No charlan hasta que todos han abandonado la casa.
Hyukjae se sienta en la cama de Rei y posa su atención en la ventana. Hace un día precioso, con esponjosas nubes y un sol intenso. Lamenta haberle arruinado el momento a su sobrina. Tal parece que por mucho que se esfuerce en hacer las cosas bien, éstas nunca podrán ser perfectas.
—Quiero decir que lo siento —Donghae inicia, de pie frente a él. La punta de sus zapatos roza los suyos—. Nunca quise burlarme de ti haciendo que Rei tocara esa canción.
Hyukjae se muerde el labio, evitando con ello que las estúpidas lágrimas reaparezcan.
— ¿Entonces por qué no me lo dijiste?
—No pude. Rei me lo informó apenas en la mañana y se negó a tocar otra canción —suelta aire y juguetea con sus manos—. Para ser honestos no aprendió a tocarla en estos días. Lo hizo durante el verano. No creí que pudiera hacerlo tan bien. Por aquellos meses apenas y si sabía identificar las escalas. Pero hoy, cuando me la mostró por la mañana parecía tan contenta, que no se me pasó por la cabeza que pudiera estar mal que la tocara.
Hyukjae no pone mucha resistencia a creer sus argumentos. Donghae es sincero, al igual que su sobrina. Sin embargo, la tristeza aún habita ahí. Y entonces Hyukjae entiende que no es debido a la canción, sino a la sensación de pérdida que siente en su pecho al saber que cuando este viaje termine, habrá perdido a Donghae. Y esta vez para siempre.
—Gracias por aclarármelo —deja el rencor de lado y sonríe, menos fingido que antes—. Como habrás escuchado, Rei ya sabe la verdad. Lamento que esto haya sido en vano, pero era lo mejor.
Donghae asiente con la cabeza. El colchón se hunde con su peso cuando toma lugar a su lado.
—Está bien, si consideras que es lo mejor para ella entonces lo entiendo.
Hyukjae asiente a su vez y la mano de Donghae roza la suya sobre la cama. Reprime los deseos de entrelazar sus dedos.
—Hyukjae —pronuncia su nombre como si le costara. Parece que hay algo más atormentando su cabeza—, lamento no haberte detenido ese día. Pero es que... —Donghae junta sus meñiques y parece armarse de valor para seguir hablando—, no lo sé. Simplemente me dolió que lleváramos meses de salir y ya estuvieras dudando de mí. Kyuhyun sólo es mi amigo. O bueno, lo era. Nunca le dejé ninguno de los detalles que mencionaste. Tampoco salí con él cuando terminamos. Sabía que lo odiabas y por eso el día que nos viste hablar aproveché la oportunidad para hacerte ver algo que no era. Estaba dolido y creo que en ese momento quería hacerte el mismo daño que me habías hecho tú.
El mismo daño que me habías hecho tú. Hyukjae cae en cuenta entonces que no fue el único que sufrió. Donghae en realidad no fue tan indiferente como creyó. No lo hizo intencionadamente, pero Hyukjae lo hirió con su desconfianza.
—Ignoro por qué Kyuhyun hizo esto —parece no importarle no obtener una respuesta y continúa sacando todo lo que desde hace meses lo ha estado atormentando—. No entiendo qué ganaba fingiendo que era yo quien le dejaba esas cosas.
Su mente comienza a trabajar y Hyukjae lentamente termina de descifrar la situación.
—Yo sí.
Ahora es él quien toma su mano y la sostiene con fuerza, cada vez más incrédulo.
—Me odió por lo del empleo.
— ¿Qué?
—Lo del ascenso, siempre me tuvo resentimiento.
La cara de Donghae es un poema.
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Vuelve a mí por un momento |EunHae
FanficSu Navidad está resultando peor de lo que pensó. Su sobrina acaba de meterlo en el enredo más absurdamente grande de su vida. Hyukjae odia ser tan débil. Pero definitivamente odia más a su ex. Ese mismo al que debe convencer de acompañar...