Capítulo 3

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"Parece que mejoraste, la fiebre ya bajó un poco

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"Parece que mejoraste, la fiebre ya bajó un poco. Ahora bebe la medicina que preparé."

"P-pero..." trató de responder, todavía tratando de procesar lo que ocurría.

"Nada de peros. No interrumpí mi descanso para cuidarte por nada, mi tiempo es oro."

"Está bien... gracias..." terminó por rendirse ante el ceño fruncido de la ojiazul.

Yuki no tuvo más remedio que hacer caso a las palabras de la albina y tomar la mezcla que había preparado para ella. Ahora que su cabeza dolía mucho menos y que había logrado conciliar el sueño por unas cuántas horas, podía observar mucho mejor a la mujer que tenía a su lado. Aún si Hiyori siempre fue descrita en el juego como una persona descuidada y un tanto arisca con sus clientes o extraños, lo cierto es que no dudó demasiado en ayudarla en cuánto la vio en peligro. 

Pero eso tan solo sucedió porque nunca desaprovechaba una oportunidad cuándo la veía: y aunque tenía tantas deudas que ni podría contarlas con los dedos de las manos, no dudaba jamás en hacer que otros le debieran favores y favores. Realmente conocía la historia detrás de lo que escondía tras el parche y las infinitas deudas que acumulaba día tras día, mas no tenía intención alguna de revelar de dónde venía o a dónde iba porque cualquier contacto más allá con las protagonistas podría ponerla en peligro.

A pesar de todo eso, no podía decir que no se encontraba emocionada por conocer a uno de sus personajes favoritos. Y además, debía descubrir la razón por la que de repente había aparecido en un otome tras dejar atrás el mundo real; pero su teléfono había prácticamente muerto después de la tormenta que la dejó en cama. Así que no tenía idea de cómo empezar en un mundo tan peligroso como lo era Kanawa, mucho menos con las pocas habilidades y aptitudes con las que ella misma pensaba que contaba.

"A ver, ¿cuándo crees que podrás empezar a trabajar?" preguntó interrumpiendo al momento sus pensamientos, y la reacción inmediata de Ozawa fue abrir sus ojos por completo.

"Ah, es verdad... e-el trabajo." dijo tras recordar que ella misma era una víctima de las deudas de Hiyori. Entonces un pensamiento vino de inmediato a su mente, y rápidamente salió de la cama en dirección al baño para huir de la dueña de la cafetería por tan solo unos minutos. "¡L-lo siento, tengo que usar el baño antes!" pronunció antes de encerrarse.

Hiyori parpadeó repetidas veces antes de alzar una ceja. "Creo que la fiebre todavía le está haciendo efecto... o quizás fue la medicina que le di. Fue con ingredientes baratos del mercadillo." murmuró observando de reojo la taza ya vacía, y después se encogió de hombros. "En fin, luego tendré que restárselo de su salario."

Yuki tomó un profundo respiro, luego llevó sus manos a sus mejillas aún enrojecidas y finalmente tuvo el valor para mirarse en el espejo. Tras lavar su cara, logró enfriar su mente y concentrarse para entender mejor su situación: estaba atrapada en su juego preferido por alguna extraña razón, su teléfono no funcionaba en lo absoluto y parecía ser un personaje más tras haber introducido su nombre antes de caer desmayada. Probablemente algo que solo sucedía en historias fantasiosas o en otros otomes; pero allí estaba, y era su realidad. 

¡Atrapada en un juego otome! (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora