Híbridos ★spruan★

V

Hola! Y no pregunten por el vídeo de arriba, no sabía que canción poner y andaba viendo las animaciones de Sad-its por lo que se me ocurrió ponerla-

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Juan estaba en el sofá de la casa, dormido en una de las pequeñas almohadas después de haber llorado horas por lo de aquella mañana.

El problema se desató cuando sintió como le pegaban en la cabeza con cuaderno, despertó de golpe para ver a Ari mirándolo asustada.

A- QUIEN ERES?! -Grito la chica, alejándose levemente, se notaba asustada, además de que su mirada lo reflejaba todo, Juan podía oler su miedo, lo cual se le hacía algo repugnante- ¿¡QUE QUIEN ERES TE PREGUNTE!? -dijo elevando el cuaderno, preparada para golpear nuevamente

Juan suspiro.

J- Ari baja el cuaderno. -dijo, rodando los ojos al saber que aquel momento llegaría, por lo que tenía todo bajo control

Ari bajo el cuaderno de forma lenta por si debía atacar nuevamente, estar lista.

A-como sabes mi nombre?

J- Soy Juan, tu conejo. -suspiro

Ari soltó el libro, mirando de pies a cabeza a Juan, sin entender nada de lo que estaba pasando.

J- Soy un híbrido.

Ari abrió los ojos de par en par, ciertamente creía que aquellos seres eran mitología, que no existían y que eran puro invento de la gente con la cual convivía cada día en aquel mundo.

Ari suspiro.

A- ¿Como se que es verdad lo que dices? -pregunto la chica con un tono confuso en sus palabras.

Juan solo soltó una jadeo bajo de estrés, empezando a convertirse en un su animal correspondiente.

A- oh....

Ari se notaba sorprendida. En pocos segundos, las mejillas de la chica se tornaron de un rosa leve

A- voy a ser sincera -sonrió- eres muy lindo como humano, sabes?

Juan se quedó callado, miro a Ari y como pudo, le indico que se voltea a lo cual Ari obedeció apenas entendió lo que quería el castaño.

Juan volvió a su forma humana, se vistió nuevamente y suspiro.

J- ya puedes voltear si quieres. -fruncio levemente el ceño, poniendo los ojos en blanco- yo saldré al campo.

A- Oh....ok, supongo -Suspiro

El miope salió de la casa, empezando a caminar hacía el campo. Una vez llegó ahí, se sentó en el pasto, volviendo su mirada al bosque empezando dudar si entrar a este mismo

Una vez decidió que hacer, se levantó del césped, levantándose para ir hacia el bosque.

Un leve escalofrío recorrió su cuerpo una vez entro a ese lugar, suspiro buscando calmar su miedo.

Empezó a caminar, utilizando su sentido del olfato para reconocer el olor del chico oso.

Una vez reconoció el olor, emprendió su camino hacia donde prevenía el dulce y llamativo olor.

Llegó a un casa de madera oscura, era linda para la vista del miope castaño.

Se acercó con miedo, dudando si tocar la puerta.

Sacudió su cabeza y se alejó de la puerta, empezando a caminar hacia una ventana, donde el olor era ciertamente más fuerte, una vez logro visualizar la habitación por la ventana. su cara inmediatamente se puso roja cuando vió a Spreen salir de la ducha, con una toalla amarrada a su cintura, dejando todo su pecho al aire.