-Por favor niña, olvida a ese hombre. No vayas a buscarlo. Will Kross ya te hizo demasiado daño, no permitas que lo haga otra vez. -rogó la enfermera de Augusto.
Matilde estaba muy angustiada por la situación de Aline con William, y más viendo la marca que el magnate dejó en el rostro de la chica después de golpearla.
Aline llevó la mano a su mejilla donde se veía dibujada una larga mancha roja, y se limpió las lágrimas solo de pensar en lo que ocurrió la noche anterior.
-Tengo que buscarlo y encontrar la manera de que me escuche...
-¡Te pegó Aline, ese hombre está cegado por la rabia, me angustia que pueda herirte otra vez y que en esta ocasión sea irremediable! -la interrumpió Matilde.
-Ese no era él. William no es un hombre agresivo, solo se siente traicionado y se dejó llevar por el dolor que yo le causé por no contarle la verdad antes de que lo hiciera mi madre.
-¡Por favor niña, no lo justifiques! -replicó Matilde con vehemencia. -No importa lo mal que esté por haber descubierto la verdad sobre tu pasado y lo herido que se sienta. No tenía derecho a ponerte la mano encima, si lo hizo es porque en verdad no te merece. Quien te ama no te abandona Aline, no te maltrata y ese hombre lo hizo.
Matilde tomó la mano de Aline y angustiada pidió.
-No vayas a verlo, olvida a William Kross y sigue con tu vida.
-Él es mi vida Matilde, tengo que buscarlo y darle una explicación. -Aline casi volvió a llorar cuando su padre que estaba en la silla de ruedas agarró su mano.
Haciendo ruido y con una mirada que detonaba lo preocupado que tenía por su hija Augusto le rogó que no se fuera.
-Lo siento papá, tengo que irme. -se disculpó Aline y se dirigió a la salida.
-¿No puedes por lo menos esperar a que amanezca, ya es muy tarde?-preguntó Matilde y Aline miró por la ventana.
-Por las horas que son estoy segura de que lo encontraré en su departamento y no quiero perder más el tiempo. Nos vemos en unas horas. -contestó Aline viendo la tristeza en la mirada de su padre. -Tranquilo papá, estaré bien. Te quiero mi viejito hermoso.
Aline lanzó un beso a su padre y se marchó de su departamento para buscar a William, sin imaginarse la sorpresa que le esperaba.
Entrar en el edificio le resultó bastante fácil a la muchacha. El conserje la conocía y no puso impedimento a su entrada. Incluso la trató con la misma cordialidad de siempre. Era evidente que Will no había prohibido su entrada y tampoco había comentado con nadie el fin de su relación.
Nada más salir del ascensor, Aline escuchó que la música sonaba alta en el interior del ático de Will. Como si se estuviera celebrando una fiesta.
Se trataba de una reunión de amigos, que supuestamente estaban allí para darle apoyo a William y ayudarlo a olvidarse de la mujer que lo engañó.
-Deberíamos llamar a unas putas para animar un poco el ambiente. Este lugar parece un cementerio. -escupió Lucio un gran amigo de William y Louis, otro amigo del magnate puso los ojos en blanco.
-No digas estupideces Lucio, lo último que querrá Will es acostarse con una puta cuando estuvo a punto de casarse con una.
Will y tres de sus mejores amigos estaban totalmente embriagados. No solamente habían abusado del alcohol esa noche, como también de las drogas.
-Justamente porque era una zorra es que Will debe buscar a otras con las que podrá olvidarse de esa perra. -escupió Lucio mientras Roger le servía a William otra copa de whisky, aún cuando este mal podía ponerse de pie. -Conozco a unas cuantas que están muy buenas. Son obedientes y se dejan hacer absolutamente de todo. Eso es lo que necesitamos todos esta noche. ¿Qué me dices Will?
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¿Hasta dónde llega el amor?
RomantikLa felicidad de Aline Dos Santos junto al millonario William Kross duró poco después de despertar la ira de una mujer ambiciosa que prometió destruirla. Antes de su fiesta de compromiso, William descubrió el pasado oscuro del cual Aline intentaba e...