🎬 | ❝Rompí mi propio corazón porque fuiste demasiado educado como para hacerlo.❞
ㅤㅤNaomi siempre creyó que
ㅤㅤSatoru Gojo era únicamente
ㅤㅤparte de su imaginación, una
ㅤㅤpersona que vivía en sus sueños,
ㅤㅤhasta que se toparon cara a cara
ㅤㅤen el ca...
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ㅤ¡¿JUJUTSU KAISEN ES ESCRITO POR UNA MUJER?!
Naomi soltó un suspiro y colocó su teléfono en la mesa, a un lado de su cuaderno de dibujo. Había pasado seis meses desde que el rodaje de la serie había comenzado y rumores sobre la persona detrás de semejante historia habían estado recurriendo las redes sociales, además muchas personas estaban sedientas de sangre luego del arco de Shibuya y de Culling Games. Les urgía saber la cara de la persona detrás del sufrimiento de sus personajes favoritos.
Era sábado, un día libre para los actores, pero no para ella. Nunca era un día libre cuando en lugar de soñar con cosas normales, soñaba con maldiciones y hechiceros luchando por sus vidas.
Y definitivamente no sería un día libre si acababa de soñar con la liberación de Satoru Gojo.
Así que ahí estaba, sentada en el suelo, dibujando a un personaje muy especial para ella por primera vez luego de seis meses.
— Esto no va a funcionar. —Recostó su mejilla contra la mesa luego del décimo quinto dibujo. Su arte evolucionaba cada día y no haber dibujado a Satoru le estaba pasando factura, ya ni sabía cómo hacerlo.
¿Debía darse por vencida?
Era casi medianoche después de todo. Su sueño había sido causado por una siesta que ni siquiera debía haber tomado en un principio y, aunque le encantaba dibujar de noche porque nadie le molestaba, ese simplemente no era su momento.
¿Qué podía hacer? ¿Dormir otra vez? Eso nunca le funcionaba.
Una vez que despertaba, siempre tenía que pasar dos o tres horas para que pudiera dormir. Daisuke solía burlarse por eso, diciendo que era el karma por todas las noches en vela que tuvo que pasar trabajando para ella.
«No sé si volveré a hablarte después de esto, pero... Ojalá estuvieras aquí para darme una palmada en la espalda igual».
Ignoró la voz en su cabeza, como había estado haciendo estos meses pasados.
Golpeteó suavemente sus dedos contra la madera, sus ojos marrones siguiendo el movimiento.
Llamar a Daisuke no era una opción, solo le diría alguna frase motivacional que apreciaba, pero que no le ayudaría en nada. Lo que necesitaba era tener al propio Gojo ahí, colocarle una hoja encima de su rostro y comenzar a repasar cada parte de él.
Oh.
Oh.
— ¡Oh! —Exclamó, levantándose de su lugar con emoción.
Sus ojos se abrieron de par en par ante su idea, sí tenía a Satoru Gojo en carne y hueso.
Naomi tomó su teléfono con rapidez, con su pulgar quitó la noticia que cubría la pantalla y busco en su lista de contactos.
