Capítulo catorce

15.2K 1.4K 551
                                    

14| OSCURIDAD | PARTE UNO.

Did some force take you because I didn't pray?, every single thing to come has turned into ashes, 'cause it's all over, it's not meant to be
(¿Alguna fuerza te tomó porque no recé?, cada cosa por venir se ha convertido en cenizas, porque todo ha terminado, no está destinado a ser) -Bigger Than The Whole Sky. Taylor Swift. 

Un mes antes de la muerte de Eloise.

PAXTON.

Llevaba nueve meses viviendo en casa de los Cromwell. Y aún no terminaba de acostumbrarme a la radiante sonrisa de Eloise. De cierto modo me desconcertaba... creo que nunca nadie me había sonreído de esa manera tan cálida.

—Paxton, pasa. —Pidió. Estaba sentada frente a su escritorio, tenía una ventana justo detrás, el atardecer se estaba poniendo así que la luz se reflejaba dibujando su silueta. Parecía un ángel, pero eso era habitual en ella—. Pensé que irías con Aiden a la fiesta de Hope.

—He estado cansado, así que preferí quedarme a dormir —dije mientras me adentraba a su oficina.

—¿Te sientes mal? —preguntó alarmada. Solté una risa y negué de inmediato.

—Me he desvelado mucho —Mentí—, así que quería descansar. —murmuré y antes de que hiciera más preguntas o que directamente me pidiera que fuéramos a un puto doctor, coloqué la paquetería sobre su escritorio—. Llegó esto —expliqué mientras daba un paso atrás.

Eloise lo tomó y soltó un suspiro. —Es para Aiden —dijo con una débil sonrisa. Abrió el paquete y en cuanto vi lo que era, fruncí el ceño.

—¿Otro disco? —cuestioné haciéndola reír—, ¿Qué no tiene suficientes?

—A este punto creo que Aiden jamás tendrá suficiente de la música —murmuró sin borrar su sonrisa. Se puso de pie y caminó hacia el tocadiscos que adornaba uno de los extremos de la habitación—. Cuando estaba embarazada a veces él simplemente no se movía y yo entraba en pánico porque quería sentirlo —Me contó mientras abría la carpeta—, un día me di cuenta de que... si ponía música él se movía.

Sonreí sin poder evitarlo. Exigente desde antes de siquiera nacer, sí, suena a algo muy él.

Eloise colocó el disco sobre el plato, movió un par de cosas y después de unos segundos la música comenzó a sonar.

Mi sonrisa se borró de inmediato. —¿Qué es eso? —dije literalmente en el primer segundo. Eloise soltó una risa y me observó con ternura.

—Este disco es parte de los doce conciertos para violines de Vivaldi —respondió sin borrar su sonrisa—, estás escuchando el cuarto soneto: Invierno, de las cuatro estaciones.

—¿Aiden escucha esto? —cuestioné—. Si siempre escucha cosas así, ahora tiene más sentido que sea tan ansioso —bromeé.

—Aiden no es ansioso —dijo y simplemente sonreí, me pregunté si ella también estaba bromeando o si realmente no se daba cuenta—, pero sí, escucha todo tipo de música, aunque seguramente este disco solo es una recomendación de mi hermano, esta serie de conciertos siempre fue su favorita.

Eloise y yo éramos extremadamente diferentes, pero compartíamos una similitud, y es que a ninguno nos gustaba hablar de nuestra vida familiar. Sabía que tenía un hermano menor y eso es todo. Pero esa noche tenía demasiadas preguntas y no pude contenerme.

—Te propongo un trato —murmuré mientras me acercaba a ella—, una pregunta de tu pasado, por una pregunta del mío.

En sus ojos brilló la duda, pero sabía que era una propuesta a la que no podría negarse. Por varios meses había intentado hacer que me abriera con ella, pero nunca pude hacerlo. Así que tal como lo preví, asintió.

La Teoría Del Caos (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora