Está historia toma lugar en Scott Pilgrim Takes Off.
Kim Pine conoce a un chico y ambos tendrán que superarse para poder formar una relación.
Es necesario haber visto el anime y el cómic de Scott Pilgrim para entender la trama correctamente. Habrá...
Me desperté en un día común como cualquier otro, después de haber conocido a esta fantástica mujer, Kim Pine. Ella había sido mi primer pensamiento al despertar, agarre mi celular y levanté su tapa para ver si tenía algún mensaje suyo pero no había nada, era muy temprano. Tal parece que ella no estaba despierta a plenas 08:00 AM.
Entonces me dispuse a escribirle, darle los buenos días o cualquier cursilería de ese tipo... Pero me di cuenta.
Estoy yendo demasiado rápido, apenas la conocí ayer, porque debería centrarme completamente en ella? Tengo que dejar que todo siga su curso con normalidad, si me apresuró ella va a enojarse, a pesar de que apenas la conozco me hago la idea de que se pondría furiosa si le llevó flores a su trabajo y le pido matrimonio... Quizás no a ese ritmo, pero se entiende.
Me levanté al fin de la cama, yendo directo al baño para ir hacer lo mío y luego limpiarme la cara, tenía un aspecto terrible a decir verdad, no había dormido tan tarde desde hace mucho tiempo. Me lave toda la cara y cepille mis dientes con prisa, quedando en mis papilas el sabor de la pasta, era tan fresca e insípida a la vez... Me ardía. Tan rápido como pude me llene la boca de agua y escupí todo dentro del lavabo viendo como escurría hasta la cañería y todo se iba.
Pasé directamente a preparar mi desayuno, solamente una taza de café para activar mi cuerpo y un trozo de budín, algo dulce para empezar el día cargado con azúcar. El budín era pequeño, en un par de mordidas quedó reducido a migajas, limpie todo con pereza y dejé todo en su respectivo lugar. Aún no era hora de irme a mi trabajo, así que pensé en perder el tiempo jugando al clásico Super Mario Bros, ya lo había terminado varias veces, pero siempre era divertido de re jugar, ese Bowser era gracioso de ver cayendo al fuego y a la princesa tan apática solo dando las gracias. Me senté en mi sofá puff, encendí la consola y empecé a jugar como todos los días.
Casi una hora más tarde, apagué todo en mi casa, preparé mi ropa y salí, dejando todo el lugar cerrando bajo llave la puerta para irme con confianza de que nadie entraría a robar. Llegué a mi trabajo y, como todos los días, seguí las órdenes de mis superiores, cada vez más cansado de que todos los días fueran así desde hace casi dos años, pero de algún lugar tenía que conseguir el dinero para comer diario, era suficiente consuelo para mí afligido corazón explotado laboralmente. Fue apenas cuando el reloj marco las dos menos cuarto fue el momento en que pude al fin lagarme, no había comido nada en todo ese tiempo así que estaba en verdad hambriento. Camine sin mucho pensarlo a la cafetería que había visitado con la peliroja anoche, entonces una chica con lentes y una voz gritona con ira me recibió.
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- ¡Stacey, me voy a mi descanso!
- ¡Dijiste eso hace cinco minutos! Ughh, como sea. Hola señor, que le gustaría pedir?
Me quedé con cara de tonto por la situación que había pasado, pero apenas recobré el sentido me percate de que está chica y su compañera se me hacían conocidas.
