Debajo de la luna de Tellus se encontraban varios adultos disfrutando de los placeres carnales en un lugar donde varias mujeres exhibían sus cuerpos como si fueran un valioso objeto, todas vestidas de forma diferentes, todas con rasgos diferentes.
Pero entre todas esas hermosas mujeres una se destacaba en ese momento por jugar mentalmente con dos hombres a la vez. Una mujer bastante alta, delgada, con un pelo tan negro como la noche que brillaba contra las luces de las velas. Ella vestía un hanfu blanco que destacaba bastante sus rasgos faciales, esas pupilas rojo carmesí que jugaban ser tímidas y atrevidas a la vez que encantaban a los dos hombres que se encontraban hambrientos ante su presencia. Algo que la destacaba de las demás mujeres era su falta de diálogo, no se inmutaba por nada y sus movimientos eran tan suaves como la brisa fría de una madrugada.
Su encanto hacia llevar a los dos hombres con ella a un cuarto apartado de los ruidos, era bastante oscuro, la única luz que habitaba en el era el de la luna que alumbraba un futon que se encontraba en el suelo.
Los hombres no ocultaban su deseo, su excitacion, la tomaban de las manos obligandola a sentarse entre las sábanas comenzando a besar su cuello y parte de su nuca estando encima del futon, pero la mujer solo los dejaba ser, no se inmutaba mucho y veía esto como la oportunidad perfecta para bajar su mano derecha en la espalda de uno de estos, sus largos dedos se metían en los bolsillos y para su suerte sacaba una de las billeteras de aquellos hombres tratando de robarla entre su espalda.
Pero por desgracia los hombres caían en cuenta de sus verdaderas intenciones con ellos, sus sucias manos tomaban a la chica de la ropa y la levantaban poco a poco acercandole un puñal en su cuello. La chica permanecía tranquila a pesar de que el frío cuchillo acariciaba la piel de su cuello.
_. Si crees que una prostituta como tú simplemente nos va a robar estás muy equivocada, devuélveme la billetera o voy a cortar tus cuerdas vocales... _. Los ojos de la chica observaban fríamente el cuchillo y con una sonrisa abría sus labios como si disfrutara aquel momento.
_. Ow, no te preocupes..._. De "ella" salía una voz rasposa bastante masculina. Los hombres se espantaban dando pasos atrás como si estuvieran confundidos. Un hombre vestido como mujer._. Esto es parte del espectáculo, deme el cuchillo, les voy a mostrar como cortar a alguien... Me enseñaron hace años..._. Decía tomando el puñal con delicadeza, sus largos dedos retiraban la tela de su brazo izquierdo dejándolo expuesto, se veían muchas cicatrices.
Buscas una vena, colocas el cuchillo y comienzas a cortar..._ Los hombres pensaban que era una mala broma, les hubiera gustado que hubiera sido simplemente una pero al ver como sangre espesa caía del brazo izquierdo del chico se aguantaban las ganas de vomitar, apartaban la vista de la herida que crecía más y más. Con muchas ganas el chico comenzaba a gemir ahogadamente como si realmente lo disfrutara, sonreía y se estremecía de forma exagerada. Los hombres salían del cuarto despavoridos dejando sus cosas personales a mano del chico que estaba vestido de mujer.
Más tarde en el mismo cuarto el chico tocaba las mechas de varias velas blancas, al tocarlas estas se encendían con un fuego delicado. Gracias a la iluminación de estas el joven se quitaba el maquillaje frente a un espejo, se quitaba todo con un pequeño balde con agua y una toalla de tela vieja. Dejando ver su rostro en el espejo se analizaba, también revisaba la cortada que se había hecho en el brazo izquierdo, no era una herida profunda para él.
Luego de un buen rato este revisaba la billetera, sacaba un montón de billetes, monedas y datos personales. Contaba el dinero mirando a su alrededor para después guardarlo todo en una pequeña bolsita. Suspiraba mirando el techo por unos momentos y con el labial rojo que tenía en mano rayaba el cristal el espejo con el labial rojo su nombre, escribía "Fengbao" luego escribía en otro lado "Arashi" y finalmente escribía "Ling Jiang".
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Like a red balloon about to burst
Fantasy¿Cómo se sentirá que me den otra oportunidad para seguir viviendo?