IsabelEsa última noche.
—¡Papá, no te lo lleves, por favor! —dije suplicándole para que no se lo llevara.
—¡Aquí no pueden vivir ratas! —soltó de golpe, golpeando al perro, sin rencor alguno.
Ese fue el último día que vi a Loki con vida. Recordando los aullidos de dolor del perro, sin dejar ningún tipo de rastro. Lo único que logré ver fue cómo mi padre se llevaba a mi mejor amigo de toda mi vida en su camioneta.
Apenas suena el despertador, me quejo levantándome de la cama. No puedo seguir soñando con esa noche, ya me fue difícil superar los dos primeros sueños, no puedo con un tercero.
Agarro ropa y voy directo a la ducha, eso relaja mis nervios. Puedo estar en paz y en armonía, así sean 10 minutos de mi vida. Rato después, bajando las escaleras de la casa, encuentro a Lucía en la cocina preparando el desayuno.
—¿Cuándo fue la última vez que comiste bien, Isabel? —dijo señalándome con su cucharón en la mano.
—La verdad no lo sé y no vengas con el papel de madre responsable, no te va —le contesté sin importancia, robándome dos tocinos del sartén.
—Uyyyy, están calientes —dije ya con la boca toda quemada.
—Pues claro, ¡no ves que estaban en el sartén! —responde para poder empezar a servir el desayuno en los platos para ponerlos en la mesa.
Lucía hace los mejores desayunos de la vida. Todo sabe bien si lo hace ella. Desde pequeñas somos las mejores amigas, nos conocimos en sexto de primaria y desde ahí somos inseparables. Ella es mi escudo y yo soy su espada. Ha estado en mis momentos más bajos, así como yo he estado en los de ella.
Después de lo que pasó con mi padre, Lucía y yo aprendimos a sobrevivir en la calle, logrando independizarnos sin ayuda de nadie, logrando nuestras metas de vida. Y ahora, con 23 años, hemos logrado lo que muchos desearían.
—Isa, necesitamos más motores y neumáticos para poder ir mejorando los monoplazas, si no en la siguiente carrera tendremos un poco de problemas —dice terminando todo su desayuno.
—Lo sé, ya planifiqué el viaje a Japón para conseguir los nuevos motores, todo saldrá como lo tenemos calculado. Ahora, cuando estemos todo el equipo, vamos a ver la nueva estrategia de las siguientes carreras para este fin de semana. Se supone que Owen hoy tiene la información de los demás equipos, no debería haber ningún problema —alce los hombros para restarle importancia, Lucia sabe que no hay nada de que preocuparse.
—Está bien, les diré que nos reunimos hoy a las 5 en el garaje.
—Mmm, necesito que me hagas un favor, dije a Jack que porfa traiga los nuevos dispositivos que le pedí, para probarlos hoy en la reunión.
— Listo —me respondió mandando el mensaje al grupo que tenemos todos juntos.
Hoy iba a ser un día normal, relajado. Ya tenía todo planeado para el viaje a Japón, no tenía de qué preocuparme, podía estar felizmente tranquila. Hasta que tenía que llegar la noche.
La reunión fue normal, todos estaban discutiendo cuál iba a ser la mejor estrategia para la carrera, de todas formas, como equipo tenemos las de ganar.
— Ya tenemos todo preparado para poder empezar la carrera el fin de semana —dijo Emma con una sonrisa en la cara de satisfacción.
—Ni te relajes, todavía nos faltan los nuevos motores y neumáticos que Isabel tiene que traer del viaje —dice Taylor mirando de mala manera a Emma.
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Una carrera, una vida
RomanceImagínate ser la hija de un director de la Fórmula 1, donde nadie sabe de tu existencia. Hasta que de pronto llega un nuevo piloto, que arrasa con todos. Por lo tanto, mi padre llamará por mi ayuda, junto con su equipo, para poder vencer al nuevo ri...