, ¡¿por qué?!

Unexpected (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora