Reunión Familiar (PARTE 1)

102 10 29
                                    

-Estoy exhausto.

-¿De hacer qué exactamente?

-¡Todo! Tú hermano ha estado torturándome haciéndome el trabajo más difícil, negándose a firmar o a sellar cualquier documento que le entrego-suspiró pesadamente Crowley el cual estaba sentado sobre el escritorio de Aziraphale-o a mandarme a sacar mil copias de cualquier cosa, cómo si mi jefe fuera él.

-Lo siento mucho, ha estado comportándose como un niño desde el domingo, solo es muy sobreprotector conmigo y está un poco molesto por la invitación que te hizo mi madre a nuestra reunión.

-No importa, solo es un poco tedioso lidiar con él, pero lo arreglaré-dijo el pelirrojo quien volvía a incorporarse a sus tareas-por cierto Azira, linda bufanda, pero la calefacción está encendida. No la necesitas o ¿Sí?

-No es de tu incumbencia Anthony, esfúmate que estoy trabajando-dijo el rubio mientras rodaba los ojos mostrando molestia.

-Que lindo eres cuando te molestas ángel-susurró Crowley en su oído rápidamente antes de huir de Aziraphale con una sonrisa burlona.

El rubio no pudo evitar sonreír ante lo último.

Habían pasado 3 días desde aquel encuentro en su casa, era miércoles por la mañana y agradecía que las marcas en su cuello estuvieran desvaneciéndose, se le estaban acabando las ideas para ocultarlas. El lunes funcionó un cuello alto, discreto y normal. El martes solo opto por agachar la cabeza todo el día, fingiendo estar molesto para que nadie lo molestará o le hiciera pregunta alguna. Hoy, miércoles decidió usar una linda bufanda azul, mala idea. Funcionaba afuera, pero adentro la calefacción estaba encendida y el calor comenzaba a molestarlo un poco. Mañana con suerte podría hacer pasar las marcas como picaduras de mosquito.

-Azira-una voz reclamó su atención.

-Anathema, querida-sonrió Aziraphale-¿En qué puedo ayudarte?

-Oh, quería hablar de esto contigo ayer, pero nadie se atrevió a preguntarte algo en todo el día, parecías molesto-mencionó Anathema mientras acercaba una silla cerca de Azira.

-Solo tuve un mal día, ya sabes, a veces todos tenemos uno-mintió Aziraphale nervioso.

-Si tú lo dices-susurró Anathema poco convencida-pero bueno, no vine a hablarte de eso, quería preguntarte que platillo estaría bien llevar el domingo con tus madres.

-¡¿Qué?!-preguntó Zira sorprendido-¿Maggie también te invitó?

-Oh no, fue Nina está vez, pero ¿Maggie invitó a alguien más?

-No. Sí. bueno. A Beelz, ya sabes, es amiga de la familia, cómo tú y Newt, nos conocemos desde la universidad y sabes que eres bienvenida cuando quieras solo que no sabía que irías también.

-La vez pasada no pudimos asistir. No quería ser grosera con tu familia, así que acordamos que con gusto iríamos está vez.

-Entiendo. Yo, bueno-el rubio no podía evitar titubear en cada frase.

-Zira, ¿Sucede algo?-preguntó Anathema preocupada por la actitud de su amigo.

-Tengo algo que contarte Ana.

-Hazlo.

-Pero no aquí, hay mucho que decirte y aquí no podría contarte, sabes que tú y Newt son los únicos que saben sobre la relación de mi familia con esta empresa.

-Vaya, ¿Sucedió algo grave?

-No, para nada, pero no quiero que nadie más se enteré.

SENTIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora