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(Sé que tengo algunas historias pendientes pero no podía dejar que ésta idea se perdiera)










La tarde cálida prometía un poco de lluvia con la humedad del ambiente, el doncel debajo del cerezo pasó la hoja de su libro con ansias de continuar su amada lectura. Aunque el libro estaba disfrazado en la portada por uno de poesías, en realidad era una novela llena de aventuras y un amor inquebrantable.

Amaba esas historias

Alec suspiró cuando el protagonista declaró su amor incondicional por la chica de sus sueños y ahogó un pequeño gritito en la manga de su Hanfu cuando se besaron. ¡Al fin! ¡Después de mil páginas! Lo frustraba un poco lo tan tontos que podían llegar a ser por orgullo.

Si él tuviera la oportunidad de tener un amor así, nunca lo dejaría ir.

Pero lamentablemente su vida no era una novela romántica, estaba muy lejos de serlo. Nadie quería un doncel que no sabía ocuparse del hogar y los niños, nadie quería un doncel cuyos dos pasatiempos eran las artes marciales y los libros. Menos con su aspecto físico; pálido, de ojos azules y cabello negro. Tenía una apariencia más extranjera gracias a la que fué su madre, ella era de otras tierras y su padre en un viaje de negocios se enamoró, lamentablemente ella murió trayendo al mundo a Alec.

- Alec

Levantó la cabeza con el llamado de su hermano adoptivo.

- Rafael

Su padre había adoptado a ese chico cuando era un niño y gracias a ello, su familia no se quedaría sin un heredero. Él no podía hacerse cargo de los negocios de su padre por ser un doncel, pero Rafa era legalmente el heredero y ya estaba siendo instruido por su padre para manejar todo cuando fuera hora de retirarse del mercado. Ellos eran buenos comerciantes de telas y armas.

- Padre nos llama a su estudio

El doncel cerró su libro y tomó la mano que su hermano ofrecía para ayudarlo a ponerse de pie. Aunque Alec fácilmente podía patear su trasero en un enfrentamiento, estando fuera de la arena, Rafael siempre lo trataba como un doncel delicado que podía romperse.

- Gracias, ¿Te dijo el motivo?

Rafael ofreció su brazo y Alec lo tomó alegremente mientras caminaban por el césped verde, luego subían las escaleras y atravesaban los pasillos de madera.

- Se emitió un decreto imperial, es todo lo que sé

Alec estaba sorprendido y asustado. La última vez que el Emperador había emitido un decreto, fué cuando declaró la guerra a la nación vecina y su padre había tenido que pelear en ella, Robert regresó vivo gracias al cielo.

- Espero que no sea una guerra.

Ellos entraron al estudio de su padre y se arrodillaron para estar a la altura de la mesa de té que Robert había dispuesto.

- ¿Cómo está tu salud ésta mañana papá?

Preguntó Alec tomando la porcelana y sirviendo té a los tres.

- Está bien, no es por eso por lo que quería verte

Le dijo haciendo al doncel tensarse.

- Te escucho

Dijo a su padre manteniendo el presentimiento de que no serían buenas noticias.

- Sabes que estás en edad de casarte, de unirte a una familia de buen nombre y reputación respetable, ¿Verdad?

El doncel asintió, esa conversación la habían tenido muchas veces, incluso pensaba que su edad ya estaba un poco más arriba de lo que se consideraba aceptable para contraer matrimonio.

Compitiendo por un amor #malecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora