III

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Magnus observó al grupo sintiendo su paciencia escurrirse lejos de su alcance. ¿Porqué estaban peleando por una habitación?

- Yo compartiré habitación con él

Esa voz lo hizo poner atención nuevamente. Era el doncel hermoso de la entrada quien actuaba en ese momento cómo si una habitación no fuera la gran cosa para estar haciendo un escándalo.

Por acabar con esa discusión de forma tan sencilla, Magnus tomó nota de que le arreglaría las mejores habitaciones una vez hubieran acabado con todo ese teatro.

Le multitud se dispersó y ellos salieron del lugar.

- Parece que no le importa compartir habitación con un granjero

Mencionó Ragnor a Magnus de forma sencilla. Él también agradecía que se resolviera rápido el problema, estaba seguro que ese mimado chico no cedería hasta conseguir su objetivo y cambiar de compañero.

- Quiero que arreglen una residencia privada junto al estanque esmeralda, lo llevaré ahí apenas el número de competidores disminuya en un 50%.

Ragnor asintió tomando nota para hacer cumplir la orden, tenía el tiempo suficiente para dejar el lugar impecable y listo para que el doncel pudiera pasar las demás pruebas en ese espléndido lugar.

- ¿Ansioso por escabullirte de noche para verlo?

Preguntó con discreción, solo ellos sabían que entre las habitaciones privadas de Magnus y la residencia del estanque esmeralda, había un pasaje secreto que conectaba ambos lugares. En un principio había sido diseñado por si había un atentado en contra del principe heredero y necesitaba una ruta de escapé de forma precipitada.

Ahora quizá podia servir para otros propósitos.

- No creas que no noté cómo mirabas al granjero

Respondió Magnus a Ragnor sin dejarse intimidar. Su amigo se puso medio verde y sabiamente cerró la boca.

Al poco rato volvieron para dar un aviso y se retiraron. Magnus disfrutó de una comida ligera y una larga ducha, el próximo día no pintaba ser menos estresante que ese.























Alexander despertó con los toques a su puerta, antes de que pudiera levantarse, Jace ya lo había hecho. Unos sirvientes entregaron una torre de ropa perfectamente doblada y se retiraron.

- ¿Qué sucede?

Preguntó Alec saliendo de la cama y recibiendo el paquete que le correspondía.

- Nos quieren uniformados para las pruebas al parecer

Dijo su compañero examinando esas prendas color azúl cielo.

- ¿Cómo sabían nuestra talla?

Preguntó Alec a nadie en particular, quizá lo habían investigado los mensajeros con sus familias cuando dejaron los pergaminos de aviso. Era muy razonable, no podían hacer todas esas prendas de la noche a la mañana.

Ambos hicieron sus camas y dejaron todo en orden antes de salir perfectamente vestidos cuando escucharon nuevamente esas campanas.

Había una fila de guardias detrás de los dos que Alec ya se había acostumbrado a ver. Por un momento su mirada conectó con la del guardia apuesto de ojos exóticos y se sintió cohibido, tanto así que tuvo que voltear para otro lado. El hombre lo ponía nervioso.

- Salgan y formen una fila por favor, los iremos llevando en grupos de veinte personas para la primera prueba.

Todos se apresuraron a obedecer, Alec estaba en el último grupo y se quedó parado ahí sin quejarse o hacer ningún gesto mientras el primer grupo era llevado por los guardias hasta otro lugar.

Compitiendo por un amor #malecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora