Capítulo 11

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(Hange)

— Yo ayudaré al doctor Jaeger Hange — dijo mi madre — recuerda que antes que tú nacieras yo era enfermera.

Estaba tan nerviosa, quería estar con ella en este momento pero mi madre tenía razón, no podía hacer nada más que estorbar allá adentro.

Pasaron horas, escuchaba a mi hermosa (n) sufrir y yo no podía hacer nada, me sentía tan inútil.

— Tranquila Hange — dijo mi padre — todo saldrá bien.

Después de unas horas más, mi madre por fin salió con una sonrisa.

— Todo salió bien, jamás había estado tan nerviosa.

Entre rápidamente, ahí estaba mi (n), el doctor Jager tenía en sus brazos al pequeño bebé, mi madre volvió a entrar a la habitación con unas toallas y un pequeño balde con agua caliente.

(n) estaba tranquila, el padre de Eren hablaba con ella, yo solo estaba parada viendo, estaba congelada.

— Tómalo — dijo mi madre dándome al bebé, ya estaba limpio y tenía sus pequeños ojos cerrados — es un niño.

Lo tomé en mis brazos y me acerqué a (n), ella me dió una sonrisa que yo le devolví.

— Es niño — susurré.

— Lo sé — me dió una sonrisa — Tengo sueño.

Reí, ella siempre ha sido una persona que duerme mucho.

— Descansa amor, yo cuido de él.

Ella sonrió y cerró los ojos, su respiración se hizo más tranquila y una sonrisa se veía en su rostro mientras aún dormía.

El pequeño bebé también dormía, mi madre me dijo que (n) ya lo había alimentado antes de que yo entrara al cuarto por ende ahora el pequeño solo necesitaba dormir.
Comencé a arrullar al pequeño bebé, no pasó mucho tiempo hasta que él se quedó dormido.

Narra n

Desperté varias horas después, la habitación estaba oscura y solo podía ver una tenue luz bajo la puerta del cuarto, me levanté lentamente, me dolía el cuerpo y debido a eso muy apenas pude quedarme sentada en la orilla de la cama. Después de unos minutos volví a levantarme y caminé lentamente hasta abrir la puerta.

Abrí la puerta, caminé y en el pasillo me encontré al padre de Hange.

— Deberías estar descansando — me sonrió — vamos te acompaño.

— ¿Y Hans?

— Está ayudando a su madre a hacer algo de cenar — dijo mientras entrábamos al cuarto — y no te preocupes tu pequeño hijo está descansando, en un rato Hange lo trae.

Sonreí.

Estaba tan agradecida, aunque en el fondo aún estaba preocupada, tenía miedo de que Reiner nos encontrará e intentará algo en contra de mi o de Hange.

— Deberías darte una ducha — dijo Hange, estaba parada en la puerta de la entrada sonriendo.

— Eso mismo pensaba — sonreí.

Se acercó a mí y tomó mi rostro entre sus manos para besarme.

— ¿Qué nombre le pondremos a nuestro hijo?

"Nuestro hijo" que hermoso sonaba eso.

— No lo había pensado, hay un nombre que me gusta mucho.

— ¿Cuál es?

Oh My God (Hange Zoe X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora