New Beginning

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Lo primero que hizo Félix a la mañana siguiente fue tomar la mayoría de su ropa y artículos de arreglo y aseo personal y los llevó a la habitación que compartían Han y Jeongin porque no pretendía volver a compartir cama con Hyunjin

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Lo primero que hizo Félix a la mañana siguiente fue tomar la mayoría de su ropa y artículos de arreglo y aseo personal y los llevó a la habitación que compartían Han y Jeongin porque no pretendía volver a compartir cama con Hyunjin. Sería como dejar una oveja a la merced de un muy astuto lobo.

Han y Jeongin lo recibieron encantados, planeando actividades para realizar en conjunto y que hicieran de su proceso de adaptación al Reino del Norte algo más sencillo.

Poco después, personal del palacio fue en busca de ambos chicos que habían recibido un llamado de parte de Christopher para explicarles todo lo referente al funcionamiento del lugar y que así pudieran desempeñar sus labores como asistentes de Félix sin ningún tipo de problemas.

Incluso se ofreció para realizarse una prueba a Jeongin para evaluar su progreso en la carrera como guardia real, si es que deseada seguir su formación en el ejército del Norte.

Sin nada que hacer ya que aún estaban coordinando sus lecciones, Félix se encontró vagando por los alrededores del palacio, detallando ahora así el lugar.

El palacio era sin duda una obra de arte. Con sus paredes de piedra blanca y techos azules, pisos y marcos de madera pulcra y resplandeciente, parecía sacado de un cuento de hadas. La luz natural se colaba por las múltiples ventanas , dándole una iluminación especial que se reflejaba en los amplios espacios adornados con un sinfín de obras de arte, estatuas, candelabros de oro blanco y jarrones pintados.

La primavera ya estaba presente y se podía apreciar en la gran variedad de flores que coloreaba cada espacio del palacio y que llenaba el aire de fragancias delicadas y atractivas. Cuando Félix asomó la cabeza a través de una de las ventanas, fue recibido por una brisa era fresca, impregnada de los últimos atisbos del invierno que hizo que el paseo fuera mucho más satisfactorio.

Mientras caminaba Félix pudo notar que contrario al Reino del Este, los trabajadores del Norte desarrollaban sus funciones con relativa calma y armonía, sonriéndole amablemente al verle pasar y dándole la bienvenida al que pronto sería su reino.

Félix no lograba entender como semejante lugar tan encantador era gobernado por alguien tan exasperante como Hyunjin que, para su suerte, no había aparecido en lo que iba del día.

—Con que aquí estabas, he estado buscándote. — maldita fuera su suerte, había hablado demasiado pronto.

Vistiendo una camisa de seda de manga larga en tono azul claro y pantalones blancos se encontraba Hyunjin, sonriéndole con diversión mientras le daba alcance en aquella zona del castillo tan cercana a los establos reales.

—No veo motivos para eso. —replicó Félix, haciendo todo lo posible por mostrar desagrado ante su presencia.

Ante sus esfuerzos, Hyunjin se limitó a sonreír. Entendía perfectamente el enojo de Félix ante el rumbo tan inesperado que tomaron las cosas, así que había decidido darle un poco de espacio y permitirle adaptarse a su nuevo hogar.

Unexpected (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora