El Gran Comedor estaba repleto de color brillantes, desde la increíble decoración en el techo hasta las mesas de cada casa repletas de distintos platitos, claro que en cada mesa había lugares desocupados para los estudiantes que ingresan a primer año.
La pequeña fila de niños impacientes por saber a casa serían enviados, era observada por los alumnos de todas las casas, cuchicheandose entre ellos, sobre que niños pensaban que quedarían dentro de su casa y a quienes preferían que no se quedarán.
Un pequeño niño rubio resaltaba entre ellos, se notaba nervioso jugaba con sus pequeños manitos pellizcando un par de veces.
Antes de ir a Hogwarts su padre le había dicho que se quedaría el Slytherin como todo buen Malfoy que era, todos sus antepasados habían sido seleccionados ahí y él no debía ser excepción, al menos no en ese caso.
Antes de que fuera su turno había dos niños más que al contrario de Draco estaban muy felices aún sin saber la casa a la que irían.
- ¡Draco Malfoy! -Bramo la profesora mirando al pequeño niño subir hasta el banco.
El pequeño de tan nervioso que estaba casi cae hacia atrás mientras se sentaba en el banco. La profesora colocó el sombrero sobre la cabeza del menor.
El sombrero se tardó más de lo esperado en elegir una casa para el pequeño Malfoy, pero la palabra que bramo hizo que el comedor se quedará en completo silencio.
- ¡Gryffindor!
Draco no era de sorprenderse mucho, pero aquello lo había dejado en shock, su cuerpo se había paralizado, sentía como si su cuerpo no respondiera y no pudiera moverse por interminables segundos.
La profesora tomo el hombro del pequeño niño haciéndole entrar en sí y levantarse del banco par caminar hacia su mesa. Nadie aplaudió, ni grito de felicidad excepto un niño de segundo año que se levantó aplaudiendo de manera efusiva solo entonces el pequeño Draco pudo sonreír aunque sea un poco.
Pero solo podía pensar que su padre estaría decepcionado, tal vez lo repudiaria de su propia familia, ¿que haría si eso pasaba? ¿A dónde iría en las vacaciones? ¿Su mami ya no lo querría?
Con todas esas preguntas en la mente no pudo ni tocar bocado hasta que casi termino la hora de la cena, el niño a su lado se percato de aquello y poso una de sus manos sobre su hombro.
- Hey, tranquilo, tal vez esperabas quedar en otra casa pero no es tan malo, puede llegar a ser bonito, si?
Trato de tranquilizarlo con sus palabras pero Draco no podía ni hablar, ¿Han tenido esa sensación de que si hablas terminarás llorando? Pues eso es lo el pequeño sentía en ese momento, en las esquinas de sus ojos había dos pequeñas lágrimas que amenazaban con bajar por sus mejillas. Draco solo atino a asentir un par de veces hacia el niño mayor.
- Está bien, también ese sentido esa sensación, por cierto mi nombre Dorian Gaunt.
Se presentó el niño mayor. Había sido la única persona amable en hablarle y tratar de hacerlo sentir mejor, con eso se dio cuenta de que no tendría muchos amigos, al menos no en esa casa.
- Vamos come algo antes de que sea hora de que te asignen tu habitación.
¿Comer? Esta pensando en todo menos en comer, lo único en que pensaba era en como su padre estaría muy decepcionado de él, aunque nunca lo admitiera siempre busco la aceptación de su padre y ahora sabía que ya no tendría aquello nunca.
Y como era de esperarse no comió nada, espero pacientemente a que la hora terminará en completo silencio, sintiéndose ajeno a la situación, el Comedor tal lleno de risas y platicas alegres, mientras el solo permanecía en silencio, sin hablar con nadie, con unas inmensas ganas de llorar.
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petit dragon en porcelaine
Fanfiction𝖤𝗅𝗅𝗈𝗌 𝗅𝖾 𝗁𝖺𝖻𝗂𝖺𝗇 𝖺𝗋𝗋𝖾𝖻𝖺𝗍𝖺𝖽𝗈 𝖺 𝗌𝗎𝗌 𝗉𝖺𝖽𝗋𝖾𝗌, 𝗌𝗂𝗇 él 𝗋𝖾𝖼𝗂𝖻𝗂𝗋 𝖼𝗈𝗆𝗉𝖾𝗇𝗌𝖺𝖼𝗂ó𝗇 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗇𝖺, 𝖾𝗇𝗍𝗈𝗇𝖼𝖾𝗌 é𝗅 𝗅𝖾𝗌 𝖺𝗋𝗋𝖾𝖻𝖺𝗍𝖺𝗋𝗂𝖺 𝖺 𝗌𝗎 𝗁𝗂𝗃𝗈, 𝖺𝗌𝗂 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋𝗂𝖺𝗇 𝖺 𝗆𝖺𝗇𝗈 ¿𝗇𝗈?