Capitulo 4: atraco.
_____________Los días continuaron su transcurso normal al igual que los cuatro hermanos tortugas; Raphael entrenando, Michelangelo aprendiendo nuevas recetas, Donatello encerrado en su laboratorio y Leonardo había pasado toda la semana pensando en la tortuga Barbour, no había hora en la que no pensara en aquellos ojos estrellados, sin duda eso fue lo que más le llamo la atencion.
Ahora mismo la tortuga de orejas rojas estaba acostada en su cama azulada, mantenía la mirada fija en el techo. Hace unas horas termino de leer su cómic y se había quedado en silencio; no tenía la mínima idea de qué hacer, así que mirar el techo fue su mejor opción... O puede que no, al no estar distraído no pudo centrarse en algo que no fuera aquella tortuga. Leo con frustración se llevó las manos al rostro, estaba frustrado por pensar en Shooting, por tener en mente aquel momento en el que se conocieron y recordar perfectamente aquel rostro redondo.
— ¡Leo, están asaltando un laboratorio! —. Exclamó Mickey abriendo de golpe la puerta del vagón. El ex líder dio un leve santo en su cama ocasionando que el más joven soltara una risa. — Dee, miro por las cámaras como unos ladrones entraban a laboratorio del gobierno así que iremos a revisar, ¿Vendrás? —.
— Si, solo deja me pongo mis zapatos. —. Respondió el de bandana azul recibiendo una mirada confusa del menor.
— Leo, no usas zapatos, nadie de aquí usa zapatos... Bueno, te esperamos fuera de la alcantarilla, ¡apurate! —. El de rastas se despidió y desapareció cerrando la puerta del vagón.
Leonardo suspiro con pesadez, el deber llama... Aparte que salir un poco no estaría mal, no quería terminar siendo un ermitaño cómo su gemelo.
— ¡¿No hay más cosas que puedan hacer?! —. Exclamó burlón mientras se refugiaba de las balas que tiraban a su dirección. Busco por sus bolsillos una bomba de humo la cual no tardo en encontrar. Intento asomar la cabeza, pero solo recibió tiros en respuestas, sin más, tiro la bomba la cual al impactar en el suelo exploto desatando un humo oscuro de color morado por el lugar, cegando a todos sus oponentes. La tortuga Barbour sonrió victoriosa, saco su hoz y con rapidez salió de su escondite adentrándose al humo para empezar a acabar con cada uno de los humanos en el lugar.
Varios quejidos y golpes se escucharon entre la habitación, tras unos minutos todo permaneció en silencio y lentamente el humo fue desapaciendo dejando a la vista a 5 humanos tirados en el suelo y una tortuga mutante de pie. Shooting levantó la mirada con seriedad. — Vete de aquí si no deseas terminar como ellos. —. Amenazó levantando su arma a dirección del único humano en pie. Su contrincante se veía temoroso, ¿Quién podría culparlo? Veía a una tortuga con el hocico lleno de sangre que terminó con 5 hombres en minutos.
El humano lleno de temor corrió por su vida, corrió con sus fuerzas hacia la salida. La tortuga de mapa vio esto como un reto y una sonrisa se formó en sus labios, la cacería empezaba.
•°★°•
— ¿seguro que es aquí? —. Pregunto Leonardo mirando el edificio el cual de veía relativamente tranquilo.
— ¡Qué si, de aquí dio la alerta! —. Hablo con molestia Donnie, quién traía puesto sus goggles. — Hay que investigar. —. Menciono volteando a ver al jefe de los perros locos, Raphael asintió.
La tortuga caimán volteo a ver a sus otros hermanos menores dándoles las orden de bajar primero, el menor de los hermanos bajo seguido del antiguo lider, quedando solo Donatello y Raphael en aquella azotea.
— ¿Qué crees que busquen? —. Pregunto el líder curioso observando, el de morado volteo a verlo con incredulidad.
— Es un laboratorio, Raphael, ¿Qué crees que van a buscar en un laboratorio? ¿Ropa, joyas, COMIDA? —. Exclamó sarcástico mirando a la otra tortuga que solo le miro con seriedad, el científico suspiro. — En este laboratorio trajeron tecnología krang, así que no creo que busquen algo pequeño. —. respondió el de morado.

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just one bite, Leonardo.
FanfictionUna tortuga nueva aparece en las calles de New York, llama la atención de las tortugas, sobre todo de Leonardo, aunque una lástima que no sea como él tenía pensado.