petit dragon en porcelaine

Consejos de Blaise

Draco se encontraba increíblemente feliz, no había recibido otro vocifero, ni carta de parte de sus padres, lo agradecía enormemente, seguramente se pondría a llorar si llegaba. Otra cosa que lo tenía bastante contento era la cercanía que había tomado con Harry, podía pasar horas platicando con él o simplemente el silencio con su compañía, poco a poco el menor comenzaba a abrirse con el mayor.

Aveces también llegaban a estudiar juntos, ya sean cosas de su año o un años más avanzado, llegando a ser el más participativo el clases dándole la mayoría de puntos a su casa, podía pasar horas con él en la biblioteca como ahora aunque Harry no estaba a su lado, tenía clases completas, no lo vería hasta más tarde, cuando terminaran sus clases.

Aunque sus estudios se vieron interrumpidos por cierto morocho que tomo asiento en la silla frente a él, obligandolo a despegar la vista de su libro pues ano quería ser descortés ni mal educado, un Malfoy de caracterizaba por tener una increíble educación y sen tan correcto como se pudiera, podía reconocer su rostro estaba seguro que lo había visto junto a Harry varias veces, tal vez era su amigo.

— Así que tú eres el famoso Draco, el niño dragón — Hablo el morocho con una expresión seria, ya característica— Mucho gusto, Blaise Zabini, amigo de Harry Potter.

Al escuchar eso, confirmado su teoría, en el rostro del rubio sus comisuras de alzaron con amplitud, formando una linda y perfecta sonrisa; si era amigo era de confianza ¿verdad?

— Mucho gusto, Zabini. Aunque mi pregunta es porque estás aquí se supone que deberías estar con Harry en su clase. —Interrogo mientras su cabecita se ladeaba un poco con confusión, dándole un toque tierno, aún más de lo que ya era.

— Lo se, niño. Digamos que me salte mi clase porque quería platicar contigo sobre unos asuntos, además quería darte un par de consejos.

El rubio asintió sin comprender del todo sobre que "asuntos" quería hablar el amigo de Harry, no vendría a preguntarle de alguna materia eso era obvio pues era cuatro años mayor que él, sabía mucho más que él.

— Mira se que aún eres pequeño y no tendría porque decirte todo lo que diré pero es para que estés más protegido y puedas defenderte.

Con eso Blaise no solo se refería a sus compañeros de casa, sino también a Harry, era su amigo desde sus inicios en Hogwarts sabía cómo y cuánto podía llegar a hacer el castaño en un arranque de irá o de celos, estaba familiarizado con ello pero ese pequeño niño no, debía prevenir ciertos accidentes.

— Mira tienes a Harry comiendo prácticamente de tu mano, puedes hacer y deshacer de él cuánto quieras, pero debes cuidarte también y no hacerlo enojar, es un poco... Impulsivo.

No mentía, en su tercer año, los niños solían burlarse de él aún siendo "el niño que sobrevivió", diciéndole huérfano e infinidad de apodos, pero ese día, había comenzado con el pie izquierdo y todo le salió mal, se sentía estresado y con tanto enojo que exploto, golpeó al niño como si no hubiera un mañana y lo mando a la enfermería por una semana, el niño era dos años mayor que Harry, ¿Sorprendente, no?

— Es más creo que si lloras lo tendrás a tu lado en cuestión de segundo a tu lado.

El rubio escucho atento todas y cada una de las palabras de él mayor, quedándose pensativo en lo último, pero ¿eso era lo que hacía, no?, cuidar de quienes se sentía mal y apoyarlos, no era el único.

Aquel propio pensamiento lo hizo sentirse mal, no era el único al que Harry cuidaba y mimaba debida haber más.

— Pero ¿hay más no?, Harry hace eso por las personas, por todas.