Una carrera, una vida

Capítulo 4

Isabel

La carrera ya iba a empezar, nos tocó con un equipo de nivel medio, así que sabemos que tenemos la carrera ganada. Los que vamos a correr somos Owen, Taylor y yo. Los demás se van a quedar en nuestra área de pits para mantenerlos al tanto de todo y de los monoplazas.

Lucía ya me había informado que mi padre y sus pilotos se encontraban en las graderías principales, por lo tanto, pueden ver todo de la carrera. No estaba nerviosa, estaba estresada. No quería volver a sentir esa presión de tener que impresionar a mi padre. Lo cual nunca pude lograr. Según él, solo llevaba al límite el monoplaza, y siempre me decía que para poder triunfar el piloto decidía su límite. Nunca llegué a poder ganar una carrera frente a él, solo lograba triunfos sola. Hasta que llegó esa tarde, la peor de mi vida.

Taylor, Owen y yo ya estábamos listos. Nos adentramos en los monoplazas de cada uno y nos dirigimos a la prueba de neumáticos. El otro equipo también empezó con la prueba de neumáticos y cuando finalizó nos avisaron nuestras posiciones por la radio.

—Isa, tu posición es la penúltima —menciona Lucía por la radio.

Genial, ahora me toca ver cómo paso posiciones con la presión de la vista de mi padre. Con solo poner un pie en la pista, ya podía sentir esa mirada de exigencia, de arrogancia y, sobre todo, desprecio.

—¿En qué posición les toco a los demás? — Le pregunto para saber cuál puede ser mi estrategia, así poder avanzar sin perjudicar a Taylor y Owen.

— Taylor tercero, Owen cuarto —responde y gracias a ello puedo concentrarme mejor.

Todos estamos listos en nuestras posiciones. El otro equipo está preparando todavía su zona de pits, nosotros ya tenemos todo listo.

Y empieza el semáforo con las luces en rojo. Cuando llega el momento, se ponen las luces verdes, indicando que oficialmente ya estamos en la carrera.

La primera reacción fue la mejor. El arranque, sentir los neumáticos, la aceleración y velocidad. Esta pista no es la más difícil de todas, tiene 5 curvas y 3 rectas, con una zona de DRS. Logrando un buen arranque, te aseguras buena posición en la primera curva.

Y dicho y hecho, antes de llegar a la primera curva logré pasar al primero del otro equipo. Ahora solo tengo que ir pasando a los demás uno por uno. Algo que siempre me decía mi padre, que siempre me ayudaba mucho, era que, entre más lento pise el acelerador, más velocidad podía alcanzar. Lo cual es cierto.

Pasando por la primera recta, le aviso a Lucía por la radio que voy a pasar a Owen, para después pasar a Taylor y así intimidar al siguiente del otro equipo. Ya casi llegando a la zona de DRS, logro pegarme a Taylor para luego poder pasar a su lado y poder avanzar.

Esta carrera consta de 23 vuelvas; no son muchas, pero hay un máximo de paradas en los pits. En este caso, son dos. Puedes usar el tipo de neumático que quieras, mejorando tus estrategias para poder ganar. Y si deseas no parar en los pits también, todo depende de la estrategia. Esta carrera, que no contiene tantas vueltas, no necesita las paradas en los pits.

Llegando al siguiente piloto del otro equipo, hago como si fuera a pasar en algún momento, logrando desgastar más sus neumáticos. Y logrando confundirlo, logro pasarlo en la siguiente curva. Ahora solo me toca al mejor piloto del equipo. Que casualmente le tocó de primero en el arranque. Sé con quién me enfrento, piloto avanzado, buen conductor, pero también bueno para hacer trampa.

Con cuidado me voy abriendo paso a su lado, hasta que tira el carro, haciéndome frenar en seco. Un golpe al monoplaza y esto puede salir mal. Siento la mirada de alguien diciéndome que no me deje vencer, claro, la de mi padre.