01 Infame

7.

—"Pero, ¿a dónde vamos?"— preguntó Emily, tirando de la mano de Hoseok. 

—"¿Quién va a venir a recogernos?"— preguntó Bee, rebotando con entusiasmo y tirando de su otra mano. 

Hoseok miró entre sus caritas emocionadas e hizo una mueca en su interior. Esta era una idea terrible. 

—"Un amigo"— dijo, eligiendo responderle a Bee, ya que no tenía idea a dónde se dirigían.

Presumiblemente a visitar al padre de Min. Parecía que Min y su padre tenían desacuerdos, por decirlo suavemente, así que Hoseok dudaba que fuera a ser una cálida reunión familiar, incluso sin tomar en cuenta el hecho de que Min le estaba llevando sólo para molestar a su padre. 

Arrastrar a Emily y a Bee en esto no era una buena idea, pero por otra parte... tres mil dólares. No tendría que preocuparse de los salarios de la señora Choi durante unos cuantos meses. 

—"¿Es él? ¿Es él?"— Bee rebotaba poniéndose aún más excitada mientras señalaba al Mercedes negro que había estacionado en el frente del edificio.

—"Probablemente"—dijo Hoseok.—"Vamos." —Él tomó su maleta y agarró la mano de Bee con su otra mano. Se podía confiar en Emily para que se quedara cerca y no corriera a cualquier lugar; En Bee, no se podía. 

Las puertas del Mercedes se abrieron cuando llegaron a él. Hoseok se sorprendió al encontrar que Min ya tenía asientos de seguridad para niños instalados. 

—"Oye"— le dijo a Min, sintiéndose torpe y fuera de balance. Nunca supuso que Min conocería a sus hermanas.— "Emily, Melissa, saluden al Sr. Min." 

—"¡Yo no soy Melissa!"— dijo Bee con un mohín. 

Hoseok ocultó una sonrisa.— "Emily, Bee, saluden al Sr. Min." 

—"¡Hola, Sr. Min" —dijeron juntas y Hoseok sintió una oleada de orgullo. Ellas solo tenían cuatro, pero eran muy inteligentes y hablaban claro. Parecían angelitos de cabellos dorados, sonriéndole tímidamente al hombre.

Cualquier persona con un corazón les habría regresado la sonrisa. Al parecer, no Min Yoongi. Min estudió a las niñas como si fuesen especímenes de otro planeta antes de asentir débilmente y girar de nuevo hacia Hoseok.— "Consigue ponerlas en sus sillas. Yo pondré tu maleta en el maletero". 

Hoseok solo rodó los ojos, preguntándose qué había vuelto a Min tal monstruo del control. Fue una orden completamente innecesaria. Para el momento en que las niñas estaban aseguradas en el asiento trasero, Min había vuelto al asiento del conductor. Hoseok miró a las niñas por última vez antes de cerrar la puerta con cuidado y tomar su asiento. 

—"Antes de irnos, quiero dejar algo claro"— dijo Hoseok, bajando la voz para que las niñas no pudieran oír.— "Sé muy poco acerca de su familia, pero no vas a arrastrar a las niñas en tus problemas con tu padre. Si alguien las trata mal, nos iremos. A la mierda el dinero. ¿Lo entiendes?" 

Min lo miró por un momento.— "Nadie va a tratarlas mal"— dijo antes de inclinarse, agarrando la barbilla de Hoseok y cubriendo los labios de Hoseok con los suyos. 

Hoseok frunció el ceño, no era ni el momento ni el lugar, pero Min sostenía firmemente su cara, sus labios fuertes y hambrientos, su lengua profundizando en la boca de Hoseok, seguro y reclamando su propiedad, muy pronto, Hoseok se encontró completamente abrumado por la intensidad del beso. Continuó, y continuó, y continuó

—"Hoseok, ¿estás herido?"

Con un jadeo, empujó a Min a la distancia y centró su mirada en Emily. —"¿Qué? ¡No!"