Capítulo 1

238 32 2
                                    

"Lo siento, Yuki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Lo siento, Yuki... no me gustas de esa manera. Solo te puedo ver como una amiga."

Aquellas palabras fueron suficientes para arruinar el día de Ozawa, y probablemente el resto de su vida. No por nada había estado enamorada de su mejor amiga desde hacía años, y cuándo finalmente creía que sus sentimientos eran recíprocos, ella tomó su confesión para mandarla de forma directa a la friendzone. Y con un corazón roto, no pudo hacer más que llegar entre lágrimas a casa, donde le esperaba otra tragedia que terminaría de minar sus ánimos por completo.

"¿¡Crees que voy a dejar que una hija del demonio como tú se quede en mi casa!?"

Su familia siempre había sido una realmente conservadora, algo con lo que ella jamás estuvo de acuerdo y por ello no tuvo más remedio que esconder sus verdaderos pensamientos. Pero ahora que había llegado a sus muy comprensivos padres la noticia de su confesión y su orientación sexual, los gritos y los insultos no se hicieron de esperar en cuánto abrió la puerta. Todo lo que le quedaba en ese momento era una mochila con algo de ropa, dinero para apenas comprar un paquete de ramen instantáneo y su teléfono con un diez por ciento de batería. 

Yuki sabía que era una chica con muy mala suerte: había nacido sin ningún don más que saber de tecnología y jugar videojuegos, lo que en su pueblo tan tradicional apenas servía de nada. También era una idiota y se dejaba llevar por sus sentimientos, por eso ni siquiera se había planteado dos veces confesarse a su mejor amiga. Su bondad, amabilidad y confianza en los demás la hacían un blanco fácil para que la traicionaran fácilmente. Y por ello acabó en la parada de autobús más cercana, empapada por la lluvia y sus lágrimas, esperando un milagro que arreglara la desgracia que era su vida en ese momento.

"Dios, porqué le das tus batallas más complicadas a tu guerrera más inútil..." se lamentó de su situación, y no pudo evitar soltar un suspiro. En ese momento estaba completamente sola, sin nadie en quién apoyarse, y no podía pensar en que era la persona con la peor suerte de todas. "Al menos no tendré que esconderme más, ¡y podré jugar a My Favourite Detective sin tener que preocuparme!" trató de animarse tras sollozar, limpiando las lágrimas que quedaron en su rostro. 

Miró su reflejo en la pantalla de su teléfono, notando sus ojos cansados y sus mejillas rojas. Su pelo desordenado y su apariencia dejaban mucho que desear, pero ya no podía mantener la sonrisa que solía haber en su rostro. Siempre trató de ser la mejor versión de sí misma, sonreír en frente de todos y aparentar que todo estaba bien a pesar de que nunca alcanzó las expectativas de sus padres, que no habían dudado en echarla de casa por ser simplemente diferente a sus estándares. Su vida definitivamente era un caos por completo.

¿Qué haría de ahora en adelante? Era mayor de edad, con veinte años, y aún dependía económicamente de sus padres porque no lograba encontrar un trabajo a pesar de todas las solicitudes que mandaba día tras día. Tampoco quería acabar haciendo trabajos sucios o de maleantes, simplemente quería un techo, algo de comida y conexión a internet para poder seguir jugando mientras pudiera. 

"Maldita sea, creía que Aiko no me traicionaría así..." murmuró, pues su supuesta mejor amiga, de la que aún seguía enamorada, le había contado a su familia de su confesión, y como esperaba, no acabó bien para ella. "¡Nunca creeré más en una mujer, todas son unas mentirosas!" se quejó entre berrinches, pero su rabieta fue interrumpida por el repentino sonido de su teléfono. Tras limpiar las últimas lágrimas encendió la pantalla, encontrándose con varias notificaciones de su aplicación preferida, un juego otome.

My Favourite Detective trata de resolver crímenes en la peligrosa ciudad de Kanawa, dónde los enfrentamientos entre la policía y la mafia son constantes. La protagonista, quién ha sido recién contratada en la cafetería "Enigma" de uno de los barrios bajos, deberá lidiar con sus extraordinarias clientas: tanto detectives y policías como criminales y asesinas, ¡es el lugar perfecto para obtener información y mirar a mujeres hermosas! Pero eventualmente deberá escoger un bando u otro, y dependiendo de la chica escogida podrá acabar con un final feliz o uno trágico con esta.

¡Las decisiones son realmente importantes! Y eso Ozawa lo sabía perfectamente, no por nada era probablemente la jugadora que más horas había pasado metida en el juego: probando todas las rutas posibles, obteniendo todos los finales e incluso mercancía que sus padres tiraron a la basura. No había persona que conociera mejor el juego que Yuki, incluso probablemente más que los propios desarrolladores, ¿y cómo podría alguien culparla, cuándo los intereses amorosos eran chicas que podrían robarle la respiración a cualquiera?

"Lo único que se me da bien en esta vida es enamorarme de personajes ficticios..." susurró derrotada cuándo entró a la aplicación, siendo una distracción mientras esperaba un autobús para ir a la ciudad más cercana. 

Porque seis mujeres realmente diferentes pero interesantes robaron su corazón: desde la fría y famosa detective que ocultaba secretos, la asistente preferida de todos que ligaba con muchos, la misteriosa jefa que siempre observaba desde atrás, la sospechosa traficante obsesionada con el dinero, la solitaria y triste asesina de las vendas, hasta la atrevida y coqueta villana principal de la historia. Si pudiera al menos hablar un poco con cualquiera de ellas, probablemente Yuki moriría feliz. 

"Creo que debería crear una nueva partida..." se planteó. "Nueva vida, nuevo comienzo. Supongo." dijo por lo bajo, no teniendo en mente completar por el momento ninguna ruta en específico, ya que todos los personajes le gustaban por igual. "¿Uh? ¿Qué es esto?" cuestionó confundida al notar que la pantalla del juego repentinamente se tornó azul por completo.

Instalando la nueva actualización..., fueron las palabras que repentinamente salieron en pantalla. Yuki ladeó la cabeza confundida, preguntándose cuándo habían anunciado una actualización si el juego recién había recibido una hacía apenas una semana. Cargando... "¿Por qué brilla tanto la pantalla?" y en cuestión de segundos, su vista quedó cegada por completo por la luz que comenzó a emanar de su teléfono.

"Gracias por confiar en nosotros, esperamos que disfrute de su experiencia en Kanawa... Y bienvenida a My Favourite Detective, Yuki Ozawa."

En cuánto el brillo desapareció, Yuki sintió cómo su vista se nublaba y repentinamente cayó desmayada. Al poco tiempo, sintió cómo alguien trataba de despertarla de forma insistente, y cuándo abrió los ojos supo de inmediato que se encontraba en un lugar familiar para ella, pero no era el sitio en el que había estado hasta hacía unos minutos. Parpadeó repetidas veces, tiró de sus mejillas y se pellizcó, haciendo que el transeúnte que la despertó se alejara por su extraño comportamiento. 

"¿Es esto un sueño... o Diosito finalmente me ha escuchado?" se preguntó a sí misma, incrédula.

Enigma, eran las letras que había frente a ella grabadas en un cartel. Y no era cualquier lugar, era la cafetería en la que había pasado horas y horas jugando, hablando con sus clientas y tomando decisiones vitales en sus diferentes rutas. 

"¿¡Por qué diablos estoy en Kanawa!?"

Sí, había entrado de alguna manera u otra a su juego otome preferido. Y no saldría de allí pronto, no cuándo una pantalla de carga apareció frente a ella pidiéndole que introdujera sus datos para crear su personaje. 

El juego había empezado, y su vida corría más peligro que nunca.

.

.

.

[1% de ??% completado]
¿Desea seguir jugando?

¡Atrapada en un juego otome! (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora