Epilogue: We, forever

1K 143 23
                                    

—¿Cuántas veces te hemos dicho que no debes escapar de tus lecciones para ir a robar comida de la cocina y alimentar a los caballos? —Minho hacía un esfuerzo titánico por mantener la expresión estoica en su rostro ante la nueva travesura del peque...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cuántas veces te hemos dicho que no debes escapar de tus lecciones para ir a robar comida de la cocina y alimentar a los caballos? —Minho hacía un esfuerzo titánico por mantener la expresión estoica en su rostro ante la nueva travesura del pequeño al que llevaba buscando durante al menos una hora.

—Pero, tío Minho...— con un puchero en sus labios, el infante levantó la mirada para observar a Minho, sus ojitos brillando con lágrimas contenidas.

Su intención no había sido desobedecer. Todo lo que quiso fue acompañar a su caballo favorito, ese al que llamaba su compañero inseparable, ahora cuando más lo necesitaba.

—Ya, ya. No vayas a llorar. — le susurró Chris en un vago intento por calmar al pequeño mientras acariciaba sus mejillas. —No decimos que no puedas alimentar a los caballos, pero también tienes que aprender que cada cosa tiene su momento e importancia. Tampoco es necesario que tomes cosas de la cocina sin permiso. Una vez termines con tus lecciones, puedes pedir lo que necesites de la cocina y alguien te acompañara a los establos a visitar a Thunder. ¿Entendido?

—Está bien, tío Chris. —concedió el pequeño al limpiar sus ojitos con las mangas de su camisa. —Solo estaba preocupado por Thunder. Él está triste porque sus papis Storm y Peace murieron y ahora está solito.

—Thunder no está solo, te tiene a ti que eres su amigo, ¿no? —Minho se ganó una sonrisa animada del niño junto a un asentimiento emocionado. Enternecido, despeinó sus largos cabellos castaños en señal de cariño.

La puerta del despacho en el que se encontraban se abrió con violencia, dándole paso a un Han brillante de emoción que corrió en dirección al niño para levantarlo en brazos y hacerle girar.

—¡Niki! —exclamó Han con alegría, arrancando pequeñas risas encantadas por parte del menor. —¡Adivina quienes están por llegar!

Niki dio un grito enloquecido ante la noticia, moviendo su cabeza de un lado a otro incapaz de contener su emoción. Llevaba días esperando por el retorno de sus padres que se encontraban en un reino vecino atendiendo asuntos oficiales, dejándolo a él bajo el cuidado de sus tíos ya que era un viaje algo largo e intrincado y no querían incomodarlo.

—El tío Innie te está esperando en tu habitación para ayudarte a tomar un baño y ponerte ropa linda. Tus papás estarán aquí en cualquier momento. — al escucharle, Niki corrió rápidamente en dirección a su habitación, desesperado por prepararse para la llegada de sus padres.

—Iré a ayudar a Innie. —anunció Chris antes de retirarse en la misma dirección en la que el pequeño Niki. Una simple excusa para encontrarse con su pareja a quien no veía desde la mañana cuando ambos se habían despedido para cumplir con sus deberes.

—¿Otra vez se escapó? —preguntó Han con una sonrisa traviesa una vez estuvo a solas con Minho.

—Te juro que jamás imaginé que esa bolita tierna y tranquila que Hyunjin y Félix trajeron hace cuatro años atrás se convertiría en un mocoso inquieto al que tendría que perseguir todo el día. —Han dejó escapar una carcajada ante lo dicho por su pareja, recibiéndolo entre sus brazos cuando se acercó a él en busca de mimos y cariño. Han lo consintió tal y como quería, llenándole las mejillas de besos y acariciando su suave cabello.

Unexpected (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora