Maratón 2/3Michelle tenía más de media hora sin haber parado de llorar desde que había entrado a la habitación de su hermana y había leído la carta que Lauren le había dejado encima de su cama, ahora entendía el por qué su hermana estaba muy pensativa el día de ayer en el colegio, era aquello lo que tenía que decirle y nunca pudo por qué su padre le había votado de casa, se sentía molesta con ellos por haber hecho aquello con su hermana
- ¿Donde estas Lauren?..... voy hacer tía - sonrió muy emocionada - mierda, seré tía - lo dijo con mucha emoción y así se levantó secando sus lagrimas
Tenía que empezar a buscarlas, aquella mañana había estado llamando a su celular pero simplemente le salía apagado al igual que el celular de Camila, estaba por salir a buscarlas pero el tono de su celular la detuvo
- Diga
- Mi.... Michelle ¿Eres tú? - la ojiverde frunció su ceño, el número era uno desconocido
- ¿Quién llama?
- Soy..... soy Carol
- Como es que tú tienes mi número, a que yo recuerde nunca te lo he dado - le dijo agarrando su mochila
- Camila me dió tú número
- ¿Camila? Dime qué mi hermana y ella están contigo - le suplicó
- Si, ellas llegaron anoche a mi casa pidiéndome ayuda - susurró - que está pasando con ellas
- Lo sabrás después, ahora quiero que las entretengas miéntras yo llego
- Está bien, haré cualquier cosa hasta que llegues pero date prisa por qué ellas en minutos se van
- Está bien - colgó suspirando profundamente
Carol llegó a la mesa donde lauren y Camila estaban desayunando mientras hablaban entre ellas, aunque quiso preguntar el por qué se había ido de su casa no lo hizo, mejor esperaría a Michelle pero antes la entretenería como le había dicho
- Lauren necesito hablar contigo a solas, solo será un par de minutos - le dijo y ella asintió
Llegaron hasta el despacho del padre de Carol e inmediatamente le dijo
- Lauren tú padre estuvo aquí anoche antes de que ustedes llegaran a mi casa
- ¿Que? - dijo sorprendida
- Me vino a ofrecer dinero a cambio de que no te ayudara si tú llegases a venir aquí - Lauren no podía creerlo
- Es un hijo de puta
- Yo no acepte su oferta por qué sinceramente yo si te considero mi amiga, aunque parezca toda una alocada y media extraña yo si te considero una amiga
- Gracias - sonrió la ojiverde
- Estoy segura que Mariana si aceptó la oferta de tu padre y quizás por eso no quiso ayudarte
- Ahora que lo pienso tienes razón, pero ya no importa - sonríe de lado
El timbre de la casa se escuchó y Carol fue abrir con una sonrisa en el rostro al saber que era Michelle, y no se equivocó cuando la vio y suspiró al verla
- Donde están - preguntó Michelle
- Están desayunando - susurró sin dejar de mirar a la ojiverde
- Hermana - Camila y Lauren se quedaron mirando sorprendidas al ver a Michelle
- Michelle - Lauren corrió a abrazarla
- Estaba muy preocupada por ustedes, por qué no contestan mis llamadas
- Lo siento - dijo Camila - pero lauren apagó mi celular
- Lo siento - dijo Lauren - es que no queremos que nadie supiera donde estábamos
- Eso ya no importa - se acercó a Camila para acariciar su vientre con una enorme sonrisa dejando a Carol sorprendida - voy hacer tía...... ¡Voy hacer tía Lauren! - la abrazó emocionada al igual que lauren
- ¿Que? ¿Co..... como que tía? - preguntó Carol
- Camila está embarazada - Carol abrió ampliamente sus ojos - por eso papá me echó de casa y me sacó de su vida
- Es que no lo puedo creer, ahora entiendo por qué tú papá estaba furioso
- Yo me fui de casa por qué mi papá me llevaría hoy a una clínica para que sacaran a mi bebé - susurró Camila con miedo y dejando a todas con el ceño fruncido
- No lo puedo creer, tú papá es un demonio - le dijo Carol
- Tengo una duda - dijo Michelle - ¿No utilizaron condón?
- Si lo hicimos - dijo Lauren
- Que extraño - dijo Carol cruzando sus brazos - no lo abras abierto con los dientes ¿Verdad?
Michelle y Carol rodaron sus ojos al ver la cara que había puesto Lauren
- Es una tonta - le dice Carol
- Lo es, pero ya está - Michelle tomó la mano de su hermana y la de Camila - ustedes no están solas
- Yo también puedo ayudar - dijo Carol
- Claro que sí - le dijo Camila dándole un guiño.