𝐏𝐚𝐬𝐭𝐞𝐥 𝐁𝐨𝐲|| 𝚈𝚒𝚉𝚑𝚊𝚗

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El resto de la semana pasó con tranquilidad, con encuentros más frecuentes con Zhan y las grandes sonrisas de sus amigos felicitándolo por, al fin, haber seguido a su corazón y comenzara a salir con el menor.

—Y-ya les dije que no somos pareja— les repitió con sus mejillas enrojecidas mientras caminaban a la salida del centro comercial.

Habían decidido salir ese día a pasear luego de terminar sus clases, no había una razón en especifico, simplemente querían caminar y charlar un rato, disfrutar el tiempo juntos como los mejores amigos que eran, sacando su lado competitivo en la sala de juegos para ver quien pagaría por la comida.

Siendo ZhuoCheng el perdedor nuevamente, quejándose de como acaba de gastar toda su mesada mientras comían unas hamburguesas.

Ambos omegas uniéndose para burlarse del beta que les pateaba por debajo de mesa, aunque al final terminaba por sonreír igualmente. El hecho de ver a sus amigos tan felices podía calmar la derrota, qué importa gastar un poco de dinero si había podido disfrutar de la sonrisa de sus chicos.

Fue una tarde agradable y el atardecer se avecinaba en el cielo mientras los tres amigos caminaban juntos.

—Estos chicos de ahora que hacen las cosas tan lentas— respondió el omega mayor, negando con la cabeza.

—No te hagas el viejo que apenas eres unos meses mayor— se quejó con un puchero, obteniendo que su amigo apretase sus mejillas ante la tierna expresión.

—Eres tan lindo, pero shhh, tengo más sabiduría y experiencia que todos ustedes— lo soltó, recibiendo las quejas con una sonrisa mientras caminaban juntos hasta la parada de autobús, el azabache uniéndose para pellizcar las mejillas del pelinegro, quien le sacaba la lengua.

—Zhannie, ¿ya le dijiste a tu madre sobre la fiesta?— ZhuoCheng cambió de tema, mirando a su amigo entre una sonrisa cariñosa y un tono igualmente preocupado, teniendo la esperanza de que aquella alfa lo dejase divertirse al menos una vez en su vida.

Tanto JiYang como Cheng conocían como era la madre de su tierno amigo. Aunque no sabían toda la historia y comportamientos de esta, habían sido el hombro en cual Zhan se apoyaba, donde liberaba sus quejas y estrés acumulado o al menos un parte de ello.

Sus estúpidas reglas y las opiniones que la mayor tenía hacia otros omegas o alfas era lo que más destacaba en el desahogo del pelinegro.

—Aún no— respondió un tanto nervioso mientras jugaba con las correas de su mochila y miraba hacia el suelo, mordiendo levemente su labio inferior antes de soltarlo y suspirar— Sólo esperemos que todo salga bien.

—Mantengamos los ánimos arriba— animó el mayor, abrazando a sus amigos por los hombros, ofreciéndoles su brillante sonrisa, la cual fue correspondida.

Se despidieron cuando llegó el respectivo autobús de cada uno, prometiendo mensajearse más tarde para mostrar sus atuendos de mañana, esto mayormente por idea de JiYang, realmente solo quería enseñarles a todos su nueva ropa y la gran variedad de oufits que tenía planeados.

El viaje se sintió más corto que de costumbre para el omega, mirando por la ventana las calles pasar con sus auriculares puestos, reproduciéndose en estos una suave melodía que calmaba sus tensiones hasta que llegó a su hogar.

Se tomó unos segundos para armarse de valor antes de abrir la puerta e ingresar, escuchando el sonido del televisor y encontrándose con su madre que veía una película bastante concentrada en la pantalla hasta que Zhan se sentó a su lado, el sofá hundiéndose debido al nuevo peso la hizo girar la cabeza, encontrándose con su querido hijo al cual le ofreció una sonrisa.

—Estaba a punto de levantarme para comenzar a preparar la cena luego de esta escena, aunque supongo que ya habrás comido, pero aún puedes hacerle un poco de compañía a tu madre, ¿cierto?— el menor asintió en respuesta, sonriendole levemente a su progenitora.

Se levantaron y caminaron hasta la cocina, el sonido del televisor encendido era lo que rompía con el silencio instalado, las voces de los actores en alguna escena emotiva era lo que distraía a su mente o la excusa que, al menos, buscaba para atrasar el momento.

Pero tenia que ser valiente y arriesgarse.

—Oye, mamá...— comenzó un tanto inseguro, jugando con sus dedos.

—¿Sí, A-Zhan? –respondió sin mirarlo, bastante concentrada en picar el tomate y la cebolla.

—El amigo de HaoXuan piensa hacer una fiesta mañana y JiYang nos dijo que también estábamos invitados, así que me preguntaba si... —su frase fue cortada junto al fuerte ruido del cuchillo al chocar contra la tabla de madera, el tomate partido por la mitad y la mirada seria de su madre clavándose en la fruta.

—No.

—Pero mamá... —otra vez fue interrumpido, ahora la alfa lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué te respondí en todas las veces que me preguntaste si podías asistir a alguna fiesta?— su tono era calmado, pero firme al hablar.

—Que no... —murmuró, recordando la cantidad de veces que su progenitora le negó el convivir con sus compañeros o amigos en alguna fiesta o reunión.

Mayormente tenía que aprovechar la salida del colegio para divertirse con ellos, aún sabiendo que su madre podría quejarse sobre ello en cualquier momento.

—Entonces, ¿qué te hace pensar que esta vez cambiaré de opinión, Xiao Zhan?— odiaba cuando usaba su nombre completo, lo hacia sentirse indefenso, en la espera de un nuevo estallido que llevaría a la mujer a usar su voz de alfa, obligándolo a agachar la cabeza, a reconocer su lugar como omega nuevamente— Mejor no discutamos ahora, ya peleamos suficiente estos días, Zhan, solo hazle caso a tu madre, ¿sí?— le ofreció una sonrisa, acercando su mano a la mejilla de su hijo para acariciarla, dando por terminado el asunto cuando regresó a la comida.

—No.

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¡Vamos, Zhan!
Revelate!!! 😻😻😻