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—Oh, amigo, ¿qué fue eso?— exclamó ZhuoCheng

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—Oh, amigo, ¿qué fue eso?— exclamó ZhuoCheng.

El grupo de tres sentados en su respectiva mesa en la cafetería, disfrutando del receso para comenzar con su mar de preguntas.

—N-no lo se —respondió un poco nervioso, con el corazón aún latiendo rápido por la adrenalina del momento— Pero se sintió increíble.

—Nuestro pequeño Zhannie está creciendo —arrulló el omega mayor, tomando las mejillas de su amigo para aplastarlas, sonriendole orgulloso tras lo que había sucedido— Fue asombroso ver como humillaste a aquel alfa que se lo tenía bien merecido, ahora esos idiotas entenderán que ya no eres el Zhan que siempre mantiene la cabeza gacha.

—Es hermoso verte tan lleno de confianza, nuestro ZhanZhan es asombroso— siguió el beta, pronto se se vio envuelto en un agradable abrazo grupal y suaves voces murmurando elogios, llenando su pecho de alegría.

Nunca pensó que algún día haría esto, alzaría la cabeza y escupiría las palabras que siempre dejaba atoradas en su garganta por temor o por simplemente seguir las reglas de su madre.

Estaba comenzando a dejar todas esas estúpidas reglas detrás, dejar de ser el omega sumiso y obediente para mostrar quién era realmente, para crear su propia personalidad y no una falsa donde solo quería complacer a su progenitora y evitar los conflictos con esta.

—Ya, chicos, sueltenme —comenzó a carcajear suavemente mientras recibía pequeños besos en sus mejillas, aceptando cada muestra de afecto con una sonrisa. Le gustaba mucho estos momentos, sus amigos siempre supieron lo mucho que adoraba el contacto, los abrazos y los besos; por ello, cada que surgía el momento, se encargaban de llenarlo de esto.

Ah, quería tanto a JiYang y ZhuoCheng, habían sido sus mejores amigos desde que comenzó la secundaria, su vinculo era fuerte y siempre estaban dispuestos a proteger al otro sin importar qué.

—Oye... ¿Y cómo te sientes? Ya sabes, con todo lo sucedido hasta ahora —preguntó el beta azabache mientras de a poco se alejaban, sentándose mejor sobre la banca.

—Bueno... al principio fue horrible y aún me siento atormentado por los recuerdos cada vez que llegan a mi cabeza, pero estoy bien, puedo con esto, puedo superarlo y seguir adelante porque sé que no soy débil, soy fuerte— sonrió con determinación.

—¡Esa es la actitud, Zhannie!

—¡Nuestro Zhan es muy fuerte!

Estaban siendo tan escandalosos y ruidosos en este momento que atraían algunas miradas de los demás alumnos, pero sinceramente no les importaba, tan solo disfrutaban del cálido momento hasta que Yibo se acercó a ellos junto a sus dos amigos, deteniéndose enfrente de su mesa para ofrecerles una sonrisa amable.

—Buenos días, GeGe's, ¿podemos sentarnos aquí? —preguntó con su tono tranquilo y tras recibir una respuesta afirmativa y animada, los tres chicos se sentaron en el asiento que quedaba al frente.

Zhan estiró su mano para poder alcanzar la del menor, comparando sus tamaños mientras jugaban con sus dedos, casi perdidos en su propia burbuja mientras intercambiaban miradas brillantes y llenas de cariño.

—Ustedes son demasiado cursis, ya comiencen a salir antes de que vomite— se burló FanXing con su voz calmada, pero una pequeña sonrisa de malicia en sus labios— Ya estoy agotado de escucharte suspirar por Xiao Zhan desde que comenzó el año.

—Ge, ya —se quejó el castaño con un pequeño puchero en sus labios— Además, mira quién lo dice —señaló a sus amigos y lo tranquilamente acurrucados que estaban, con GuoCheng descansando su cabeza en el hombro del FanXing— Ustedes están suspirando por el otro todos los días y no me ven quejarme.

—Silencio, mocoso —regañó el azabache, molestando al alfa mientras estiraba su mejilla, riendo ante sus muecas infantiles.

Todos se mantenían bastante animados mientras charlaban y bromeaban, Zhan estaba muy feliz de que ambos grupos al fin comenzaran a conocerse mejor y poder expandir el grupo de amigos.

Guo y ZhuoCheng descubrieron su gusto compartido por el rap y sin duda se dispusieron a improvisar, manteniéndose serios al menos los primeros tres minutos antes de comenzar a decir cualquier cosa, estallando en risas.

JiYang y FanXing, por su parte, conversaron más calmadamente, ambos encontrando la fotografía como un gusto en común, mostrando cada uno sus propias fotos, ya sea de paisajes o selfies con sus amigos.

Y mientras veía a todos convivir tan animadamente, una bella y gran sonrisa se dibujó en sus labios, mirandolos con cariño, viendo lo diferentes y, a la vez, parecidos que eran. Esos chicos fueron los que lo ayudaron a entender que no siempre las cosas tenían que ser como la mayoría dictaba.

Un omega no debía ser solamente frágil y débil, admirando a JiYang y su determinación, su ropa mayormente ajustada y coqueta o a GuoCheng y su fortaleza junto a sus prendas oscuras. Que los betas no generalmente tenían que ser tranquilos, con la hiperactividad de ZhuoCheng gritando, su ropa llena de colores y FanXing estirándose sobre la mesa para molestarlo, probando diversos looks cuando lo veía. Que un alfa no siempre debía ser fuerte y rudo, fijando su mirada en Yibo, en sus ropas generalmente pasteles y su dulce personalidad.

Y al último, mirándose a sí mismo, viendo su propia fortaleza y tomando sus propios gustos, disfrutando de usar ropas grandes y suaves como al mismo tiempo algunas otras más oscuras, llenándose de confianza mientras se probaba la ropa de Wang Yibo, desde sus camisas negras hasta algunas chaquetas de cuero sintético.

Ya no tenía que seguir escuchando lo que la alfa le dijese, ya no debía seguir creyendo esos tontos estereotipos porque no necesariamente había que ser como ellos; habían variedad de alfas, betas y omegas. Y eso estaba bien, variedad de gustos, la ropa no tenía un genero, no se adaptaba a una sola especie, al igual que las personalidades variaban constantemente, todos eran diferentes y únicos a su manera.

—Realmente los adoro chicos —habló el pelinegro, obteniendo la atención de sus amigos quienes sonrieron en grande y Wang Yibo se levantó de su asiento para hacerse un espacio a su lado, abrazándolo contra su pecho.

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𝐏𝐚𝐬𝐭𝐞𝐥 𝐁𝐨𝐲|| 𝚈𝚒𝚉𝚑𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora