Los hermanos y sus nuevos aliados y también amores han tenido nuevos cambios, ahora dándoles una oportunidad con la sociedad humana. Sin embargo no todo seria tan fácil...
*Tercera temporada/parte tres.
*cada capítulo tiene cerca de 2000 palabras po...
Narrador: Rita y nana salían del ayuntamiento, habían terminado de hacer algunos trámites para la cafetería como los permisos y demás, y por como iban las cosas solo era cuestión de tiempo para abrir con éxito el café de gatos. Por que incluso ambas fueron a un refugio de animales y les compartieron la idea de que los gatos puedan estar en la cafetería y hasta así tengan la oportunidad de ser adoptados.
Prácticamente era como una asociación ya que incluso cachorros y demás animales en busca de un hogar podrían ser adoptados con la publicación del café temático.
–bueno, ya está en un par de meses podremos iniciar Nana!– dijo Rita alegré.
–(si mi niña, me alegra poder llevar a cabo este proyecto junto a ti)– dijo Nana en ruso.
–que tal si vamos por algo de comer, tengo hambre de comer chocolate– dijo Rita con una sonrisa.
–chocolate?– dijo Nana.
–si! Vamos a Starbucks!– dijo Rita y sin más arrastro con emoción a Nana a dicho lugar.
Así que ahora ahí estaban en una mesa, nana bebiendo solo un café suave mientras que veía a Rita bebér un gran vaso de frapuccino de chocolate.
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–vaya si que querías algo de chocolate– dijo Nana divertido.
–bueno, por que no darme mis gustos de vez en cuando?– decía Rita –ademas desde que estoy recibiendo el tratamiento del supresor por parte de Donnie mi "hambre" ya no ha vuelto mucho, así que creo que me da hambre pero de comida normal, ja ja ja– dijo divertida hasta que vio en los escaparates de postres –uhh eso es pié? Nana harías pie hoy?– dice con ilusión.
–claro, que tal si vamos por los ingredientes al supermercado– dijo nana con una sonrisa.
–si, vamos, yo te ayudo!– dijo Rita, parecía muy alegre últimamente.
Así que con Nana salieron del Starbucks aunque ella bebiendo aún su frapuccino hasta el fondo. . . . . . . . . . . . Mientras tanto en un restaurante bar, se encontraba Yelena y rapha teniendo una de sus tantas citas. Ambos de verdad les gustaba pasar bastante tiempo juntos de lugar en lugar disfrutando la compañía del otro, hasta les daba gracia que los demás pensasan que solo eran salidas como amigos.
El único que sabía de lo suyo era Nate, pero al pequeño bribón tuvieron que darle un soborno en forma de gomitas dulces de oso, un precio razonable.
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