Camila llegó como todas las mañanas a la clínica donde se encontraría con alguien que no veía hace años, a alguien que ella no quería ver nuevamente en su vida
- Amiga que bueno que llegaste - Selena se veía preocupada
- ¿Estás bien? Por qué estás así
- Ven - la llevó hacia la puerta de una habitación - detrás de esa puerta está tu mamá
- ¿Que? - dijo Camila sin poder creerlo - mi mamá, como que mi mamá.... ¿La atenderias por mi? Sinceramente no quiero verla
- Me gustaría amiga pero tengo demasiado sueño, tuve una noche muy larga, entiéndeme por favor.... además ya es hora de que la enfrentes
- Lo entiendo - le dice compresiva, Camila podía ver sus ojos cansados - perdóname por estar pidiéndote esto, ve a descansar que yo me encargo de ella
- ¿Segura? Si quieres puedo hacer el esfuerzo y....
- Ve a casa - le vuelve a decir - en algún momento de mi vida tenía que encontrármela, ve a descansar
- Me cuentas después como te fue - Camila asintió, tras un suspiro profundo decidió entrar
Su madre la miró sorprendida al verla después de mucho tiempo, la escaneaba de pies a cabeza y sonrió, la castaña pudo ver como su mamá no sonreía orgullosa sino más bien con burla, sintió tristeza al saber que no había cambiado durante esos años
- Hasta que al fin nos encontramos mal agradecida
- No soy una mal agradecida mamá, solo hice lo correcto
- ¿Que fue lo correcto para ti Camila? Largarte con esa mujer fenómeno que solo te terminó dejando, esa mujer solo te hizo sufrir, te prometió que sabe que cosas y al final no las cumplió, si tan solo nos hubieras escucha......
- Te prohíbo que la llames así ¿Que sabes tú de nosotras? Nada mamá, no sabes nada
- Se que te terminó dejando por qué se le subió la fama a la cabeza, Camila los Jauregui son así, el padre de Lauren engaña descaradamente a su esposa y seguramente ella también sea igual que su padre, date cuenta
- No necesito de tus consejos, y lo que hagan los padres de Lauren me tiene sin cuidado, ellos también son unos malditos por todo el daño que le hicieron
- Ustedes dos lo dudo que lleguen a ser felices, son muy diferentes Camila pero allá tú
- Solo vas a decirme esto mamá ¿no te da gusto verme?
- Hubiera preferido que tú no fueras mi hija, solo eres una vergüenza para nosotros, no eres lo que nosotras esperábamos que fueras - se bajó de la camilla
- A dónde vas
- Me voy de este lugar por qué no soporto verte a la cara, sigues siendo una niña tonta y ciega
- Mamá - Camila quería llorar pero con todas sus fuerzas no lo hizo - espero jamás volverte a ver, puedo ver qué ustedes siguen siendo los mismos los cuales nunca les importé..... lo que haga o no con Lauren a ustedes les debe importar poco, hemos pasado por mucho pero ustedes verán como nosotras vamos a seguir adelante, que vamos a construir una familia feliz
- Claro Camila, familia feliz
- Claro que será así, por qué nosotras si le daremos amor a nuestros hijos, cosa que ustedes jamás pudieron darnos, cuídate y que seas feliz al lado de ese señor que se llama ser mi padre
Salió de allí suspirando profundamente, guardo sus lagrimas para después, en ese momento estaba en su trabajo y no quería llorar ni que nadie la viese así de frágil, le dolía aunque no debería a Camila le dolía que su madre le haya tratado así
Por otra parte se encontraba Lauren dándose una ducha al haber terminado con los entrenamientos, todo estaba en paz hasta que al momento de entrar a su auto se encontró con Melissa, está no tenía buena cara y Lauren suspiró
- ¿Puedo ir a tu departamento? No puedo creer que te estés portando así conmigo después de lo que hemos pasado juntas
- ¿Pasado juntas? Solo estuvimos una vez juntas y no sabes cuánto me arrepiento - abrió su auto - además eres pésima en la cama
Aquello hizo que Melissa apretara sus puños con mucha fuerza, nadie le había tratado de esa manera
Lauren llegó a su departamento para cambiarse de ropa e ir un poco más formal a recoger a su castaña, aquella tarde estaba haciendo frío así que sin más se colocó una bufanda en su cuello. No quiso ir con las manos vacías por eso compró unas flores para sorprenderla, al llegar a la clínica miró la hora, ansiosa de que su castaña saliese
Cuando Camila salió sonrió al verla tan puntual como lo era cuando eran unas adolescentes, tenía tantas ganas de besarla pero solo se permitió en sonreírle
- Es para ti - Camila recibió las flores con una sonrisa tierna que enamoró a Lauren - ¿todo bien? Te noto algo triste
- Vamos por el helado y t cuento allí
- Espera - se quitó la chaqueta para ponérsela a ella
- Que haces Lauren
- Tú lo necesitas más que yo Camz, vamos - le abrió la puerta y subió dando marcha hacia la heladería favorita
Mientras las dos comían de su helado, nadie había dicho una sola palabra, solo se veían profundamente a los ojos
- ¿Me vas a decir por qué tus ojos se notan un poco triste? - Lauren dejó de comer y puso más atención en ella
- Atendí a mi mamá está mañana pero sinceramente no se veía nada mal - sonrió de lado - solo me dijo tantas cosas y no precisamente buenas
- Que te dijo - Lauren tomó su mano
- Que soy una vergüenza para ella, que no soy lo que ellos esperaban
- No permitas que ellos te hagan sentir así Camz, tú eres mucho más de lo que yo esperaba, eres una profesional y muy hermosa, ellos nunca llegaron a apreciarte, nunca valoraron la gran hija que tuvieron a su lado - llegó a su lado para abrazarla - eres mucho más de lo que cualquiera pudiera imaginar, has crecido y eres preciosa
Camila llevo sus manos al rostro de Lauren para acariciarla, después de tanto tiempo sintió que había vuelto años atrás, cuando estaban sentados en esa heladería dándose besos y sonriendo de cualquier cosa
- Cierra los ojos - le pide ella a lauren
La ojiverde sin más los cerró sin saber que Camila uniría sus labios en un cálido beso
- Podrías dormir conmigo esta noche Lern.
