𝑫𝑬𝑺𝑻𝑰𝑵𝑶 || El avatar ||

005

Narra Zuly

Ya habían pasado dos semanas, en ese tiempo me la pase meditando y entrenando con las dos fuerzas que controlaba y ayudando de vez en cuando a la pareja.

Ellos eran en verdad muy amable no le dijeron nada sobre el por qué usaba la máscara todo el transcurso.

En una ocasión les había preguntado hacia donde se dirigían después de dejarla en su destino, ellos iban a ir a Ba Sing Se la capital del reino tierra para resguardarse de la guerra.

Sinceramente me parece muy buena idea y por la condición de la señora Ying ella podría estar dando a luz en tres o cuatro meses.

Algo el saco de sus pensamientos, estaban tocando la puerta, rápidamente se puso la máscara y abrió la puerta.

Era la señora Ying, ya estaba el almuerzo.

Ying esta comida esta deliciosa – dijo zuly lamiéndose los dedos.

Hay por favor no exageres Ming – dijo esta avergonzada.

Ella no está exagerando dice la verdad, Ying tu comida es deliciosa no seas humilde – dijo Than su esposo quien la miraba con todo el cariño del mundo.

Ying, Than en verdad que los envidio, siempre me he preguntado como seria ser tratado así – dijo zuly un poco melancólica

Ming algún día llegara ese alguien especial y lo sabrás no te preocupes, solamente no debes apresurar las cosas -dijo Ying poniéndole una mano sobre el hombro.

Si, algún día- dijo suspirando.

A lo cual la pareja se da cuenta y cambian de tema.

Ming estaremos llegando a el polo norte en unas cuantas horas – dijo Than

¿Lo sé, tendré que ir yo sola a buscar la tribu cierto? – pregunto

Si Ming la tribu del norte esta casi aislada del mundo y casi nunca se puede encontrar si no es con ayuda de un nativo, pero no te preocupes te vamos a prestar un barco más pequeño para que navegues por tu cuenta – dijo Ying

Bueno...

UNAS HORAS DEPUES...

Ya había llegado la hora de separarse.

Than, Ying fue un gusto estar con ustedes, ojalá nos podamos reunir en un futuro -dijo saltando al pequeño barco.

Fue un gusto pasar el tiempo contigo que tengas un buen viaje – dijo Ying

Ya alejándome de ellos, solo había hielo y agua y más y más hielo

En verdad que sería un laaaaaaaaaaaaargo viaje.

Salto Temporal.

Ya habían pasado dos días y lo único a la vista era Hielo ya estaba empezando a aburriste para que querría el viejo mandarla un lugar tan desolado.

Cuando ya se estaba quedando dormida un temblor azoto todo el barco, salió rápidamente a la cubierta lista para pelar hasta que vio que eran la tribu de agua del norte y ahí es cuando esbozo una sonrisa.

Por fin había encontrado la tribu o más bien ellos la habían encontrado a ella.

¿¡Quién es y que quiere!? – dijeron un grupo de muchachos al unisonó.

Por favor no ataquen, vengo en son de paz – dijo levantado las manos y quitándose la máscara.

Estoy aquí con el objetivo de buscar a una persona – me acerque con cuidado hacia ellos.

Estaban intercambiando miradas deduje que estaban pensando si creerme o no.

No estoy mintiendo la persona que estoy buscando se llama Ling Fong

Este ambiente es muy raro, todos se estaban mirando un tanto incrédulos y después de un tiempo por fin se dignaron a decir una palabra.

Por fin ya estaban sacándole su paciencia y tiene muy poca.

Por favor, permítame guiarla – dijo el hombre que parecía estar al mando

Pero que cambio de actitud, quien sería Ling Fong para que reaccionaran así.

Me guiaron a lo que se suponía que era la tribu de agua del norte, aunque yo solo veía un muro de hielo y nieve o eso creía cuando de repente dos personas hicieron agua control y levantaron el muro dejándonos pasar a mí ya al resto de personas, esto siguió así unas 6 veces tenían muchos protocolos de seguridad.

Sígueme - dijo el que se supone es el líder

Ee si no es molestia me podría decir a dónde vamos?? – dije con curiosidad

Este no se dignó a responder solo siguió a caminando.

Que modales son los que enseñan aquí -dije susurrando.

Después de caminar por 30 minutos ya estábamos en el palacio.

Entre y me indicaron que me quedara en una habitación apenas entre cerraron la puerta de la habitación de golpe y por eso mismo pegue un brinco del susto.

Cuanta es la hospitalidad que hay en este lugar – Nótese el sarcasmo.

Comencé a dar vueltas por el lugar, de echo era muy cómodo, en el centro de la habitación se encontraba una espaciosa cama de colores azules y pieles para no morir del frio.

Un poco más adelante se encontraba una pequeña mesa con un pequeño florero con lo que creo que son flores de hielo, a su lado habían dos sillas blancas.

Realmente esto se va para largo – me encontraba recostada en una silla viendo a la nada, no había nada que hacer.

En un momento de cuando estaba perdida en su cabeza alguien había entrado una persona, lentamente levante la cabeza y me percate que era una joven muy peculiar, media entre 1,64 metros de altura, tiene una tez morena, llevaba puesto un tipo de vestido abrigo azul, y lo más particular tenía el pelo blanco recogido en un peinado ceremonial.

Mucho gusto, mi nombre es Yue hija del rey Arnook, actualmente soy la enviada de la tribu del norte para acompañarla -dijo haciendo una reverencia

Enserio quién diablos era Ling Fong para que una maldita princesa la escoltara, por la misma orden del rey hasta el punto de doblegarse ante una plebeya.

Heee....

Mucho gusto mi nombre es Ming Bei– dije asiendo la reverencia.

No me gustaba mucho mentir, pero más vale precavida que muerta.

Por favor levántese, no debería de hacer eso -dijo agachándose para tomarme de la mano y levantarme.

Pero usted es la princesa y yo una simple plebeya como me atrevería a no dar la reverencia.

Pronto sabrá el por qué, y no puedo decírselo porque no estoy calificada para dar ese tipo de información así que por favor simplemente absténgase de bajar la cabeza.

Okey.... -dije confundida.

¿Y para que vino entonces?

Me mandaron a darle estas prendas ceremoniales -dijo para después entregarme unas prendas y un par de botas con tacón.

Wow son muy lindas

Era un vestido de color azul rey y tenia cola de sirena, desde las caderas a los pies parecían olas, era un vestido de fantasía las botas se asemejaban mucho a unos tacones, pero te abrigaban del frio y por último pero menos importante un abrigo de algodón blanco.

Se ve preciosa – dijo la princesa con una espectacular sonrisa.

Es como un cuento de hadas – respodi igualmente con una sonrisa.