| Previsto | Ghost y Tu

Chapter. 1

"....-rey. Revisa los monitores,"

"....estable,"

"Que se despierte entonces"
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Sentías como si tu cuerpo flotara mientras luchabas por abrir los ojos. Se podían escuchar voces apagadas a lo lejos y no estabas segura de si eras tú a quien se referían.

Después de una larga lucha, lograste abrir ligeramente los ojos. Sólo para enfrentarte a rostros borrosos e irreconocibles.

"¿Estoy bajo el agua?" Pensaste para ti misma una vez que notaste la ayuda respiratoria colocada en tu cara. Tu visión aún estaba borrosa y podías ver pequeñas burbujas flotando a tu alrededor.

"Ella está consciente. Puede vaciar el contenedor", miraste al hombre que llevaba gafas de sol mientras le ordenaba a la mujer que estaba detrás de un panel de control.

"¿Adentro?" Fue tu primer pensamiento al ver al hombre, pero ese pensamiento cambió rápidamente cuando el nivel del agua comenzó a bajar hasta no quedar nada.

Observaste cómo la mujer comenzó a presionar botones aleatorios antes de que todo lo que estaba conectado a ti se separara. Caiste al suelo antes de que abrieran el contenedor en el que estabas.

"Superviviente número 990. Bienvenido a Crestfall", dijo la mujer mientras se acercaba a donde estabas y cubría tu cuerpo semidesnudo con un abrigo.

"¿Quién eres? ¿Cómo llegué aquí? ¿Y por qué carajo estoy medio desnuda?" Tosiste e intentaste levantarte solo para caer de nuevo.

"Tranquila. Tu cuerpo aún no está acostumbrado a moverse después de haber estado inactivo por tanto tiempo. Mi nombre es Kaya, llegaste aquí en respuesta a nuestra llamada y estas medio desnuda porque no podíamos ponerte completamente vestida o tu ropa podría haberse derretido encima de ti", respondió robóticamente, cómo si estuviera acostumbrada a que la gente le hiciera estas preguntas todo el tiempo.

La miraste con horror mientras el hombre de antes se acercaba a ti y te agarraba del brazo, levantándote. Lo miraste con recelo, pensando en destriparlo en el momento en que hiciera un movimiento en falso.

"¿Quieren decirme qué diablos está pasando???" Miraste entre las dos personas. Sus atuendos y aura eran alarmantes, sentiste que tu instinto te gritaba que no confiaras en ellos.

"¿Qué quieres decir con eso? Sabes exactamente lo qué esta pasando. Después de todo, viniste aquí por tu cuenta", la mano del hombre estaba apretada en tu brazo mientras la mujer hablaba, tú solo la miraste como si le creciera otra cabeza.

"¿Que llamada? ¿Vine aquí sola?" Querías cometer un par de asesinatos, pero considerando tu situación. Estabas en desventaja. No sólo estabas desarmada y medio desnuda, sino que también había cámaras en cada rincón y no tenías ni idea de dónde carajos estabas.

"No te preocupes. No somos las personas malvadas aquí. Nadie lo es. Simplemente resulta que eres uno de los sobrevivientes que logramos traer de vuelta después de lo que le pasó al mundo", dijo, sin dejar de mirar su cuaderno mientras continuaba garabateando Dios sabe qué en él.

"... ¿Qué pasó?" preguntaste, pero ella solo tarareó en respuesta mientras continuaba escribiendo cosas antes de mirar momentáneamente al hombre que estaba a tu lado.

"¿La llevarás con los demás? Te dejaré la explicación a ti, necesito hacer esto rápidamente", ni siquiera esperó a que él respondiera mientras salía pisando fuerte de la habitación. El hombre dejó escapar un suspiro antes de tirar de tu brazo.

"Vamos. Aprenderás todo de los otros sobrevivientes. Tengo un trabajo más importante del que ocuparme. Rápido", siguió tirando con fuerza de tu brazo mientras luchabas por seguirle el paso.

Filas y filas de puertas y luces blancas decoraban el amplio pasillo. Parecía un hospital sin ventanas y se podían escuchar conversaciones provenientes del interior de las habitaciones.

Había algunas personas que vestían trajes similares a los del hombre apresurado a tu lado actuando como si estuvieran ocupados y todo eso. Y luego había algunas personas vestidas con lo que parecían batas de hospital caminando juntas, hablando y riendo.

El hombre finalmente se detuvo frente a una puerta con el número 990 antes de girarse hacia ti.

"Esta será tu habitación, siéntete como en casa porque a partir de ahora será tu casa. Si tienes alguna duda. Pues no me preguntes a mi. Pregúntale a tu vecino", señaló la puerta con el número 989 antes de darse la vuelta e irse.

"¿Cuál carajo es su problema?" Maldeciste en voz baja mientras mirabas la puerta que supuestamente conducía a tu habitación. ¿Dónde diablos estabas? ¿Quienes son estas personas? ¿Y qué pasó con Simon y los demás? ¿Están todos bien? ¿Están aquí también?

Decenas de preguntas y nadie que las responda. Pensaste en tocar la puerta de tu *vecino*, pero claro, ni siquiera estabas segura de si eran buenas personas.

Parecía que todos aquí tenían un palo en el trasero. Suspiraste mientras ponías tu mano en el pomo e intentabas abrir la puerta. Una, dos veces... Estaba cerrada y no tenías la llave.

"En serio hermano..."