🎬 | ❝Rompí mi propio corazón porque fuiste demasiado educado como para hacerlo.❞
ㅤㅤNaomi siempre creyó que
ㅤㅤSatoru Gojo era únicamente
ㅤㅤparte de su imaginación, una
ㅤㅤpersona que vivía en sus sueños,
ㅤㅤhasta que se toparon cara a cara
ㅤㅤen el ca...
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ㅤ«¿Podrías despertar? Han pasado años».
— Naomi, ¿estás escuchando?
La mujer de cabello castaño pestañeo varias veces, volviendo a la realidad. Daisuke estaba frente a ella, detrás de él los productores y directores de la serie tenían el celo fruncido. El editor alzó una de sus cejas en forma de pregunta, Noami solamente ladeó la cabeza.
— Lo siento, ¿qué?
— Acabo de preguntarte si ya fuiste por el café.
Pestañeo lentamente, intentando recordar lo que había pasado. No era de extrañarse esto, pues no era la primera vez en la que Naomi Iwazumi se perdía en su pequeño mundo.
— Yo... —Guardó silencio, sin saber muy bien que hacer. Miró a sus alrededores, ¿por qué estaba de pie? Oh, sí, el café—. Creo que es mejor seguir con las audiciones y consigo café luego.
Caminó hacia su silla, tomando asiento en medio de todos las personas. Entrelazó sus dedos sobre la mesa y fijó su vista en el libreto, el kanji de Jujutsu Kaisen le parecía lo más interesante del mundo en aquel momento.
— Bueno, deberíamos seguir. —El director habló, entonces empujó suavemente con su hombro a la creadora del manga—. Pero pediré que te traigan tu café, niña.
Naomi sonrió, agradeciendo en voz baja. Su mente divagó de nuevo a la voz que escuchó antes de que Daisuke la llamara una vez más.
¿Será que ya estaba perdiendo la cabeza?
— Buenas tardes, gracias por recibirme.
Un chico de cabello negro, ojos verdes y largas pestañas entró al lugar. Daisuke, quien acababa de tomar un sorbo de su agua, la escupió en el vaso y comenzó a toser descontroladamente.
Naomi le sonrió apenada al muchacho, palmeando la espalda de su amigo.
— Venga, ten un poco de respeto por el chiquillo. —La mujer se burló, Daisuke la miró alarmado.
— ¡Mi, él... él es--!
— ¿Megumi Fushiguro? Sí. —Respondió en un susurro. ¿Por qué estaba tan tranquila? No lo sabía—. Cálmate, quiero ver qué tal lo hace.
— Pero...
— ¡De acuerdo! —Naomi junto sus manos, sonriendo. Este era el segundo personaje de su libro que se había vuelto real de alguna forma, quería ver cómo se interpretaba a si mismo—. ¿Puedes decirnos tu nombre y edad?
Fushiguro se removió incómodo en su lugar, sujetando con fuerza el guión.
